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Para todos los colaboradores permanentes de la Cybercorredera y para su Director, un efusivo abrazo y un BRAVO ZULU por el éxito alcanzado en estas cien ediciones y el mayor deseo y nuestro compromiso para seguir avante. Su trabajo y el de todos los colaboradores temporales se constituye en un importante grano de arena para la tranquilidad y la paz de nuestra nación, pues el mensaje positivo y optimista que llega con cada edición, especialmente al personal en servicio activo, constituye un verdadero aliento de apoyo a la difÃcil misión que hoy cumplen los treinta y dos mil hombres de la Armada en los mares, costas y rÃos de Colombia.
Su contenido siempre ameno nos transporta en el tiempo con cada anécdota y nos actualiza con los interesantes artÃculos del acontecer nacional que involucran a la Armada; además de recordarnos, en el Pañol de la Historia, importantes pasajes de la historia naval; sin dejar de lado información sobre el acontecer de nuestros queridos Oficiales en uso de buen retiro principalmente y diferentes actividades de interés naval. Además, como dejar de mencionar quizás el link más visitado por los Cybercorrederos, especialmente de los contingentes 41 y anteriores: “El Mascaron de Proaâ€?, para el cual, este suscriptor ha escuchado en diversas oportunidades, de otros suscriptores, la sugerencia de que ocupe un mejor lugar en la pagina…
Felicitaciones para todos los Cybercorrederos marinos de Colombia.
¡Unidos por el mar y exhaustos por el último poste!
Almirante Guillermo Enrique Barrera Hurtado - 42-017
Comandante de la Armada Nacional
Empiezo
por señalar que la carrera de las armas la inicié a temprana edad, trece años
(13). Por tal motivo, es preciso empezar por esa época para delimitar el alcance
de la visión dentro del sentido del tÃtulo escogido que, por cierto, es el de
una excelente serie de TV. En efecto, en el año de 1946, ingreso a una de las
CompañÃas de alumnos de la Escuela Militar de Cadetes.
El Hombre. Me identifico con la vocación de un puñado de imberbes que,
con ideales sin concretar, de un momento a otro nos encontramos involucrados en
un ambiente castrense, prusiano, con una base militar-académica orientada al
bachillerato y a la especialización por armas. El Momento. Transición en
lo polÃtico por cuanto se acerca la terminación del ejercicio presidencial del
Dr. Lleras Camargo y se inicia una campaña electoral en las toldas liberales que
presagia el fraccionamiento del partido. En abril de 1948, asesinan al candidato
Jorge Eliécer Gaitán y ahà fue la hecatombe en Bogota y resto del paÃs. La
división liberal trae como resultado el triunfo del candidato conservador, Dr.
Ospina Pérez, en las elecciones de 1946. Se avecina el periodo oscuro de los
odios y de la violencia polÃtica. La Máquina. El armamento, fusil y
carabina Máuser calibres 7 mm. de fabricación alemana; pistolas de 9 mm y
cañones Skoda, de procedencia Checa; mulas para el transporte de ametralladoras
y morteros; uniformes y cascos de corte alemán; elementos logÃsticos que, en el
transcurso de los cuatro años de permanencia en esa Escuela, se reemplazan por
dotaciones y uniformes estilo ejército de EU. Era lógico, han ganado la segunda
guerra mundial y marcan una tendencia dominante
En el escenario de servir a Colombia como oficial naval, me encuentro iniciado el año de 1950, enrolado en la Armada Nacional, Escuela Naval de Cadetes, en la bella e histórica ciudad de Cartagena. Nueva reclutada, nuevos amigos, uniformes del dÃa de diseño rarÃsimo acentuado en el corte y los botones de los pantalones blancos; nuevo perfil académico con programas eminentemente profesionales desde el primer dÃa y muy estricta formación naval militar acorde a las tradiciones de las Armadas Inglesa y de los EU. Que difÃcil volver a ser recluta y resistir los embates de quienes apelaban “Papayosâ€?,[1] a los que por venÃamos de la Escuela Militar. Se comparten espacios y se forjan amistades entre los cadetes navales y mercantes[2] que inician su profesión, en la Escuela Naval, con la participación de oficiales de la Armada de Chile como instructores. La antigüedad entre los cadetes navales es cosa seria y “semicanÃbalâ€?. Pero la vocación, la motivación, el pundonor y la vergüenza de devolverse a la casa despiertan, en todos los compañeros, los valores y la fortaleza para seguir avante. Las “golpizasâ€? a la hora de la “recogidaâ€?, con suecos de madera y talegas de ropa rellenas con zapatos, jalonan el espÃritu y tonifican el caro propósito de llegar a la graduación. Y en mayo de 1955, mi Contingente bastante reducido, confirmando las estadÃsticas de la época, obtiene el grado de Tenientes de Corbeta. El Momento. Crisis polÃtica que conduce al establecimiento de un gobierno militar en el año de 1953. El binomio Pueblo-FF.AA inspira las polÃticas del Gobierno. La Máquina. Del manejo de las armas de tierra, se pasa a las balleneras impulsadas por remos, en los primeros años, y por velas cuando se adquiere experiencia en la bahÃa. Cruceros a bordo de buques de guerra y en un Moto Velero[3], para recibir entrenamiento en el mar sobre armamento naval, navegación astronómica y costera, maniobras tácticas, control de tiro utilizando computadores con mecanismos de relojerÃa; rotación por los cuartos de la maquinaria que impulsa al buque.
Un tercer escenario corresponde a las imágenes recogidas durante el ejercicio pleno de la carrera, las que intento comentar de década en década para registrar su evolución.
Década de los años cincuenta
El Hombre. El capital humano con el que me tocó compartir los desafÃos del oficio proviene de las diferentes regiones del paÃs, con marcada presencia de la costa atlántica en el caso de la marinerÃa. Pudiera decir que las personas incorporadas para tripular las diferentes unidades de la Armada, promedian los estudios de primaria y en algunos casos con uno o dos años de bachillerato, lo cual hace más comprometedor la enseñanza y la preparación naval para desempeñar las funciones, en los cargos asignados, responsabilidad que tienen que asumir los oficiales. Sucede también que, cuando el oficial se embarca por primera vez, encuentra tripulantes que ya tienen alguna calificación lo que le impone adquirir rápidamente las habilidades y destrezas propias del cargo, con el objeto de superar la debilidad del primÃparo.
El Momento. El gobierno civil tambalea. Se instala un gobierno presidido por el General Rojas Pinilla con la participación de lÃderes polÃticos La violencia polÃtica en los campos colombianos empieza a disminuir, los alzados deponen las armas y una aparente calma se respira. Los militares como era de esperar reciben algunos beneficios y las necesidades del sector castrense ocupan la atención. Estalla la guerra de Corea que marca un hito en la ARC, por cuanto las tripulaciones de nuestras Fragatas destacadas a ese teatro de operaciones, reciben un entrenamiento que actualiza procedimientos y doctrinas tácticas para el empleo de la Fuerza Naval. Los años finales de la década del 50, se caracterizan por el nacimiento de un pacto polÃtico, entre los dos partidos tradicionales, llamado “El Frente Nacionalâ€?. Empieza la Guerra FrÃa y los desafÃos bipolares Oriente - Occidente. Fidel Castro combate en la Sierra Maestra de Cuba contra el gobierno del presidente Batista y se acerca victorioso a la Habana. La Junta Militar que gobierna a Colombia, al retiro del General Rojas, decide en acto democrático entregar el poder a un gobierno civil.
La Máquina. La Fuerza Naval del Atlántico, a la que pertenezco, cuenta con los dos Destructores ARC “Caldasâ€? y ARC “Antioquiaâ€?, de construcción inglesa[4] con armamento mayor de 120 mm., y torres lanza torpedos de superficie; rápidos con un diseño hermoso, pero con espacios incómodos para alojar a la tripulación y muy poca autonomÃa lo que limita su permanencia en el mar. Con la Fragata “Almirante Padillaâ€? adquirida en EU en 1947, y posteriormente con las Fragatas “Capitán Tonoâ€? y “Almirante Briónâ€? recibidas durante la participación de la Armada en la guerra de Corea. Por supuesto hay buques auxiliares Tipo petroleros de viejÃsima construcción, de andar lento pero que cumplen un papel importante. Al final de la década se incorpora el Destructor ARC “20 de Julioâ€?, primero de los dos construidos en Suecia, de caracterÃsticas que los hacen poderosos para el combate, dotados de una tecnologÃa de avanzada para la época en todos los sistemas, y excelente comodidad para toda la tripulación. La debilidad radica en el costo de operación y la reducida autonomÃa en el mar.
Década de los años sesenta
El
Hombre.
Se inicia una etapa interesante en cuanto a la preparación del personal en todas
las escuelas de formación y de capacitación técnica, para estar acordes con las
exigencias de las nuevas unidades de guerra y la conducción de operaciones
tácticas, conjuntas y combinadas. Los cadetes navales estrenan una nueva
escuela, construida en la Isla de Manzanillo, antigua aeropuerto de Cartagena,
que supera en todo aspecto a la vieja escuela de Bocagrande. La asignación de
viviendas fiscales mitiga la angustia del personal y mejora ostensiblemente la
calidad de vida. Es un programa de largo aliento.
El Momento. Triunfa la Revolución Cubana que amenaza con trasladar, a sur América, su visión ideológica. Escalamiento de la Guerra FrÃa. Se presenta la crisis de los misiles debido al intento de Rusia de instalarlos en Cuba. La juventud de Europa Occidental se manifiesta con violencia contra los sistemas imperantes de gobierno. Venezuela plantea posiciones geopolÃticas y tesis históricas en las discusiones sobre la delimitación de áreas marinas y submarinas que prolongan el “Diferendoâ€?. La Armada no esta equipada para enfrentar con éxito los desafÃos del final de esta década. Se propone al gobierno una PolÃtica Naval que responda a la responsabilidad constitucional.
La Máquina. Se planea y desarrolla un programa de adquisición[5] y construcción de buques petroleros[6] de procedencia española, para reemplazar los actuales. Se recibe el ARC 7 de “Agostoâ€?, segundo Destructor construido en Suecia. Se aprueba la adquisición de un buque a vela, tipo BergantÃn Barca, como Buque Escuela, el ARC “Gloriaâ€?[7], indispensable para complementar la formación y el entrenamiento de los cadetes y grumetes. Se adquieren los Destructores (ex - US Navy): ARC “Antioquiaâ€?, “Almirante Padillaâ€?, ARC “Almirante Tonoâ€? y ARC “Córdobaâ€?, construidos durante la segunda guerra mundial, para reemplazar los viejos Destructores de construcción inglesa y las Fragatas que participaron en la guerra de Corea.
Década de los años Setenta
El Hombre. Encuentro un formidable énfasis en la formación y preparación del recurso humano acorde a las necesidades de la marina en sus diferentes expresiones. Gente bien calificada, con motivación, con soluciones al gran problema de vivienda fiscal y salud, lo que se traduce en mayor mÃstica y menor deserción. Es la década con que se inicia una verdadera proyección del perfil moderno del capital humano de cara a las nuevas tecnologÃas.
El Momento. Apremiante en cuanto a la escasez de personal para tripular las nuevas adquisiciones de unidades a flote, por lo que es necesario, asumiendo riesgos, operar con plantas reducidas. Por dificultades fiscales la austeridad en el gasto y las limitaciones logÃsticas reducen la operación de las unidades. Nueva tensión con Venezuela, en el área marÃtima de Castilletes, que con la firme determinación por parte del alto gobierno y de la actitud de la Armada (Operación Tukakas), se disipa. Entra en vigencia la Ley 10 de 1978, llamada “Nueva Legislación Colombiana sobre asuntos del Marâ€? que, entre otros temas, da origen a la creación del Cuerpo de Guarda Costas de la Armada Nacional.
La Máquina. La década inicia con la autorización y construcción de los dos Submarinos Oceánicos en Kiel, Alemania, el ARC “Pijaoâ€? y el ARC “Tayronaâ€? que llegan a Cartagena en 1975, y los Submarinos Tácticos ARC “Indomableâ€? y ARC “Intrépidoâ€?, de construcción Italiana, ensamblados en Cartagena, en el Dique Flotante “RodrÃguez Zamoraâ€?; entran en operación en 1973;con este material nace una nueva dimensión que le da sentido al Poder Naval, se crea la Flotilla de Submarinos, se adquiere una renovada cultura de mantenimiento y de técnica operativa integrada. Arriban tres unidades (ex - US Navy) Tipo Destructores: el ARC “Boyacáâ€?, el ARC “Caldasâ€?, y el ARC “Santanderâ€?, que se incorporan a la Fuerza de Superficie. Al finalizar la década, se agota la vida útil de los buques de guerra comprados a los EU, unidades que proporcionaron grandes y valiosos aportes al entrenamiento y capacitación para el combate y la conducción táctica, por espacio de más de una década. La Fuerza de Superficie entra en un periodo crÃtico. Se suma la falta de unidades petroleras, unas por obsolescencia y las modernas por falta de mercado, lo que origina su venta. Los Remolcadores de alta mar, ATF (ex - US NAVY), ARC “Pedro de Herediaâ€?, y ARC “Sebastián de Balalcazarâ€?, se suman a las naves auxiliares de la Flota.
Década de los años Ochenta
El Hombre.
Gran rendimiento profesional debido a la especialización generalizada en el
capital humano. Con la entrada en funcionamiento del nuevo Hospital Naval y la
ampliación del inventario de viviendas fiscales, el bienestar recibe atención
especial extensiva a sus familias. Se percibe la preocupación del hombre por
adquirir conocimientos universales y profesionales antes que distraer el tiempo
en las pachangas y jolgorios de antaño. El oficial y suboficial adoptan una
lÃnea de conducta y una actitud tal, que hace de la Armada una fuerza
competente, pujante y bien conceptuada.
El Momento. Lo caracteriza el auge del contrabando de narcóticos y la intensificación de la actividad guerrillera en gran parte del territorio nacional. La extradición como respuesta al narcotráfico origina una arremetida por parte de los carteles de la droga que se manifiesta en la colocación de bombas en lugares públicos, la destrucción de instalaciones gubernamentales, los secuestros y los asesinatos de hombres públicos, en fin, toda una situación que obliga a las fuerzas militares a asumir nuevas misiones para enfrentar estos nuevos desafÃos. Nuevas tensiones con Venezuela, en el golfo de Coquibacóa,[8] que obligan a una movilización de la Fuerza Naval. Brotan las pretensiones por parte de Nicaragua[9] sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia y sus aguas jurisdiccionales.
La Máquina. A mi juicio, esta década se distingue por la renovación de material naval y la ampliación de la infraestructura de apoyo logÃstico. Se adquieren cuatro Unidades de LÃnea Tipo Corbeta Misilera, ARC “Almirante Padillaâ€?, ARC “Caldasâ€?, ARC “Antioquiaâ€?, y ARC “Independienteâ€?, hoy Fragatas, de construcción alemana, dotadas de alta tecnologÃa en los sistemas de armamento, guerra electrónica, comunicaciones, navegación, y propulsión a motor que entierra la propulsión a vapor; la capacidad para embarcar y operar helicópteros, proyecta la observación, detección y guÃa de armas, más allá del horizonte. Otro hecho muy importante marca esta década: en desarrollo de un propósito de Estado, vieja aspiración de la Armada, se diseña, construye y se pone en funcionamiento la Base Naval de “BahÃa Málagaâ€?[10] con lo cual se fortalece la presencia en el espacio marÃtimo jurisdiccional del pacÃfico y se crea un polo de desarrollo en la región. La InfanterÃa de Marina se compromete a fondo en operaciones de orden público en clara determinación de contribuir al esfuerzo que realizan el Ejército y la Fuerza Aérea. La Aviación Naval adquiere reconocimiento y se prepara para ser un componente importante de apoyo táctico y administrativo.
La década registra un importante crecimiento en el campo de la OceanografÃa e HidrografÃa. Nuevas unidades, el ARC “Providenciaâ€?, y el ARC “Malpeloâ€? y el fortalecimiento de la infraestructura terrestre y los Centros de Investigación, permiten al paÃs conocer las potencialidades de los recursos vivos y no vivos, de sus espacios marÃtimos y su fondo, la elaboración de cartas náuticas, la instalación de ayudas a la navegación y el estudio de las zonas costeras. Todo esto para contribuir al desarrollo nacional.
El final de esta década coincide con mi retiro voluntario del servicio. Fue un verdadero privilegio: servir y contar con hombres y mujeres profesionales leales a la noble causa de la Armada, tripular unidades a flote de diferente Tipo y Clase, y haber sido escogido a ocupar cargos operativos y administrativos, todos de importancia, hasta finalizar mi carrera naval en el honroso cargo de Comandante de la Armada de mi paÃs. Mi eterna gratitud a la Marina de Guerra de Colombia. Cuarenta y cuatro años ininterrumpidos al servicio de Colombia es mi gran orgullo, y el legado para mis hijos y sus hijos...
[1] Palabra utilizada por Oficiales y cadetes para señalar a quienes venÃan de la Escuela Militar del Ejército.
[2] La Armada se hace cargo de la formación de los Oficiales para la Marina Mercante.
[3] Destructores “Caldas y Antioquia�. Fragata de Patrulla “Almirante Padilla�. Moto Velero “La Atrevida�
[4] Adquiridos a raÃz del conflicto con el Perú en el año de 1931
[5] Petroleros de segunda mano: ARC “Antonio de Arévalo�. ARC “Coveñas�.
[6] Los nuevos petroleros ARC “Barrancabermeja� y ARC “Tumaco�.
[7] Arriba a Cartagena el 11 de noviembre de 1968.
[8] Tensión por maniobras agresivas de unidades navales de Venezuela contra unidades navales de Colombia.
[9] Nicaragua en declaración de la Junta de Gobierno desconoce la validez del Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928
[10] Financiación de Bancos de Suecia, Noruega y Finlandia; construcción por la firma Sueca A.B.V en la modalidad “llave en Mano�
Ingresó a la Escuela Naval “Almirante Padillaâ€? en septiembre de 1954, proveniente de la generosa tierra boyacense, impulsado por los horizontes desconocidos y fascinantes que le insinuaba la vida del mar; imberbe aún y protegido por el mas valioso de los equipajes para el desafÃo que le esperaba, como fueron las rÃgidas bases morales inculcadas por sus padres y maestros en un ambiente de férreas tradiciones y buenas costumbres y la sólida preparación académica que fue definitiva para poder salir airoso en un medio altamente competitivo.-
De 120 cadetes que ingresaron al Contingente XXV, sólo 31 alcanzaron el grado de Teniente de Corbeta en ceremonia realizada en el estadio Once de Noviembre de Cartagena el dÃa 10 de febrero de 1959 y presidida por el entonces Presidente de la República, Doctor Alberto Lleras Camargo.
Como Teniente de Corbeta fue nombrado Segundo Comandante del ARC Gorgona, con sede en Buenaventura, cargo que le permitió adquirir cierta experiencia en maniobras, navegación y un amplio conocimiento de toda la costa del PacÃfico colombiano, asà mismo la participación del Buque transportando los materiales y personal para la construcción de la Prisión en la Isla de Gorgona. Después de un año y medio fue trasladado al ARC 20 de Julio, bajo el Comando del Capitán de NavÃo Jaime Parra RamÃrez, unidad en la que ascendió a Teniente de Fragata como Jefe de Armamento Principal y con una formación integral que le permitirÃa alcanzar muchos éxitos en la profesión. Recién pasada la Escuela Naval a la Isla de Manzanillo fue trasladado como Oficial de Planta, desempeñándose en diferentes cargos durante cuatro años que marcaron un hito en su carrera ya que como Comandante de CompañÃa y profesor, contribuyó en la formación de los Cadetes que alcanzarÃan el máximo grado en el escalafón naval y el Comando de la Institución, Almirantes Edgar Romero Vásquez, Sergio GarcÃa Torres y Mauricio Soto Gómez. Luego de su ascenso a Teniente de NavÃo fue trasladado en comisión del servicio al Ministerio de Hacienda, Aduana Nacional, para comandar el Grupo de Guardacostas del PacÃfico conformado por dos unidades, las patrulleras PEDRO GUAL y ESTEBAN JARAMILLO, buques modernos, construidos en Alemania. Regresa entonces a Buenaventura con mayor experiencia profesional pero más expuesto a las tentaciones de este Puerto de Mar.-
Como Comandante de la patrullera Esteban Jaramillo le correspondió llevar a la Isla Prisión de Gorgona, considerada como la cárcel más segura del paÃs al Nuncio Apostólico Monseñor PAUPINNI y, como dato anecdótico, en uno de los patios, el recluso encargado de presentar el saludo al Nuncio Apostólico fue un famoso atracador de apellido Sánchez Lancheros que se habÃa fugado de la cárcel de Araracuara. En su intervención, por cierto muy elocuente, porque era un lÃder de la prisión que atravesaba en esos momentos dificultades económicas, le propuso al ilustre visitante que le gestionara un permiso por cinco dÃas y que regresarÃa con 50 millones de pesos para solucionar los problemas económicos de la prisión de Gorgona.-
Terminada su comisión al servicio de la Aduana, fue trasladado como Jefe de Operaciones al petrolero ARC COVEÑAS, unidad que bajo el comando del señor Capitán de Fragata Jorge Vera Pineda, zarpó rumbo a los Astilleros de Mobile (Alabama) a reparaciones mayores, pero después de permanecer dos meses en Mobile, recibió la orden de zarpar para Bilbao, España, con el fin de efectuar reparaciones mayores en el Astillero Naval de Sestao, el mismo, donde se estaba construyendo el Buque Escuela “Gloriaâ€?. Durante la travesÃa de Mobile a Bilbao fue necesario cambiar el rumbo hacia la costa de Portugal para evadir un huracán que alcanzo a afectar la superestructura del buque. La recalada a Bilbao coincidió con la de otro petrolero que se dirigÃa al mismo Astillero para ser desguazado, lo anecdótico fue que lo confundieron con el Coveñas.
Después de permanecer dos años en reparaciones el Buque regreso a BN1 para navegar en la ruta Mamonal a Buenaventura transportando combustibles. Cumplidos 38 viajes en este ruta se le notifico de su traslado a Bogotá para desempeñarse como ayudante privado del Comandante General de las Fuerzas Militares General ALFONSO MEJÃ?A VALENZUELA cargo en el que permaneció dos años y medio. Estando en los Estados Unidos acompañando al Comandante General, al salir de una reunión social en la Base Aérea de Fort Eagle, el General MejÃa me dijo: ayudante aliste su uniforme de gala para asistir a la fiesta de aniversario de los 25 años del Batallón de ArtillerÃa Galán, en el Socorro, porque allá lo voy a casar, premonición cumplida al pie de la letra, ya que en el helicóptero que transporto de Bucaramanga al Socorro al Comandante General y su comitiva conoció a Bertha Victoria, su señora esposa.-
En el año de 1969 fue seleccionado para adelantar en la escuela de submarinos de RÃo de Janeiro en Brasil curso en esta especialidad, convirtiéndose en el primer Oficial de la Marina Colombiana calificado como submarinista, a su regreso al paÃs fue trasladado a la Escuela de Clases Técnicas para entrenar al grupo de suboficiales que posteriormente viajo al Perú para adelantar el curso en la Escuela de Submarinos y conformar las primeras tripulaciones de los submarinos oceánicos ARC “Pijaoâ€? y ARC “Tayronaâ€?, construidos en los Astilleros H.D.W. de Kiel Alemania.-
Como pionero de la Fuerza Submarina le correspondió efectuar las pruebas de profundidad de los submarinos Tácticos ARC “Intrépidoâ€? y ARC “Indomableâ€?. Estas pruebas normalmente se efectúan en un dique de presión, pero por carencia del mismo fue necesario realizarlas en mar abierto sosteniendo el submarino con una guaya, maniobrada desde el Remolcador ARC “Pedro de Herediaâ€?. Como recuerdo anecdótico y milagroso, encontrándose a bordo del ARC “Intrépidoâ€? con el Ingeniero Italiano SERGIO PUCHARINNI, propietario del Astillero COSMOS y constructor de estos submarinos, realizando la prueba de presión, cuando estaban a 160 metros de profundidad empezó a entrar agua al interior del submarino, siendo imperativo salir de emergencia, pero debido al fuerte oleaje se presento una falla en el sistema del cabrestante del ARC “Pedro de Herediaâ€?, que impedÃa cobrar la guaya para subir el submarino, razón por la cual la maniobra se prolongo por mas de 20 horas y gracias a la Divina Providencia y la pericia de los buzos de la Flotilla de Submarinos entre ellos Coronel Amadeo González, Mayor Lázaro del Castillo y Sargento Rivera, que desafiando la presencia de los tiburones lograron maniobrar a mas de 30 metros de profundidad para colocar unas lÃneas de vida y evitar que el submarino al salir a superficie colisionara al remolcador.-
Como Capitán de Corbeta viajó en comisión de estudios para adelantar curso en la Escuela de Submarinos de NEUSTAD – ALEMANIA y curso de sensores y armas submarinas en ECKENFIORDE – ALEMANIA, desempeñándose además como Inspector en la construcción del ARC “Pijao� y ARC “Tayrona� en los Astilleros H. D. W. de Kiel Alemania.-
Como Capitán de Fragata recibió el Comando del ARC “Pijaoâ€? y posteriormente como Capitán de NavÃo, fue Comandante de la Flotilla de Submarinos y Comandante de la Escuadra de Mar.-
En 1982 fue designado como Agregado Naval de la Embajada de Colombia en Venezuela, al termino de la comisión diplomática recibió la Dirección de Personal de la Armada.- Fue seleccionado para adelantar curso de Altos Estudios Militares en la Escuela Superior de Guerra en 1986, ascendiendo a Contralmirante en diciembre del mismo año.
Posteriormente desempeño los cargos de Sub-Director de la Escuela Superior de Guerra, Comandante del Comando Unificado del Sur y Comandante del Comando Especifico de San Andrés y Providencia. Como Vicealmirante fue nombrado Comandante de la Fuerza Naval del Pacifico cargo que desempeño hasta marzo de 1991, cuando fue designado Inspector General de la Armada. Entre noviembre de 1992 y diciembre de 1994 dirigió a la Armada Nacional como Comandante y finalizo la carrera como Agregado Naval de la Embajada de Colombia en Washington,-
Durante sus 39 años de servicio activo, recibió igual número de condecoraciones Nacionales y de Gobiernos extranjeros, que hoy adornan su galerÃa de Recuerdos Marineros.
Almirante Holdan Delgado Villamil- 26-012
Me dijo Jorge Serpa que escribiera algo para la edición Nº 100, que volvió a unir a quienes pasaron por la Escuela Naval. Y... no me puedo negar, a pesar que, el paso de los años, ya entorpece los recuerdos y el gusto para escribir de manera correcta.
Desde la primera publicación se sintió que este vÃnculo es un verdadero grillete sólido y amable, como es la amistad que nació entre compañeros de la Escuela Naval. Y asà se lo comenté hace unos años a un señor ex Comandante de la Armada, durante su comando, porque la importancia de la Cybercorredera se relaciona directamente con el espÃritu de cuerpo y camaraderÃa, que deben prevalecer por encima de situaciones personales o profesionales que nos pudieron afectar. Es algo valioso que se atesora y favorece a sus fundadores, que hoy vemos más jóvenes o rejuvenecidos por el bien que nos hacen.
En mi caso recordé los famosos “correderosâ€? de mi época, a quienes admiré por sus dotes de escritores, dibujantes y aguerridos crÃticos con la sección de “La Tijeraâ€?, a pesar de las “retaliacionesâ€? a que se vieron expuestos y que les tocó sufrir. Eran los años de formación en un medio que nunca imaginamos, que hoy recordarÃamos con nostalgia. Muchos de nuestros amigos, superiores, compañeros o “cadetes menos antiguosâ€?, ya no se encuentran en este mundo. Pero otros permanecen en la vida y es a través de la Cybercorredera, cuando escuchamos de ellos: Gracias señores “cybercorrederosâ€? y que Dios los conserve y logren consolidar los vÃnculos que han logrado.
Me solicitó Jorge Serpa que escribiera algo sobre mi paso por las Fuerzas Militares, pero creo que es mejor que lo haga sobre el lazo que siempre une a los cadetes navales. De cómo fue en ese entonces, cuando nunca soñamos con esta revolución positiva de los computadores y el Internet, que cambiaron costumbres y mejoraron la vida. Y hablo sobre la Escuela Naval antigua, aquella que habitó en las instalaciones de Bocagrande, de donde egresamos los graduandos hasta el Contingente 26, mi Curso. Porque después de nuestro grado, se hizo el traslado a las modernas instalaciones de Manzanillo, que hoy miramos con orgullo por su progreso e imponencia.
En ese entonces funcionó la “Corredera� en medio de un ambiente casi hostil, o
asà lo sentimos muchas veces. Y no era para menos porque nos formaban para el
mando en el mar que debÃa ser recio, bajo el parámetro que nuestra vida en
la Escuela fuera tan difÃcil que cuando
llegáramos a bordo como Oficiales, encontráramos
que las exigencias de la carrera
parecieran o fueran más fáciles. Que el mar no era para jugar ni soñar,
pero si para trabajar muy duro, porque asà lo exigirÃan las circunstancias y la
propia vida abordo. Hicimos varios �Términos� embarcados en las antiguas
fragatas, navegando especialmente por la Guajira, patrullando y vigilando unos
islotes que ya no son nuestros.
Y con la vida de grumete o marinero abordo, de acuerdo a la equivalencia de grado que tuvimos con los tripulantes, capitalizamos un conocimiento cercano e indispensable para formar el carácter y saber lo que pensaban, sus inquietudes, objetivos y visión de la carrera, que estaba absolutamente integrada con el destino común de quienes comparten vocación y sobre todo, la visión del futuro que tendrÃamos. Fue una enseñanza invaluable junto con la de la Escuela, por años que se alargaron con la caÃda del “Gobierno Militarâ€?, que fue de lo mejor que tuvo Colombia. Pasamos por muchas situaciones que quedaron reflejadas en las páginas de “La Correderaâ€?, gracias al esfuerzo de Guardiamarinas y Cadetes, que con el paso de los años siguieron su destino, muchos de ellos en la “Vida Civilâ€?, donde también cosecharon triunfos y mostraron el testimonio de su capacidad, sapiencia y talento.
Todas las experiencias vividas fueron temas invaluables para la Revista y tiene un capÃtulo especial el Crucero de Entrenamiento a Europa en 1956, a bordo de las fragatas A.R.C. “ALMIRANTE PADILLAâ€? y A.R.C. “ALMIRANTE BRIONâ€?: El artÃculo lo escribió mi Guardiamarina ANÃ?BAL CARRILLO P. (q.e.p.d.), ecuatoriano, quien conservó una gran amistad con Colombia y llegó al grado de Vicealmirante en la Armada de su paÃs, que junto con un buen contingente de compatriotas suyos, hicieron la carrera en nuestra Escuela.
Ya tenÃa guardada esta nota en la “memoria del PCâ€?, pensando que no era menester este escrito, pero acabo de recibir una reiteración de nuestro Director en un mensaje que titula “Amable Solicitudâ€?, que dice mucho de su cultura y memoria, que a estas horas de la vida excusa los olvidos propios de la edad.. Asà que retomo el rumbo y procedo a registrar algunos recuerdos.
La mejor manera de recordar nuestra vida en la Escuela Naval, es repasando las “Correderasâ€? de esa época, que se publicaban para el grado de cada Promoción o Contingente. Se trabajaba durante varios meses después de la “Recogidaâ€? y en los dÃas festivos y francamente que era un verdadero “troteâ€? que se hacÃa difÃcil por la crÃtica de compañeros y especialmente de quienes miraban esa “Comisión de La Correderaâ€? como un “chicharrón“. Pero salÃamos adelante y nos sentÃamos muy orgullosos repartiendo la edición, la noche del grado en la Escuela Naval.
De la época en la Escuela Naval en Bocagrande tengo presentes algunas anécdotas: Cuando estaba de Director de la Escuela el señor Capitán de NavÃo JULIO CESAR REYES CANAL, una noche recibimos con sorpresa la orden de ir a la residencia del señor Director, que vivÃa en una de las casas de la Base, que hoy quedan al lado de la Avenida San MartÃn. Y fue sorpresa porque todo el material de publicación era revisado por un Oficial que supervisaba el trabajo, que lo llevaba a la Dirección para aprobación. Pero esa vez nos citaron personalmente. Yo dibujaba las caricaturas para la revista y llegamos con nuestro guardiamarina Director que si la memoria no me falla, era el G/M ANTONIO MARÃ?A MARTÃ?NEZ TORRES (q.e.pd.), con el Cadete RAFAEL FERNÃ?NDEZ MOLINA, quien escribió artÃculos inolvidables y otro compañero. Mi capitán Reyes Canal nos recibió en la sala de su residencia. Revisó el material muy serio y de pronto se detuvo en la caricatura que le habÃa dibujado y preguntó: “¿Quién hizo esto?â€?. Con mucho temor y respeto me levanté y le respondÃ. Mi Capitán Reyes Canal me dirigió su mirada de buen Comandante y dijo: Está bien el dibujo, pero no se publica. Creo que la dejó para él, seguramente como recuerdo.
Asà que todas las actividades de estudio, instrucción militar, embarques, cruceros por las aguas propias, porque después del de Europa, no regresamos en nuestra vida de cadetes y junto con las experiencias de las guardias abordo, franquicias, reuniones sociales en la Escuela y muchas otras, dan suficiente material para escribir un libro. Pero ello corresponde a quienes tienen esa vocación y talento, como mi Capitán ROM�N BAZURTO y muchos otros cuyos escritos he podido disfrutar en esta publicación.
Como en toda Institución, muchos cadetes sobresalieron en la vida luego de retirarse. Y debo registrar que cuando me correspondió la supervisión de la Comisión de la Corredera, estando de Oficial de Planta en el Batallón de Cadetes, tuvimos un insigne cadete “corrector de pruebasâ€?: el cadete JUAN MANUEL SANTOS que es hoy nuestro Ministro de Defensa, quien a pesar de tanta responsabilidad y recorrido en la vida de la Nación, recuerda que en su juventud, también fue “correderoâ€?. Igualmente se pueden nombrar varios oficiales formados en la Escuela Naval que luego de su retiro, se volvieron exitosos empresarios, demostrando capacidad profesional en diversas actividades, especialmente relacionadas con el Poder MarÃtimo. Y para evitar omisiones involuntarias, porque es mucha el agua que ha pasado bajo el puente, dejo las citas de personajes y amigos, pues sabemos que a estas horas de la vida la memoria se torna muy frágil.
Creo señor “Enfermero Pinto� que ya debo cerrar este escrito y sólo me resta reiterarle un sincero saludo de reconocimiento, por la publicación de la Cybercorredera, que llega a la edición número 100. Y le aseguro que las leemos todas en la quietud de nuestros hogares con mucha gratitud y pensando que, ustedes si han demostrado un verdadero “Amor por la Institución� y que los lazos de amistad de quienes fueron cadetes en la Escuela Naval son imperecederos.
Que Dios los bendiga.
Cartagena, noviembre 21 de 2008.
La Cibercorredera, nombre adoptado en razón a las innovaciones tecnológicas del enfermero Pinto y a la amplia audiencia en el ciberespacio, nació como una sencilla convocatoria de nuestro querido amigo Jorge Serpa para unir a los compañeros del contingente 38, ingresados a la Escuela Naval el 7 de enero de 1964, y por eso fue bautizada inicialmente como “La Corredera del 38�.
Pero quien es Jorge Serpa? Para quienes han tenido la oportunidad de leer el libro de su autorÃa “Rojas Pinilla una historia del siglo XXâ€? y desean saber quien es su autor encuentran en la contratapa una de las más breves biografÃas que he visto y que para conocimiento de los ciber-correderos, me atrevo a transcribir: “Jorge Serpa Erazo nació en Bogota en 1946, Economista y Master en Administración de Negocios, Miembro de la Academia de Historia de Santander y de la Sociedad Económica de Amigos del PaÃs.â€? Ahora bien, para muchos de los lectores de la Ciber-corredera, es la sombra detrás del enfermero Pinto, pero ignoran no solo su figura prominente sino sus ejecutorias, su paso por la Escuela Naval y ante todo sus cualidades como amigo y compañero.
Jorge Serpa lleva en su sangre la estirpe militar heredada de su padre el Mayor
del Ejército Nacional Mario Serpa C. sacrificado en
los cruentos sucesos del fatÃdico Bogotazo, el nueve de abril de 1948,
a quien la Armada Nacional quiso rendir un homenaje, bautizando con su nombre,
una de las unidades que por muchos años surco las aguas de los rÃos de la
Patria, Ingreso a la Escuela Naval el 7 de enero de 1964
integrando el contingente 38, con otros ciento
cincuenta jóvenes, provenientes de diferentes regiones del paÃs, pero
infortunadamente un lamentable accidente con una escotilla lo llevo a un retiro
temprano, retiro fÃsico más no espiritual, pues ha
profesado un profundo amor por la Patria y por la Armada, por eso, una vez hecho
un profesional de las ciencias económicas continuó su vinculación con la
institución, donde sus gestiones, cuando desempeñó el importante cargo
de Director General de Crédito Publico, permitieron a la Armada adquirir el
equipo complementario de las fragatas misileras y negociar favorablemente los
reajustes pendientes de este proyecto. Simultáneamente con el gobierno sueco,
adelantó los tramites mediante convenio Gobierno a Gobierno para la construcción
de la Base Naval del PacÃfico.
Es
justo decir que Jorge Serpa ha estado desde siempre vinculado con la Armada y
desde el año 2001 se desempeña como vicepresidente del Consejo de Historia Naval
y artÃfice de la Ciber-corredera, medio que ha servido para unir a todos quienes
portamos el uniforme naval.
Quisiéramos resaltar en esta edición 100 de la Ciber-corredera el sentido de amistad y compañerismo que distinguen a Jorge Serpa, virtudes militares que constituyen la base de la cohesión y del verdadero espÃritu de cuerpo de los miembros de la institución naval. Quienes lo conocemos sabemos de su permanente disposición para ayudar al prójimo, de su solidaridad en momentos difÃciles, pero ante todo, de su amistad e inmensa generosidad y aquà llamamos la atención de las nuevas generaciones para que hagan honor a estos principios y valores. Es cierto, vivimos la generación de la globalización, marcada por la individualidad, donde muchas veces no creemos en la importancia de la amistad, el compañerismo y el espÃritu de cuerpo, que son y serán siempre cualidades que multiplicaran nuestras capacidades, para lograr éxitos en las tareas y misiones que se nos encomiendan pero ante todo, llenaran de satisfacción nuestras vidas.
Nuestro compañero y amigo JORGE SERPA es le mejor ejemplo de estos principios y valores.
Querido enfermero Pinto, ahora que estas enterado quien esta detrás de bambalinas para hacer realidad la cibercorredera, se que no escatimarás esfuerzos para llegar a la edición 200.
BZ CIBERCORREDERA en sus cien ediciones
CR IM José Ramón Calderón Zambrano/ 38-004
En el año 2008, el ENFERMERO PINTO vive y muchos no tienen ni idea quien es.
De donde salió, como apareció y se creó la famosa “Corredera del 38� (como se
denominó originalmente). Pues bien, con ocasión del nombramiento del señor
Almirante Mauricio Soto Gómez, de Comandante Armada Nacional, el continente 38,
le brindó el 27 de enero del año 2000, merecido homenaje en el Hotel Tequendama
(salón Monserrate), donde asistimos, sus compañeros
del contingente 38, oficiales retirados de los contingentes 35, 36, 37 y del 40
y 41, con sus distinguidazas señoras. A eso de las tres de la mañana, algunos de
los asistentes, al calor de los buenos tragos, en la fase del compañerismo,
amistad y recuerdos, el Lorito Indaburu, el Negro Torres, Jairo Cardona, Mono
Prieto, Rojo Ochoa y el famoso “ENFERMERO PINTO�, propusieron mantener una
comunicación mensual o semanal, por correo electrónico, escribiendo
del pasado, presente o futuro; aquà fue donde nació "la corredera del 38",
pero lo mas valioso de este cybercorreo, fue reunir la información y
entregársela a una sola persona, para que ella la distribuyera a los pocos
anotados con la dirección electrónica. De este proceso puedo decir que apareció
el “ChapulÃn Coloradoâ€?, y la Corredera del 38 empezó a circular con lujo
de detalles. Recuerdo el buen trabajo de Cardona con varias entrevistas, El
Pollo GarcÃa, el Negro Torres, el capitán
Gordillo sobre Italia, el almirante Jaramillo, el almirante Lemaitre y hasta el
Comandante de la Armada, aparecieron en las entrevistas.
Esta revista virtual del 38, de la noche a la mañana creció en forma tan grande, que muchos oficiales retirados de otros contingentes, se contagiaron y quisieron vincularse al correo del 38, y se suscribieron. Lo mismo pasó con oficiales activos, que obligó al cambio del nombre, para ser menos restrictiva y más participativa. Entonces apareció CYBER- CORREDERA y que decir… todos los oficiales activos, retirados y cadetes de todos los contingentes estamos hoy unidos por este medio. Aquà nos enteramos en forma muy particular y grata de nuestras vidas, de nuestra Armada, de nuestro quehacer, de la historia de la marina, recibimos noticias al dÃa, a la hora, de todo lo que ustedes se imaginen, pero muchos, la verdad sea dicha, lo único que esperan con ansiedad es el CYBER –MASCARON DE PROA.
Que gran trabajo, hoy en sus ochos años de creada y gracias al TF ® Francisco RodrÃguez, hijo de nuestro querido capitán Saturnino RodrÃguez, tenemos desde Alemania, una página WEB y es asà que la CYBER-CORREDERA le da la vuelta al mundo cada mes y cada vez que en nuestra querida Armada sucede algo que nos debemos enterar.
Los grandes periódicos y revistas del mundo cuando llegan, a cumplir 100 años o a su edición 100 celebran con lujo de detalles su publicación, recuerdo El TIEMPO, que guardó en un cofre algunos artÃculos y los puso en el túnel del tiempo. Hoy la CYBER CORREDERA llego al numero 100 y el único artÃfice de este acontecimiento es el ENFERMERO PINTO y todavÃa muchos no saben quien es este personaje, pues bien el economista, historiador, profesor universitario, columnista de periódicos y revistas nacionales y extranjeras, hijo de un Héroe Nacional, del señor mayor del Ejercito Mario Serpa C., quien ofrendó su vida el 9 de abril de 1948 (primer oficial egresado de la Escuela MIlitar muerto en orden público); en su honor se bautizó en 1953 una unidad naval y en 2002 se activó con su nombre un Batallón del Ejercito, perteneciente a la Brigada XIV, localizado en Segovia (Antioquia). El enfermero Pinto es también, miembro de la familia naval, del contingente 38, Economista con postgrado en Desarrollo Económico de Harvard University (1980) y MBA de Management Education Institute de Cambridge (1982), que se desempeñó como Director del Plan de Desarrollo de la UIS, Gerente de la Licorera de Santander, Director General de Crédito Público y Viceministro de Hacienda, pero lo más importante, como cadete fue miembro “Honorarioâ€? de la ENFERMERIA y de la CORREDERA, En nombre de todos los CYBER CORREDEROS felicitaciones, merece honores de pito, con muchas HURRAS. Es el artÃfice de esta gran revista virtual que todos los que queremos a nuestra ADORADA ARMADA le damos las gracias, BZ , 21 cañonazos.
EDITORIAL
La
fuente más fecunda de emociones intelectuales es el recuerdo. Pero las
evocaciones influyen de manera diferente de acuerdo con los temperamentos, sobre
todo en estos tiempos, cuando se vive una completa anarquÃa espiritual, donde
todo ocurre y todo pasa como el
amor,
el dolor, la alegrÃa, menos lo que tenemos en la mente.
Quienes pasamos por la Escuela Naval, vivimos una juventud subordinada a una rÃgida disciplina pero la combinamos con la bohemia sentimental. Largas jornadas de estudio, estresantes horas de “orden cerradoâ€?, exigente y dura vida militar, se matizaban con el compañerismo y la solidaridad que en las horas de franquicia se alternaban liberando nuestro espÃritu al brindar con los compañeros, consumir viandas apetitosas y disfrutar los placeres mundanos reprimidos, hasta agotar el giro mensual enviado por nuestros padres. Lo que caracteriza a la juventud es el exceso y la prodigalidad
Pero, cada uno de nuestros superiores, compañeros y subalternos ha sido una estación en el viaje de nuestra vida. A ellos debemos gran parte de nuestra formación fÃsica, intelectual y social. Ese es el objetivo y la misión permanente de la Cyber-corredera: mantener esos lazos, evocar los minutos felices y lograr el apaciguamiento de las pasiones que se gestaron cuando se vestÃa el uniforme naval.
La principal ambición es convertir los recuerdos en artÃculos. No abundan investigadores pacientes pero sà narradores amenos. Más que otra disciplina y cualquier literatura, la memoria es un taller, una industria intelectual y cada contingente naval aporta a la historia de nuestra Armada un capÃtulo nuevo.
Cuando recapitulo mi entusiasmo y grato trabajo realizado desde el año 2001, para producir, editar y enviar con éste, 100 informativos virtuales, me asombra el apoyo y la acogida que Cyber-corredera ha logrado en la Familia Naval Colombiana. Tan difÃcil como fue dejar algunas tareas de mi vida familiar y profesional, para realizar este oficio, me fue fácil, sencillo y grato despertar el interés de mis compañeros del Contingente 38 que, sin esfuerzo, se transmitió a todos los miembros activos y retirados de la querida Armada Nacional, encontrando siempre respuesta calurosa y una extensa nómina de colaboradores.
En este alegre atardecer de mi vida, nada de lo que se ha realizado en Cyber-corredera se puede adjudicar o atribuir exclusivamente a mis capacidades o méritos, ni siquiera en parte primordial. Es el fruto de muchas ideas, permanente acompañamiento, estÃmulo y valiosas colaboraciones de un sinnúmero de personas, que con probada eficacia, han permitido que con esta edición, se llegue al número 100.
Como corredero que fui cuando estuve en la Escuela, recuerdo las tardes azules y las noches de claridad estelar, que tenÃamos en aquel refugio de la Corredera, con Ernesto Cajiao, Rubén CombarÃza, Ricardo GarcÃa Bernal, Fernando Lerzundy, Gabriel Vélez Ordóñez (QUEPD) y otros cuya imagen y nombre, con los años, se han esfumado de mi frágil memoria, donde elucubrando artÃculos para ese anuario naval, adquirimos riqueza sintáctica y variedad idiomática que luego unos en la vida militar y otros, como el suscrito, en la civil, nos permitieron describir los estados del alma, los sentimientos y afectos, los abatimientos y exaltaciones para terminar dedicados a investigar y escribir sobre historia, como lo ha hecho con dedicación y éxito el hoy respetado y muy leÃdo Capitán de NavÃo Ricardo GarcÃa.
No puedo terminar esta manifestación de agradecimiento a todos los miembros de la Familia Naval Colombiana y a los apreciados señores oficiales que, a lo largo de ocho años, amablemente han dado brillo a este significativo logro, con sus elocuentes escritos, mensajes, fotografÃas, sin expresar la satisfacción y orgullo que me embargan el haber recibido artÃculos escritos especialmente para esta singular edición por el señor Almirante Guillermo Barrera Hurtado, actual Comandante de nuestra Marina de Guerra, de los respetados y distinguidos señores Almirantes Orlando Lemaitre Torres, Manuel Avendaño Galvis, Hernando GarcÃa RamÃrez, Holdan Delgado Villamil y Mauricio Soto Gómez (querido compañero y amigo de toda la vida), quienes fueron destacados Comandantes de la Armada Nacional, del señor Coronel IM José Ramón Calderón Zambrano (también camarada y amigote) aplicado y eficiente Cyber-corresponsal en Cartagena y del Teniente de Fragata Francisco RodrÃguez Aguilera, quien, desde Alemania, donde reside, con su habilidad y conocimiento permitió a la Cyber-corredera tener página WEB.
El dÃa de hoy es de fiesta para este modesto servidor agradecido. Elogios, apologÃa, ponderaciones y demás inmerecidas referencias de quienes en sus amables artÃculos han hecho del suscrito, me obligan a seguir contribuyendo con el mismo entusiasmo y dedicación a servir a la Familia Naval con este informativo virtual y con otras cosas que vayan surgiendo para mejorar y ampliar el servicio. Por último, deseo agradecer a mi querida esposa Gladys, su paciencia y permanente ayuda para elaborar, corregir, editar y enviar la Cyber-corredera.
Mil gracias
Jorge Serpa Erazo- 38-082
Sede Metropolitana
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2. Corporación Atheneum
World Trade Center Club Calle 100 No. 8A - 49 Torre B Mezanine Teléfono: (1) 6108502 - (1) 6108504 Email: gerenciaatheneum@sky.net.co Lunes a Viernes: 7 - 22 Hrs. Sábados: 10 - 20 Hrs. |
3. Corporación La Estancia Tennis Country Club |
4. Club
Campestre La Sabana Km. 6 Via Tibitó Tocancipá Teléfonos: (1) 8523650 - (1) 8523269 http:// www.clublasabana.com Miércoles a Viernes: 7 - 18 hrs |
5. Club de
Abogados Carrera 8 No. 91-54 Bogotá Teléfono: (1) 6109088 Fax: (1) 6113073 http://www.clubabogados.com Lunes a Viernes: 7 - 22 hrs Sábados: 7 - 20 hrs |
6. Club de
Ingenieros Calle 39 No. 15 - 37 Bogotá Teléfonos: (1) 2875900 - (1) 2453145 Fax: (1) 2884451 Email: cdeingenieros@yahoo.com Lunes a Viernes: 8 - 21 hrs |
7. Club de Profesores de la Universidad Nacional de Colombia - Los Buhos
Calle 200 Autopista Norte Costado Occ. Teléfonos: (1) 6765968 - (1) 6765946 Email: clubbuhos@etb.net.co Martes a Viernes: 8 - 22 hrs |
8. Club Campestre La
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9. Asociación de Golfistas Senior de Colombia Calle 93 No. 14-20 Oficina 703 Teléfonos: (1) 2578165 - (1) 2574807 Fax: (1) 6212518 http://www.asoseniorgolfcol.com/ E-mail: asosenior@asoseniorgolf.com Lunes a Viernes: 8 - 13 hrs y 14 - 17 hrs |
10. Club Médico Calle 85 No. 7 - 74 Bogotá Teléfono: (1) 2367573 - (1) 6160443 http://www.clubmedicodebogota.com Lunes a Viernes: 8 - 23 hrs |
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