ANIVERSARIO DE NUESTRA INFANTERIA DE
MARINA
En
el marco de un lucido ceremonial militar, la Infantería de Marina celebró en su
centro de formación, en Coveñas, un año más de su creación. Sea justo
señalar que no son sólo 68 años de vida los que lleva esta valerosa institución
pues, desde 1822, el General Santander oficializó su primera creación.
Desafortunadamente las dificultades políticas y económicas de nuestra naciente
República hicieron aparecer y desaparecer instituciones y dentro de ellas
nuestras Fuerzas Militares en su organización básica. Hoy celebramos 68 años de
vida continua de la
Infantería de Marina, pero debemos pensar que la primera llama
surgió muchos años atrás, cuando el combate naval requirió el abordaje para
afianzar su victoria y cuando el ataque a instalaciones costeras implicaba el
desembarco para asegurar el objetivo o terminar la labor de la artillería naval
que en ese tiempo tenía limitado alcance y poca
puntería.
Nuestra joven historia naval registra la presencia de Infantes de Marina
en la Batalla
de Maracaibo y es seguro que también participaron con honor y gloria en muchos
más eventos de nuestra independencia, por ello es bueno y justo pensar que desde
el inicio de nuestra vida independiente, junto con nuestra Marina de Guerra
estuvo presente el Cuerpo de Infantería de Marina y que su necesidad, su
operación y su espíritu permaneció aunque las disposiciones legales no lo
especificaran. Quizá sin mencionarlo, ya fuera en antiguos veleros o en
sencillas embarcaciones fluviales siempre hubo hombres dispuestos a disparar
desde las cofas o a saltar al abordaje o llegar primero a la costa para asegurar
el desembarco, quizá en sencillo uniforme, con armas rusticas o descalzo, pero
siempre con ánimo, valentía y mística, ese infante de corazón conservó y trajo
hasta nosotros el espíritu del Infante de Marina actual.
Creo que hoy, más que un año, debemos celebrar la culminación exitosa de una etapa, una etapa que marca en Colombia la presencia de un grupo selecto de hombres valientes, llenos de mística y disciplina que excelentemente entrenados han heredado la tradición de 183 años y que hoy han encontrado un Gobierno, unos Comandantes y unos medios excelentes y totalmente dispuestos para apoyarlos en la realización de su vocación de servir al país.
El
desarrollo actual de la
Infantería de Marina, especialmente en estos últimos 50 años es
admirable. En Coveñas se arrancó de las instalaciones de un antiguo frigorífico,
que durante muchos años y con grandes esfuerzos y limitaciones económicas fue
acondicionado para el uso de cuartel. Este edificio cumplió su función y
actualmente ya fuera de servicio, ha sido reemplazado por amplios y modernos
edificios donde sin lujo, pero con dignidad y comodidad el Infante encuentra una
forma de vida que le permite desarrollar su entrenamiento con más eficiencia y
rendimiento.
Existe un plan maestro de desarrollo y se va cumpliendo encajándose estrictamente en las necesidades de entrenamiento actuales para resolver el problema de orden público colombiano. Hay áreas especiales para detectar minas, encontrar explosivos, entrenar perros y un área donde existe un pueblo simulado con escuela, iglesia, tiendas, puesto de sanidad, etc., donde las patrullas aprenden y practican las acciones del combate protegiendo las personas civiles y respetando las normas de Derechos Humanos.
El entrenamiento de tiro tiene una etapa muy moderna, donde en un polígono virtual, con medios electrónicos se simula el fragor del combate y el alumno dispara, evaluándose rápidamente su rendimiento y puntería con gran ahorro de munición y adecuada seguridad.
Hemos admirado las instalaciones y el entrenamiento, pero nada de ello
sería tan valioso si no contara con la excelente gente que dirige y conforma el Cuerpo de
Infantería de Marina. Todo el personal, su Comandante, sus Oficiales, sus
Suboficiales, sus Infantes respiran dinamismo, energía y mística, están
profundamente orgullosos de sus insignias y distintivos y plenamente convencidos
de la importancia de su misión.
Es el resultado del esfuerzo de muchos, pero no hay duda que todo se inicia con la voluntad política del Señor Presidente de la República de apoyar el esfuerzo de los integrantes de la Armada Nacional y de la acertada dirección profesional y administrativa del Comandante de la Armada Almirante Mauricio Soto, del Comandante de la Infantería de Marina Contralmirante Luís Fernando Yance y de todo el equipo que ha trabajado en esta gran misión.
La
Infantería de Marina cumple un año
más de vida, pero más que un año más, debe celebrar junto con toda la familia
naval, la culminación de una excelente etapa de desarrollo que le ha permitido
distinguirse por su moderna infraestructura, sus completos planes de
entrenamiento y más que todo por la mística, la valentía y el espíritu de sus
integrantes.
No hay duda, esta etapa se afianzó y pudo realizarse gracias a los esfuerzos y sacrificios de los Infantes de Marina de ayer, que debieron luchar en medio de grandes dificultades de organización y económicas y, a pesar de ello, lograron conservar y mantener el espíritu que hoy brilla con éxito. Gracias a ellos, a cientos de héroes anónimos y a los entusiastas Infantes de hoy, muchos de los cuales han sacrificado su vida y salud por nosotros, podemos mirar el futuro con optimismo y vislumbrar que nuestros hijos e hijas tendrán la Colombia que todos soñamos.
Vicealmirante Carlos Enrique Ospina Cubillos
Presidente
Consejo de Historia Naval de Colombia