Informativo virtual
para integrar la familia naval colombiana
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Nº 133
2011
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Unidos por el mar
y exhaustos por el
último poste
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Existen dentro del devenir de nuestra Armada Nacional episodios especialmente gratos y gloriosos que con mucha frecuencia comentamos, y otros en verdad dolorosos que involucran cierta reticencia o reserva al aludirlos por la misma mezcla de sentimientos que originan en cada uno de nosotros. Sin embargo, las dos clases de episodios forman parte integral de la historia de la institución y al acallar los que nos causan dolor y pena, estarÃamos mutilando nuestra historia; otra cosa bien diferente es la forma como a ellos nos refiramos. Hago esta acotación por cuanto en seguida intento relatar como testigo ocular que fui, la ardua, difÃcil y al final frustrada maniobra de salvamento o rescate de la vieja y entrañable fragata “Almirante Padillaâ€? después de su fatal accidente en Cayo BolÃvar, acción que involucró gran trabajo, esfuerzo y sacrificio y en la que convergieron un sinnúmero de hechos y situaciones en verdad bien sui géneris e irrepetibles, y que al no dejar constancia alguna de ellas, estaremos negándole a las futuras generaciones su derecho a conocerlas, evaluarlas y a emitir su opinión. Asà que, creo no errar al afirmar que con este tipo de iniciativas se estará coadyuvando a formar la necesaria memoria histórica de la Armada Nacional. Es preciso también aclarar que no es del caso hacer aquà análisis alguno sobre las circunstancias del accidente o sus protagonistas.
Mediaba el mes de Junio de 1964 en que la fragata pionera ARC “Almirante Padillaâ€? hacÃa su singladura con destino al Archipiélago de San Andrés y Providencia en misión habitual de presencia y soberanÃa en el área, cuando al amanecer de un nefasto dÃa se produce su varadura en inmediaciones de “Cayo BolÃvarâ€?, al sureste de la Isla de San Andrés. Al conocerse la noticia, el Comando de la Fuerza Naval del Atlántico ordena el alistamiento inmediato de las unidades a flote disponibles para su traslado al área en apoyo de la fragata encallada. La unidad mayor que al momento se encontraba en más pronta disponibilidad operacional era el Destructor Fletcher ARC “Antioquiaâ€?, pues su alistamiento consistió en aprovisionarse e instalar a bordo durante la noche a cargo del TK Pablo Galindo Falla, las dos cadenas y anclas que se encontraban en el muelle en mantenimiento. Zarpa pues el buque al mando del CF Fidel Torres Mantilla, el CC Fabio Rueda Gómez como Segundo y el CC Francisco Uribe Serrano como Ingeniero jefe. Asà mismo, se embarca al mando de la operación, el Comandante de la FNA en persona, el CN Jaime Parra RamÃrez, su oficial de enlace y comunicaciones TF Tarsicio Ochoa, el periodista Arturo Navas y dos reporteros gráficos, uno de “El Tiempoâ€? (no recuerdo su nombre) y otro de “El Espectadorâ€? (Carlos Caicedo). Quien escribe estas notas formaba parte de la dotación del Destructor, como TK en entrenamiento con un año de servicio a bordo, por entonces en el Departamento de Operaciones, División de Comunicaciones.
La segunda unidad en llegar al área a pocas horas del Antioquia, es el remolcador de mar “Pedro de Herediaâ€? al mando del TN Yesid Pardo, unidad indispensable para la maniobra propuesta. Posteriormente, a medida que fueron solucionando sus problemas operacionales fueron arribando al área, el ARC “7 de Agostoâ€?, la fragata gemela ARC “Almirante Briónâ€? (las unidades trasporte tipo APD aún no habÃan llegado a la ARC-) y, finalmente el petrolero ARC “Blas de Lezoâ€? con la misión de prestar apoyo logÃstico a la flota. En conclusión, el grueso de la Fuerza Naval del Atlántico estaba presente allÃ.
En el primer acercamiento ocular se pudo evidenciar que tal vez en razón a la inercia que llevaba al momento de tocar fondo, la fragata se encontraba totalmente asentada sobre el arrecife coralino del flanco occidental de Cayo BolÃvar, siendo su situación realmente crÃtica por cuanto las condiciones meteorológicas y estado del mar eran muy adversas; las fuertes olas golpeaban con violencia su popa empeorando la situación y para que un bote pudiera llegar a un costado de esta, era preciso salvar dos o tres barreras coralinas, situándose con exactitud y oportunidad sobre la cresta de la ola para entrar, y luego, arremetiendo a toda máquina contra otra ola similar para salir, maniobra al extremo temeraria que solo logró hacer con pericia en muchas oportunidades el bote motor tipo ballenera del Antioquia al mando de su experto Patrón el SS Acevedo. Más de un bote motor, comenzando con el del Pedro de Heredia en su aproximación inicial, naufragó, se averió o se perdió allÃ; el bote del 7 de Agosto por su condición estructural no pudo ser utilizado en estas faenas y el de la fragata encallada, del tipo ballenera, no era posible arriarlo pues su casco caerÃa de plano sobre los cortantes arrecifes.
Analizadas las circunstancias sobre posibilidades del Pedro de Heredia en una acción de salvamento, se concluyó que no era factible por cuanto para llevar hasta la popa de la fragata el cable de remolque o de salvataje de gran diámetro, longitud y peso, debÃa cobrarse desde la fragata y ésta ya estaba apagada y sin energÃa para sus winches; ahora, si esto se lograba de alguna otra manera, el calado del remolcador le impedÃa maniobrar efectivamente a una distancia más corta del objetivo, pues se expondrÃa al peligro por la precariedad del fondo coralino. Se procedió entonces a solicitar apoyo a la US Navy, quien envió desde Guantánamo inicialmente un buque de salvamento del tipo “Countyâ€? con todo el material técnico y humano necesario y al poco tiempo se le unió una segunda unidad gemela, pero por la misma razón de la imposibilidad de tener que llevar el extremo del cable hasta la popa de buque varado para allà hacerlo firme, nada pudieron hacer. En un intento de llevar hasta la fragata el extremo del cable con uno de sus botes, este zozobró y tuvo que ser recuperado con mucha dificultad.
Por otra parte, ya el casco de la fragata estaba partiéndose y el nivel del agua mezclada con combustible estaba subiendo de una cubierta a la otra en la mayor parte del buque, con lo cual la situación de la tripulación se tornó dramática. Para completar, en el resto de unidades fondeadas en el área en permanente mal tiempo, con el pasar de los dÃas fueron surgiendo problemas de tipo técnico: el “7 de Agostoâ€? acusó problemas en sus calderas y por el limitante de su autonomÃa, el combustible ya se acercaba al mÃnimo para su regreso; la “Briónâ€? sufrió un apagón total y debÃa llevársele la comida para toda su dotación desde el “Antioquiaâ€? en bote motor; el “Blas de Lezoâ€? en razón a la gran dificultad para acoderarse con mar gruesa al costado de los buques fondeados, no pudo cumplir su función logÃstica, al menos en cuanto al aprovisionamiento de agua potable. Asà que, antes que un apoyo, se convirtieron en un problema más en el área, viéndose asà forzado el Comandante en Jefe, a darles la orden perentoria: “¡Desaparezcan del área y de mi vista en el término de la distancia!â€?, según sus propias palabras.
Ante tales circunstancias se toma la decisión de abandonar el buque, para lo cual entre dos botes de casco más plano de los buques americanos y el bote motor del Antioquia, se fue llevando el grueso de la tripulación a esta unidad y algunos a los buques que aún no habÃan podido zarpar, quedando para el último viaje, el Comandante y su Staff. Pero antes de que el desembarco se iniciara, el Comandante en Jefe Jaime Parra concurre a bordo de la fragata, siendo también vÃctima de la furia del mar, como lo evidencia su vapuleada humanidad captada por lente de un paparazi, en compañÃa del Comandante y del Segundo de la Fragata, a su arribo a ésta. Para tomar la escena del momento de la arriada del pabellón, este servidor fue comisionado para llevar en el bote motor a los reporteros gráficos, y en un bote americano, saldrÃan los últimos oficiales de la fragata rumbo al Antioquia. Pero, pasó lo que tenÃa que pasar: al sortear la última barrera de arrecifes, y salvar la gran ola, el bote queda en el aire y se precipita con toda la fuerza y peso sobre el agua, golpeándose contra borda y cubierta tanto fotógrafos como sus cámaras que quedan averiadas. Asà que, ante la imposibilidad de tomar la foto reina, se emprende el regreso siguiendo al bote americano. Al llegar a bordo en el momento en que subÃa la escala de gato el Capitán Mario Sierra Sornoza con el pabellón bajo el brazo, de alguna manera alcancé la borda del “Antioquiaâ€? y desenfundando mi pequeña cámara olypus-pen que llevaba protegida, tomé el único registro existente de la entrega del pabellón del ARC “Almirante Padillaâ€? al Comandante de la FNA, fotografÃa que ya fue acreditada en por el Consejo de Historia Naval dentro de su concurso fotográfico.
La parte final de la operación está igualmente rodeada de hechos muy curiosos: al ser abandonado el buque, el Comandante de la Fuerza no quiso que su amada Fragata quedara como macabro monumento a la vista de navegantes y turistas, de manera que toma la decisión de volarla con explosivos, para lo cual acude a los buques americanos. Estos acceden y envÃan en uno de sus botes a un equipo especial a instalar en la fragata explosivos de alto poder para ser detonados por control remoto a distancia; pero el sino adverso que acompañó toda la operación hizo también que el bote naufragara en inmediaciones del buque, quedando las cajas de explosivos flotando a la deriva con la corriente en dirección a la punta sur de San Andrés y en lÃnea de intersección con el “Antioquiaâ€? que estaba fondeado sin poder en ese momento cobrar la cadena para zarpar (los explosivos, según sus dueños, serÃan peligrosos al impactar con el casco a instancias del fuerte oleaje). Con los explosivos flotando a la vista en dirección al buque, se trató de activarlos con impactos de fusil de larga distancia desde la proa, sin obtener resultados. De manera que, excepto el grupo de marineros que desde la borda en proa sostenÃan colchones atados a cuerdas hasta el nivel del agua para amainar el posible golpe con el casco y a la par de los explosivos desplazándose hacia popa, los demás seres vivientes de a bordo, contuvimos la respiración hasta que fue evidente un cambio en la dirección del viento que hizo bornear el buque alejándolo de la lÃnea de cajas color naranja de los explosivos que ya pasaban a la altura de media cubierta, y que siguieron su camino sin que dieran muestras de hundirse en medio del fuerte oleaje reinante.
Pero aquà no termina la odisea: el Comandante de la Fuerza insiste con los americanos para que de alguna otra forma se intente colocar explosivos en la fragata, a lo cual se conviene que ello se harÃa mediante cargas de dinamita activadas por medio de mecha lenta gelatinosa, buena longitud de la cual serÃa adujada en la cubierta para dar tiempo a que el bote se retirara una vez la mecha se iniciara en la popa, desde el bote. Asà se logró hacer y una vez recibido a bordo el reporte de la ignición de la mecha, se quedó a la espera del reporte sobre el momento -según cálculo de los técnicos- para el inicio del conteo regresivo de “10â€? a “0â€? para la explosión. Nuevamente a este resignado relator le correspondió hacer dicho conteo por los altoparlantes, hasta que a la voz de ¡cero! todos de nuevo contuvimos la respiración en espera de oÃr el estallido…que nunca se produjo. ¡Una vez más, gran berrinche del Comandante Parra!, el que fue en aumento al negarse los americanos a concurrir a la fragata para verificar qué habÃa fallado. De inmediato emite la orden para que el Jefe de Armamento del Destructor acometa esa misión, orden que a regañadientes, pálido y temeroso procede a cumplir el TF Marco Tulio Gómez. Al llegar el grupo al objetivo, gran sorpresa en su reporte radial: “las ratas hambrientas en cubierta se engulleron buena parte de la mecha lenta interrumpiendo el circuitoâ€?, con lo cual, ya entre risas y bromas, se suspende la “operación voladuraâ€?, pero se reemplaza intempestivamente por la no menos improbable -para esos momentos de insomnio, estrés y cansancio- de “Bombardeo de Costasâ€? desde el Destructor fondeado con rolido y cabeceo fuertes (lo normal era navegando) y la fragata como blanco. Nuevo corre-corre para el Jefe del Departamento y el Oficial de Armamento Principal (TK Pablo Galindo) cogidos como se dice, fuera de base, pues al no usar el “modo salvasâ€? (las 4 torres al unÃsono sobre el mismo blanco -recomendación del Jefe de la División-) por la de tiro local con la Torre 51, el primer disparo con control director da sobre la chimenea volándola, pero hecho algún cambio, los siguientes nueve disparos impactan en todas partes, menos sobre la fragata, lo que hace que el CFNA monte en cólera por enésima y última vez, y ordene cancelar toda la operación y proceder al fondeadero de El Cove, invitación que declinan los buques americanos, quienes zarpan rumbo a su Base.
Ya en tierra firme y con el ánimo de distensionar tanto el cuerpo como el alma, el propio Comandante de la Fuerza invita a toda la oficialidad a departir alrededor de unos añejos scotchs, precisamente en “Los Arrecifesâ€? (¡qué ironÃa!). Pero, como si yo hubiese sido el responsable de que los botes zozobraran, que los explosivos escaparan sobre las olas, que las ratas se comieran la mecha lenta y que el “tiro al blancoâ€? de Marco Tulio y Pablo resultase fallido, fui de nuevo comisionado para en compañÃa de un grupo de suboficiales recorrer metro a metro las playas desde El Cove hasta San Luis, pasando por el “hoyo sopladorâ€? con el fin de verificar la presencia de algún resto del naufragio explosivista, ronda que igual finalizó en “Los Arrecifesâ€? para dar el parte sin novedad.
Al dÃa siguiente y luego de haber “sobrevividoâ€? casi un mes en el área de operaciones, se inició el retorno a Cartagena, navegación serena durante la cual, teniendo en cuenta que el CN Jaime Parra RamÃrez a su arribo a BN1 entregarÃa el Comando de la Fuerza para asumir un cargo administrativo en el Comando de la Armada en Bogotá y por consiguiente esta podrÃa ser su última navegación en un buque de guerra, se improvisó en la proa del Destructor una ceremonia marinera informal a manera de su despedida del mar, en la que se le mojó con agua de mar con un aplicador de incendio por parte del Comandante del Destructor y el oficial menos antiguo de la dotación, TK Enrique Mahecha, después de lo cual el rudo marino lanza su gorra al mar, acompañado de la mayorÃa de los oficiales presentes a bordo, tal como lo registran oportunas fotografÃas del reportero gráfico Caicedo. Asà pues, termina esta crónica fruto de gratas e ingratas remembranzas, para que conste en los anales históricos de nuestra Armada.
“DESPEDIDA DEL MAR� DEL CFNA JAIME PARRA RAMIREZ
Última tripulación del ARC Almirante Padilla� - No están todos los que son, ni son todos los que están…
Jamás podrÃa resignarme, por formación, a creer que las tropas de nuestro Ejército Nacional se encuentren desmoralizadas como lo pregonan algunos medios, o que la desmotivación cunde entre sus filas, por las razones que fueren. Que la acción equivocada de quienes tienen la responsabilidad de administrar justicia intimide a algunos miembros de la oficialidad y la sub oficialidad puede tener algún asidero. En esta última instancia, cabrÃa concebirse solo entre militares carentes del genuino carácter que debe distinguir a quienes un dÃa decidieron portar las armas legÃtimas de la República para su defensa. Otra cosa bien diferente es la desconfianza que generan jueces de la justicia ordinaria con sus fallos, como acertadamente lo afirma el comandante de la División de Aviación del Ejército, General Javier Rey. Y la solución es bien sencilla: restablecer el fuero militar como lo prevé el proyecto de reforma a la justicia que cursa en el Congreso de la República y que una justicia especializada sea el juez natural de los miembros de las Fuerzas Militares.
Pero los acontecimientos más recientes nos indican que, en lo que concierne a quienes están directamente involucrados en ir tras las huellas de cabecillas de grupos subversivos, la cosa está bien clara. El viernes 4 de noviembre al caer de la noche, los medios de comunicación nos informaron de la muerte de Guillermo León Sáenz alias ‘Alfonso Cano’, vÃctima de los ataques certeros de la Fuerza Aérea colombiana y de Fuerzas Especiales del Ejército Nacional.
No podrá decirse ahora, como algunos lo afirmaron cuando fue dado de baja alias el ‘Mono Jojoy’, que el éxito de la operación debÃa reconocérsele no tanto al gobierno de Juan Manuel Santos, como sà al del ex presidente Uribe y su polÃtica de Seguridad Democrática. Ni tanto reconocimiento debÃa dársele al alto mando en cabeza de un Almirante escogido por el Presidente en su legÃtimo entender, como sà a los mandos que ya no tenÃan injerencia en la toma de decisiones del nuevo Gobierno. Para aquellos inquisidores, las tropas aún obedecÃan la voluntad de los antecesores y no la de los nuevos conductores de la estrategia. ¡Sarta de mentiras! Olvidaron fácilmente que el Gobernante de turno habÃa sido antes el ministro de Defensa que “impuso el clima de la colaboración entre las distintas fuerzasâ€?; el Almirante, Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Omega en su momento, y el comandante del Ejército, quien es hoy el comandante de las Fuerzas Militares: General Alejandro Navas Ramos. Acción continuada, me enseñaron. Y cuando hay voluntad polÃtica sà que es fácil perseverar en el empeño. Sin afanes inmediatistas que suelen entorpecer el fin último que se pretende alcanzar.
El dÃa viernes 4 de noviembre alias ‘Alfonso Cano’ fue dado de baja por soldados élite de la patria, conducidos por oficiales y suboficiales probos de las Fuerzas Militares que dejan a diario lo mejor de sus vidas al servicio de los más caros ideales de una Nación vÃctima de los vejámenes de terroristas, narcotraficantes, autodefensas, ONG, profesionales corruptos del derecho y comunicadores inmediatistas
¡Ni desmoralizadas, ni desmotivadas, ni intimidadas! Las fuerzas militares comprometidas en el enfrentamiento de las organizaciones terroristas no tienen tiempo para disquisiciones inútiles, están lejos de condicionar sus acciones a la voluntad de quienes pretenden deslegitimarlas y cuestionar su entereza, sus valores y principios que le han sido inculcados. Subordinadas y leales a sus jefes y superiores, están siempre dispuestas a afrontar las adversidades de la guerra.
Con esta contundente demostración de voluntad polÃtica para enfrentar a terroristas y decidida voluntad de perseguir a narcotraficante y delincuentes de cuello blanco, el presidente Santos da una respuesta contundente a quienes cuestionan su talante que si bien es cierto, contrasta con el de de su antecesor, no deja dudas para reconocerle sus aciertos.
Para su propia tranquilidad y la tranquilidad de la patria agradecida, harÃa bien el ex presidente Ã?lvaro Uribe Vélez en aprovechar estos momentos de euforia mediática, para calmar su ánimo beligerante y aceptar que existen otras maneras de continuar su obra en lo que a seguridad se refiere; que es posible, gracias a lo que en su momento supo llevar a cabo, explorar caminos de entendimiento y reconciliación y dar pasos en dirección de nuevas instancias para los propósitos de la polÃtica de Prosperidad Democrática, y para reconocer en el nuevo gobierno, su talante de estadista que enrumba a Colombia hacia nuevos horizontes de prosperidad y desarrollo, haciendo posible que ocupe un lugar de preponderancia en el concierto de las naciones.
Cuando Lucho entró a la Escuela Naval, ya se sabÃa que el iba a ser Almirante. El hecho que serÃa ingeniero son tropiezos del destino, porque si un alguien con esa elegancia y pinta, esa tranquilidad y seguridad en su diario que hacer, podrÃa llegar a serlo, ese serÃa el cadete Luis Alberto Ordoñez Rubio (73-012). Es que si Lucho alguna vez se puso Azul y armas eso hubiera significado que el batallón de castigo lo pusieron de blanco y no que Lucho hubiera hecho algo malo, pero no recuerdo que el haya usado ese uniforme por otro asunto que el de servicio.
Cuando lo vi desfilar el 20 de Julio del 2010, en ese uniforme, a nadie se lo hubiera ocurrido decir que no es actual. Cualquier otro no le hubiera quedado pero nada bien.
Lucho siempre correcto, sincero y de confianza y con un humor inglés. Se puede decir que Lucho es en verdad oficial quasi que de sangre porque su hermano no es ni mas ni menos que el Sr. CF(r) Ricardo Ordoñez Rubio del contingente 66, otros dos hermanos también pasaron por la escuela, German Daniel del contingente 82 y Carlos Augusto del contingente 94, además un par de tÃos que también pasaron por la ARC como son Fernando Ordoñez Wills, que se retiró de Capitán de Fragata era ejecutivo superficie del contingente 21 y Eduardo Ordoñez Wills (qepd) que se retiró de Teniente de NavÃo, él fue de los primeros oficiales administradores marÃtimos también del contingente 21. Para colmo su unión con la Armada no para ahÃ. Su hermano está casado con Albita Gomez, cuyas hermanas están …. Ese cuento lo dejo para otra oportunidad, porque es largo.
Lucho está casado con Nydia Bozzi, Cartagenera de pura cepa. Nosotros pensábamos que Lucho no se iba a casar nunca, no porque no le faltaran admiradoras, sino que como que no le cuadraban, hasta que apareció Nydia. Que suerte la de Lucho ….
Su carrera Naval ha sido un orgullo para toda su familia, amigos y compañeros.
Señor Almirante: ¡buen viento y buena mar!
En la Escuela Naval siempre nos asombraba como podrÃa haber entrado un niño tan joven, y para colmo antes que nosotros los del 74. Henry siempre demasiado joven para ser Brigadier, Guardiamarina o Teniente de Corbeta. Mucho tiempo pensé que era un regalo del destino que uno a pesar de ser “viejoâ€? se viera “como de 15â€?, pero la verdad era otra: Henry si era muy joven. Entró con apenas 14 años a la ENAP – increÃble – y se graduó muy seguramente como uno de los oficiales mas jóvenes que haya pasado por la Escuela. Con 18 años era ya Teniente de Corbeta! Y siguiendo el cuento no me sorprenderÃa nada cuando los historiadores lo descubran como menor de edad de Contralmirante.
Henry está casado con Marta Roció, la hija del Sr. Almirante Campos del contingente 21, y mi amiga de infancia en Manzanillo. La hermana de Henry, Jackeline, está casada con el recordado conti Ricardo “Bari� Barón Moreno del contingente 73.
Henry está ahora en la presidencia de la República, un puesto nada fácil. Pero sabemos que si hay alguien con la tranquilidad, soberanÃa para ese puesto es Henry.
¡Buena suerte en esa alta mar Señor Almirante!
Una decisión muy importante tuvo que tomar Nando antes de entrar a la ENAP: el bajo y el Rock o la Escuela. Junto con otros hijos de oficiales Cartageneros, Nando hacia parte de conjunto rockero que hacia música en Bocagrande. En la escuela cuando pudo siguió, pero con el tiempo el deber ganó la batalla.
El CALM Wills es de oficial de cuna: su papá es el recordado Almirante Wills. Antes de caminar Nando ya navegaba a vela, hobby que continuó en la ENAP, dándole grandes premios y copas al equipo de velas, tanto en Sunfish como en Snipe.
Hace unos dÃas fue entrevistado por la televisión Alemana por sus éxitos en su trabajo en el Pacifico, donde a cada rato coge un submarino del narcotráfico. Es un orgullo para todos los Colombianos fuera del paÃs, ver que oficiales tan capaces están al mando de nuestras fuerzas y mas aun cuando se trata de aquellos que conocimos de niños.
Nando también tuvo una buena mano marinera al escoger esposa (¿o fue el escogido?): el está casado con Ana Margarita Romero, hija del Sr. Almirante Romero que fue COARC y una de las cabezas del plan Neptuno.
Señor Almirante: ¡Buen viento y buena mar!
Marta Roció Campos, Sandra Llamas, Ana Margarita Romero y Elisita Beltrán
El Contingente 72 con dos almirantes con mas sal en las venas que sangre, está muy bien representado por estos Almirantes, jóvenes, con muchas ideas que ojalá puedan realizar para bien de las instituciones de la Armada. Cyber-Corredera les desea muchos éxitos en esos cargos.
En la próxima edición veremos a los del 74 …
Cimarra negro, venà decime, ¿vos no fuiste el que más se rió de mi cuando les dije que esa nueva cúpula no le iba a dar al cadete Cely ese gustazo de “retirar del servicioâ€? al bandido ese del Cano? Ah negro, yo sabÃa porque se los decÃa, es que yo conozco muy bien a esos muchachos de la capital….. ¡y es que de verdá ya los habÃamos pisao muy duro, estaban quedando como los patacones que estoy preparando para hoy, aplastados y fritos!
¿Como decÃs mi negro? Claro que les pusimos la vara muy alta y ya veremos si aprendieron alguito, aunque sea de protocolo, porque cabezas tan brillantes como las que les pusimos allá no se las veo por ninguna parte.
Ve niña, Dionisia, partà mas huevos que hoy está de “Guardia Escuela� el Teniente Barrera y no creo que le clasifique nadie a esa franquicia…….
Bailabien, pasate más tardecito por aquà pá entregarte las chocolatinas y las galletas, y no las metás en los baños que ya los cadetes se están quejando.
A propósito Mañe, ahora que veo pasar al negro Balanta con el cadete Salazar trotando en pleno domingo, ¿supiste que al niño Clopatofsky le fue superbién en los Juegos Panamericanos? No podÃa ser de otra forma, es que se formó aquà y de aquà solo sale gente buena.
Buenos dÃas Brigadier Márquez, si aquà le tengo su arepita, ¿Cómo? No mijo, que yo sepa al único que he visto con flechas es al Guardiamarina Toca.. Vaya usté a saber que hace el con eso…. ¿Reventao ese huevo? No mi amor, reventao el niño Alvarito en las pasadas elecciones, no dio pie con bola y lo peor es que no sabe perder, por ahà dizque anda todo ofendido con el cadete Santos.
Oiste Foreman, avÃsame cuantos Cadetes van a almorzar hoy pá hacer mis cálculos… A propósito, ¿supiste que al cadete EchandÃa lo nombraron en la nueva cosa esa que remplazó al DAS? Ay negro, esta mañana tempranito vino por sus arepitas y me preguntó si habÃa chuzado los chorizos pá que no me brincara ese aceite y le dije que hiciera como en el beisbol, que hiciera “pisa y correâ€?, porque aunque este apadrinao por el Cadete Santos no se debe confiar, al fin y al cabo polÃtico es polÃtico y una nunca sabe……. Brigadier Castañeda, buenos dÃas… venga mijo, usté porque persigue tanto a esos pobres Aspirantes, ya ni se arriman por aquà y dicen que es por culpa suya…. ¿Pistolas que pasan corriente? ¿Pá aplacar a los Cadetes de la “Escuadra Invensibleâ€?? No, como se le ocurre, eso se lo escuche a un primo loquito del Cadete Santos que estuvo en el Juramento de Bandera, más bien siga con las horas de trote y los rutinarios que de eso no se ha muerto ninguno.
Padre Castaño, buenos dÃas, ¿Ya le tengo listos sus fritos, como a su eminencia le gustan. ¿Los capilleros? No señor, no los he visto…. Por ahà estaba trotando el cadete Salazar y cogió pá lla pál polÃgono…. ¿Que van a cambiar la Oración Patria? ¿Por el Consejo de Estado? ¡Vea pues! Solo eso nos faltaba, entonces ya no será “y llegado el caso morir por defenderteâ€? sino “y llegado el caso correr por no quererteâ€?….. esto si es el acabose….
¡Ve Dionisia, apaga ese fogón y vámonos, no sea que esos patriotas del Consejo de Estado demanden a la Escuela por “Principios de Humanidad� por no ponerme una estufa a gas!
Apreciado Ramón Enrique:
Recibe en nombre de todos los asociados de ACINPA nuestra más sentida expresión de condolencia, extensiva a tu distinguida familia, por el sensible fallecimiento de tu señor padre nuestro querido asociado MARCOS ARIZA, quien continuará siéndolo por siempre. Con enorme orgullo recibimos hace alrededor de dos años su solicitud de ingreso a nuestra Asociación, y como sucedió en su momento, en comunicaciones enviadas a este querido asociado, manifestamos con especial complacencia su aceptación después de haber cumplido estrictamente con los requisitos exigidos para tal fin, con las dificultades propias de encontrarse en Estados a Unidos y bajo severo control médico debido a sus complicaciones de salud. Tuvimos el privilegio, como continuaremos teniéndolo, de contar en nuestra filas con el cadete 001-01, es decir, nuestro querido asociado fue el primer cadete del primer contingente en la historia de la Escuela Naval. Ello, repito nos enorgullece de forma especial y rogamos al señor lo acoja en su seno con todas las glorias de su meritorio paso por la vida. Ramón Enrique te acompañamos en estos momentos de dolor cuando el destino marca el fin de nuestra travesÃa con buen viento y buena mar.
Guillermo Bonilla Amaya.
Presidente Nacional de ACINPA.
En pasados dÃas, se integró el Grupo promotor de la Asociación de Oficiales de Insignia en Retiro de la Armada Nacional. Para tal efecto y coordinar los primeros eventos de la organización, en pasados dÃas se reunieron en la casa del Sr. Valm. Carlos Ospina.
En agosto de este año, contrajeron matrimonio en Bogotá MarÃa Luisa Támara Ospina y Michael De Santis, en la Parroquia de Santa Bibiana. La hermosa novia es nieta del señor Vicealmirante Carlos Enrique Ospina Cubillos e Irene Parada de Ospina. Cyber-felicitaciones
En el pasado mes de octubre, estuvieron de visita en Cartagena el Calm Fabio Garrido y Clarita. Fueron atendidos por el “Lobitoâ€? Fernando Peña Uribe y Rosita y por Chepe Calderon y Marie Laure. Las fotos corresponden a la rumba en casa de Chepe donde estuvo presente el Capitán Gustavo RamÃrez y Tere. En la reunión, muy animada, se recordaron anécdotas y “chismesâ€? de los años 60 y 70
Queridos compañeros y amigos:
Este fin de semana fue muy especial en mi vida de Papá.
Por esta razón quiero compartir con ustedes, el triunfo de mi hijo Alejandro en su condición de equitador. Después de 12 años de haber dejado la equitación contra su voluntad, hace un año resolvió volver a montar a nivel competitivo.
Asà las cosas, compro su propio caballo, MONTECARLO. Durante casi todos los dÃas del año, estuvo enseñando al caballo a saltar y el mismo recobrando la habilidad que como jinete algún dÃa tuvo.
Alternó su vida entre el entrenamiento fÃsico en el gimnasio, la montada a caballo, el estudio en la Universidad y el trabajo en la noche.
Esta constancia, dedicación, disciplina y los inmensos deseos de volver a ser Campeón Nacional le permitieron, en una reñida competencia en el Club Campestre el Rancho de Bogotá, vencer en franca lid a sus 54 contendores, en dos jornadas, que a la postre hubo que llevarse a cabo una tercera de desempate entre 8 finalistas, en la cual finalmente solo tres binomios pasaron con ceros faltas, y Alejandro con el mejor tiempo, logrando asà el tÃtulo de Campeón Nacional por tercera vez después de doce años.
Cordial saludo y un abrazo para todos, de un VIEJO MARINO, muy pero muy orgulloso.
CN Ricardo Alvarado Reyes / 39-132
Mi nombre es Alberto Herrera Guardia (de Panamá) y egresado del grupo MC-28 de 1980. MaestrÃa en Desarrollo MarÃtimo y Portuario en Panamá y la U de Sevilla, España. En la actualidad me desempeño como Capitán de Puerto del Canal de Panamá (además de ser Piloto y supervisor de los mismos) y fuera del Canal hago asesorÃas legales con el Primer Tribunal MarÃtimo de Panamá y con diversos bufetes maritimitos. De hecho, el miércoles 2 de noviembre salgo para Cartagena y pienso pasar por la ENAP para ver si todavÃa existe el "ULTIMO POSTE"... He recibido a muchos colegas de la ENAP en Panamá tanto Navales como Mercantes y bueno, espero me mantengan informado de cómo va esta iniciativa. La mejor forma de contactarme es por tpspilot@cwpanama.net
Un abrazo a todos!
Capt. Alberto Herrera G.
Señor enfermero Pinto,
Te agradezco incluirme en la lista de distribución. Han sido muy elogiosos los comentarios acerca de tu publicación.
Gracias
CC (r) Fernando Pareja Valest / 25-062
Felicitaciones por esa decisión sabia de mantener este contacto permanente con la Familia Naval de lo cual le estamos muy agradecidos.
CC(r) Perdomo Quesada Orlando / 36-005
Hoy me encontré con esta sorpresa de ver ese avance genial de los correderos, reciban un fraternal saludo y mantengan ese bonito recuerdo que nos queda a todos los que sentimos la institución, me pongo a su disposición en el (CCOES) Comando Conjunto de Operaciones Especiales Conjuntas trabajando para llevarle buenas noticias para el paÃs.
Un BZ a todos los correderos.
CRCIM Ramón Gerardo Moncayo / IM 25-009
Enfermero Pinto muy respetuosamente le solicito la suscripción a la Cyber corredera.
Va un abrazo.
Carlos Germán Serrano / IM 10-012
Estimado enfermero:
Realmente me siento gratificado al encontrar de nuevo en el ciberespacio su interesante ejemplar # 132.
Como siempre, esta Cyber corredera llegó llena de cosas evocadoras que refuerzan los vÃnculos entre nosotros y de todos con la Armada Nacional.
Bienvenido su regreso a casa !!!!!
CN Ricardo GarcÃa Bernal / 34-030
Me complace que la CYBER CORREDERA siga publicándose. Es muy importante para la Institución y sus miembros tanto Activos como Retirados.
Muchas gracias por sus esfuerzo, Enfermero Pinto y TN Rodriguez.
Un abrazo
Humberto Cubillos Ortiz / 20-026
Enfermero Pinto en dÃas pasados mande una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional con unas palabras referentes a mi paso por la ENAP y como lo que aprendà allà me ha servido en mi carrera en NASA. No sé si les llego. Si no me gustarÃa volver a mandar ese correo para su consideración como contribución a la Cyber Corredera.
Jaime Forero / 42-052