Cyber-Corredera

|| Servicio informativo del enfermero Pinto

Informativo virtual
para integrar la familia naval colombiana

Nº 176
10/2015
Unidos por el mar
y exhaustos por el
último poste
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YO CADETE FIRPO, I

Por: Luis Eduardo Schroeder Soto 24-026 Desde Suecia.

HMS Halland

Por estos días hace 60 años (1955), acontecían en mi vida cosas que llegarían a cambiar rotundamente las condiciones de mi existencia, hasta el grado de "…tener que desprenderme de quien yo fuera, para poder ser lo que yo debiera llegar a ser…". Pero como son esas cosas de la vida, en ese mismo intento pronto se demostraría que en mi caso, que no es nada excepcional, se entrometerían otros factores que no entraban en la fórmula de Albert Einstein (1879-1955), de la que me valgo en este raciocinio, que con prioridad conseguirían hacerse valer interfiriendo en lo que yo llegaría a ser. O sea que la fórmula del sabio, aplicada en la vida real de los mortales, por fortuna resultaba truncada, y gracias a esa defección parece que felizmente nos queda un pequeño marginal muy nuestro, del que alguna ínfima parte podríamos ufanamos, hasta el punto de quererla compartir con nuestro prójimo, lo que muy encantado hago con estas líneas.

Era la década de los 50, cuando a razón de los efectos de la guerra fría, y del intermezzo con la República de Venezuela respecto a los islotes de Los Monjes, la Armada Nacional de Colombia ponía en marcha una dinámica era de modernización y potenciación, equilibrando el Poder Naval de la Nación, que se iniciaba con la adquisición de los EE.UU. (base naval en Yokosuca, Japón), de dos (2) fragatas más semejantes a la ARC Almirante Padilla (1947), de la clase "Tacoma": la ARC Capitán Tono (1952) y la ARC Almirante Brión (1953); y la construcción en Suecia (1954-1957) de dos (2) nuevos destructores de la clase HMS Halland, de la Real Flota de Suecia, que vendrían a reemplazar los veteranos destructores construidos en Inglaterra, el ARC Caldas y ARC Antioquia, concluidos veintisiete (27) años de su glorioso servicio (1934-1961).

En conexión con el proyecto de construcción de los destructores en Suecia, se pone en marcha la llamada Operación Firpo de entrenamiento de personal en todas las categorías, en la que yo, junto con nueve (9) Cadetes más de la Escuela Naval en Bocagrande, participamos durante un período de cuatro (4) años redondos (1955-1958), siendo de esa gran aventura y valiosa experiencia que me propongo compartir con los Compañeros Cyber Correderos, los hechos, pasajes, tópicos y anécdotas de mayor interés, permitiéndome aclarar que mi relato es enteramente personal, haciendo foco en mis propias impresiones reproducidas de mis indelebles recuerdos, y anotaciones en mis diarios privados, e infinidad de cartas y postales que enviara a mis familiares y amistades, felizmente conservadas con celo que con el tiempo se convertirían en valiosísimo tesoro. Agréguese a esto la suerte de haber tenido conmigo una cámara fotográfica que mis padres me enviaran a la víspera de partir a esa gran aventura.

Empezaré describiendo el elemento humano en mí, que apenas siendo un niño, en par de meses me decido por seguir la carrera Naval, en un principio totalmente ajena a mis designios de turno, y aun así logro hacerla mía con juvenil optimismo, confianza inquebrantable, y miles de ilusiones.

El comienzo

Cumplidos mis dieciséis (16) años de edad (1953.10.01-Ma.), dispuso el destino y quise yo personalmente, presentarme (1953-diciembre) al concurso para ingreso a la Escuela Naval de Cadetes en Cartagena. Cursaba yo el cuarto (4º) año de Bachillerato en el Gimnasio Germán Peña en Bogotá, en el que a razón de la ausencia de mi familia por comisión oficial de mi Padre en el exterior, cumplía ya cuatro (4) años como alumno interno. Por aquel entonces el Gimnasio era sólo para varones con sede en una enorme casona en amplísimo solar en la Carrera 7ª al tope de la Calle 72, llamada Avenida de Chile. Un tío mío era mi acudiente en la capital y yo viajaba al lado de mi familia en vacaciones y navidades. Queda en su lugar aclarar que en verdad fueron mis estudios, en los que felizmente me iba bastante bien, lo que originara la determinación de mis padres en dejarme interno con todas las comodidades del caso, no queriendo ellos interferir en el afortunado curso que estos llevaban. Reconozco, vanagloriándome desvergonzadamente a estas horas de mi avanzada edad, que por aquellos años supe corresponder a tan exclusivas consideraciones y privilegios, haciéndome acreedor a ganarme la "Copa" al "Mejor estudiante del Gimnasio" en la Sesión Solemne de diciembre de 1950, y ser declarado además "Mejor estudiante Fuera de Concurso" en las correspondientes solemnidades los siguientes años 1951 y 1952. Cambios excepcionales empezaban a ocurrir en mi vida en diciembre de 1953.

La formidable biblioteca puesta a mi alcance en aquel claustro, creada por su fundador y conocidísimo educador, el Dr. Germán Peña Quiñones entonces ya fallecido, se convirtió en un campo de exploración en el que yo pasaba horas enteras de mi tiempo libre; entretención que junto con el apoyo y la inspiración que recibía de mis profesores y educadores, entre los que estaba el Capellán del Gimnasio, el célebre Padre Galindo, también Capellán de la Escuela Militar de Cadetes, quien de sus horas de Religión hacía profundas y amenas sesiones de Teología; nuestro profesor en Fisiología y Anatomía, Ricardo Ceballos, estudiante en tercer año de medicina, que temerariamente nos llevaba a estudios y disecciones con cadáveres en el anfiteatro de la Universidad Nacional; el profesor en Historia y Geografía, Guillermo Forero, mentor de mi curso también interno en el Gimnasio, quien en numerosísimas sesiones en horas libres me enseñó y orientó en las artes plásticas, el dibujo y la pintura. Todos ellos contribuían en mi consagración y formación en Ciencias Naturales, Filosofía y Letras, así que las Ciencias del Mar estaban por aquel entonces allende mis horizontes.

Pocos factores, pero muy decisivos por cierto, me llevaron a interesarme en la carrera naval. Uno de ellos ocurrió el 20 de julio de aquel año 1953, cuando vi desfilar por las calles de Bogotá a la Escuela Naval Cadetes. Su reducido número de representantes en sobrios uniformes negros, bronceados todos por el sol, avanzando a paso lento y marcial, al son de templados tambores y sonoros clarines, me impresionó sobre manera, especialmente después de haber visto pasar por el mismo asfalto a los integrantes de la Escuela Militar a paso recio, uniformes en alegre colorido, cascos con penachos blancos y morrales de la primera (1ª) guerra mundial. Con los navales aquél lejano, desconocido e infinito horizonte se volcaba sobre mí. En octubre de ese mismo año, el mes de mis dieciséis (16) años, nos visitó en el Gimnasio un oficial de la Armada, quien muy profesionalmente nos informaba sobre las grandes posibilidades que brindaba continuar estudios en la Escuela de Cadetes en Cartagena, en un curso acelerado de tres (3) años para alcanzar el grado de "Teniente de Corbeta", y acerca de la misión de la Armada ejerciendo "soberanía" en nombre de la Patria, a bordo de "unidades a flote" en los inmensos mares que bañaban nuestras costas. Tales términos y conceptos nunca antes escuchados, mucho menos leídos por mí en libro alguno, sencillamente me fascinaron, al igual que me embelesaba el mar con el que me había familiarizado en vacaciones junto a mis padres. Además, la idea de aquellos estudios sobre ciencias nuevas, resonaba en mis adentros desafiando mi vulnerable curiosidad. Así fue que junto con otro compañero de curso nos apuntamos de inmediato como interesados, y dos meses más tarde nos encontramos involucrados en una verdadera batalla campal de todos contra todos, entre un elevado número de concursantes que apenas cabíamos en un enorme salón del Colegio Mayor de San Bartolomé en pleno centro de Bogotá.

En aquel tercer piso, un aire santafereño se colaba silbando sin decoro por los ventanales abiertos de par en par, y refrescaba las candentes cabezas de más de medio millar de entusiastas allí congregados, maquinando todas en dar respuesta a páginas enteras cargadas de preguntas en varias asignaturas, y problemas matemáticos. No recuerdo el tiempo que tomara tal faena, como tampoco el grado de dificultad que tuviera, pero sí la enorme hambre que tenía al salir de allí.

Aclarada y aprobada esta fase "intelectual", pasamos a la de "calzoncillos", la más difícil con exámenes médicos y chequeos físicos, en la que la gran mayoría de los participantes eran dados de baja con solo quitarse los zapatos. Mi compañero de curso fue desechado por un problema en la vista: Escribo "desechado" por los ademanes de los galenos que practicaban la inspección del material humano en las diferentes estaciones de control. Primero hacían un reconocimiento ocular del objeto de turno; luego practicaban una incómoda operación de palpación, medición, y casi que escribo de olfateo, para finalmente indagar el nombre del paciente con la finalidad de tacharlo en la lista, o proveerlo de un chulo aprobatorio. Los "chulados" éramos dirigidos mediante un gesto de policías de tráfico a pasar a la siguiente estación, y a los "desechados" apenas se les decía casi de sopapo: "pie plano", "hernia abdominal", "dentadura incompleta", "estatura no reglamentaria", etc., etc. Que si hubo protestas… ¡Cáspita que las hubo! …pero eran más los que se desplomaban aturdidos por el portazo, que los que se erguían encabronados.

Llegada la fase de selección finalizando diciembre, por fortuna mis padres ya estaban de regreso en Colombia. Yo los sorprendí con la noticia de estar en proceso de enrolamiento en la "Marina", como entonces se llamaba. El Rector del Gimnasio, Dr. Rogelio Eraso, quien durante cuatro (4) años había sido para mí el oráculo que me acompañara y guiara en el mundo de los libros, era el primero en recomendar mi "…aptitud, madurez y honorabilidad para, con los mejores resultados, pudiera responder a mis sagrados compromisos…". Con sus palabras todo estaba dicho, y con esto mis padres quedaban felizmente tranquilos y satisfechos, brindándome plenamente su apoyo en mis lozanos designios. Ahora seguía una fase de avance a papelazos: certificados y garantías de toda índole, recomendaciones, fianzas bancarias, etc., casi todo en Papel Sellado y refrendado por el notario Público, llenaba una carpeta abierta a mi nombre en la Oficina de Personal del Comando de la Armada, y transcurrido un mes largo, a fines de enero de 1954, creía que aquella mañana yo era el primero en llegar al patio interno, más frío que sombrío, de la casona al frete del Palacio de Nariño. Allí ya había un verdadero tumulto de aspirantes peleándose poder leer la pequeña nota fijada en un tablero apenas un poco mayor que ésta. Todos hablaban al mismo tiempo; unos vociferando a grito tendido los nombres allí anotados para que otros se enteraran; muchos gritando sus propios nombres para que aquellos más cercanos a la lista los buscaran. Los que encontraban su nombre o se enteraban de su registro, explotaban de alegría saltando como locos. Las mismas expresiones de asombro, deliciosas y educadas las unas, rudas y soeces las otras, se empleaban indiferentemente tanto en júbilo y gratitud, como en descontento y maldición.

Escurriéndome por un costado logré avanzar hasta la primera fila de exaltados curiosos aplastados contra la helada pared. Casi ahogándome por los apretones y empujones que recibía en mi entorno, flotaba yo en el aire sostenido por una masa humana que me bamboleaba de uno al otro extremo del pequeño tablero, haciéndome imposible hacer foco en las diminutas líneas escritas a máquina. Por ninguna parte conseguía ver mi nombre, y un total enredo hacía con lo que lograba percibir escrito en las líneas adyacentes, hasta que concentrándome en el orden alfabético de los apellidos registrados, lentamente fui avanzando respirando con dificultad hacia el final de la lista, en donde me parecía divisar el apellido Schroeder. Mis ojos lo veían, pero mi mente se negaba a corroborarlo hasta no eliminar la espantosa risa sardónica que sin control se escapaba de mi garganta. Ante aquella sencilla nota con los nombres de los seleccionados en Bogotá, permanecí incontables minutos. Retrocediendo luego del lugar sin desprender la vista del tablero, con un corazón que en tremenda taquicardia trataba fugarse de mi pecho, llegué por fin a una distante posición desde sólo veía un enorme joto gris en pleno movimiento con vida propia. De pronto sentí un fuerte golpe en el hombro a la vez que una voz en letras mayúsculas me decía:

- ¿Usted que hace aquí?

Volviendo la mirada, y escapándoseme una alegre carcajada al reconocer a mi interlocutor, exclamé:

- ¿Y usted qué? ¿También está en la lista?

Era Gabriel Medina Correa, estudiante del Gimnasio Germán Peña, recién graduado de bachiller, de quien no tenía la menor idea que hubiese participado en el mismo certamen para ingreso a la Escuela Naval. Es muy posible que otros bachilleres, o estudiantes de 5º grado del Gimnasio, hubiesen concursando junto con Medina, pero nunca lo llegué a saber. Estando yo de dieciséis (16) abriles apenas cumplidos, siendo sólo del 4º grado, y de ñapa requi-interno con muy limitados permisos para apenas asistir a los exámenes, poco bulto hacía yo por esos corredores repletos de entusiastas que se tomaban su tiempo, haciéndose ilusiones con buena dosis de francachela en esas diligencias de rigor. Queda en su lugar reconocer la efectiva estrategia del Oficial reclutador, manteniendo sus charlas arengadoras cuidándose de mezclar estudiantes de diferentes cursos en un mismo auditorio; una enseñanza que me sería muy útil once (11) años más tarde, cuando siendo Oficial de planta de la nueva Escuela Naval en Manzanillo (1964), me llegara el honroso turno de reclutar aspirantes por las principales ciudades del Norte de Colombia. Medina se graduó de Oficial con la Promoción XXIV en Cartagena (1957.12.07).

En las horas de la mañana del día jueves 11 de marzo de 1954, viajábamos en un avión de la FAC con destino a Cartagena. Ese día se integraba en la Heroica el Contingente XXIV con cuarenta y nueve (49) jóvenes optimistas provenientes de los cuatro puntos cardinales de Colombia; un contingente que se iniciaba haciendo parte de esa dinámica viada de modernización y potenciación puesta en marcha por la Armada Nacional, como quedó mencionado al inicio de este primer capítulo del Cadete Firpo.

La Escuela se encontraba localizada a la entrada de Bocagrande, continua a la Base Naval desde enero de 1941. Sus instalaciones eran frescas y funcionales, para un número reducido de cadetes que entonces apenas sumábamos unos 200. Nos iniciábamos como reclutas en una escuela de la vida, en la que los mismos educadores no sólo se habían formado en ésta, sino a la que habían retornado trayendo en gratitud sus propias experiencias, de una profesión sostenida por los pilares del compañerismo, la caballerosidad, la honorabilidad, y la incondicional entrega con el irrenunciable celo de servir a nuestra Armada, y con ella a la Patria.

Mucho quisiera escribir sobre este primer encuentro con lo que se convertiría en mi nueva vida, y encantado lo haré más adelante, cuando la hora llegue para reseñar el otro encaramiento con lo que radicalmente la cambiaría, haciendo entonces una concienzuda comparación tanto entre los pequeños detalles y rutinas cotidianas, como entre los métodos, estrategias, y herramientas para alcanzar los respectivos objetivos. Escribo "respectivos" porque inclusive existía una marcada diferencia entre los productos finales que se pretendían forjar. Con sólo decir que la Operación Firpo se realizaría en latitudes ajenas a las que las proas de los buques de la Armada Nacional acostumbraban a arar en sus laboriosos cruceros, estaría apenas tratando de componer un escueto croquis sobre la diferencia entre los hemisferios de operación, y si agrego que serían otras las estrellas y los horizontes en los que pondría el lente de mi sextante, entonces lograría más nítidamente darle color a los fondos de los dos grandes mundos, de los que metafóricamente trato de explicar sus enormes diferencias.

Cursando el primer semestre del segundo año de escuela (1955), o mejor dicho cuando ya lucía dos (2) estrellas en mis palas de Cadete, siendo una tradición en la Escuela Naval premiar a los alumnos que se distinguieran en sus estudios y servicio, con becas para continuar su carrera en renombradas Academias Navales en el exterior, la Dirección de la Escuela me ofreció a escoger en un concurso con otros pocos compañeros, entre las academias de Minneapolis (USA), Livorno (Italia) y Valparaíso (Chile). Personalmente elegí a Livorno (centro) en primer lugar y Minneapolis (izquierda) en segundo. Noticia sobre el resultado del certamen se comunicaría finalizándose el semestre. La razón de mi elección se basaba en el aspecto netamente cultural que caracterizaba al país de destino. ¿A caso no era genovés Cristóbal Colón? Además fue en italiano que Dante Alighieri escribiera su gran poema "Commedia" llamada Divina en la posteridad [1304-1321]. Y qué decir de Lacio, la cuna del Latín, la lengua de las lenguas, la lengua del Imperio Romano y de la liturgia cristiana. Cuando me anoté a Livorno me hacía ilusiones del poderoso ¡Bravo! que el Dr. Rogelio Eraso exclamaría al yo informarle que salía becado para Italia. Sobre mi viaje a Suecia nunca le escribí, a razón del secretismo y la incertidumbre que eclipsaba aquella maniobra, como describiré más adelante.

Para fines de mayo del año 1955, la Escuela se embarca en las fragatas ARC Capitán Tono y ARC Almirante Brión en crucero de entrenamiento. A mí me correspondió embarcarme en la primera mencionada. Después de una semana en maniobras en aguas del Caribe a lo largo de la costa desde Cartagena hasta el Cabo de la Vela en la Guajira, giramos en redondo poniendo rumbo a Bocas de Ceniza, por donde entramos aguas arriba del imponente Magdalena, hasta los malecones de la ciudad de Barranquilla. El cambio en las condiciones de navegación de aguas marinas a fluviales, fue una grata experiencia que daba reposo a mi alborotado y estropeado estómago por la fuerte marea que tuviéramos durante los últimos días en el Caribe. El tremendo calor que por el contrario nos ofrecía el bajo Magdalena amarrados en la Arenosa (1955.06.04-Sá.), hacía insoportable la vida bajo cubierta.

Al día siguiente, domingo 5 de junio de 1955, en las horas de la mañana, oí mencionar mi nombre por los altavoces de la unidad, entre otros de compañeros conocidos, dándosenos orden de formar inmediatamente en la segunda (2ª) cubierta a estribor, ante la cámara del Señor Comandante. La orden fue repetida cuando yo ya iba trepando todo sudoroso por las escalas que allí conducían. Éramos una decena de cadetes los llamados a formación, y nos íbamos acomodando en dos filas a medida que llegábamos, mirándonos unos a otros en catedral silencio, buscando una explicación de lo que estaba aconteciendo. Todos éramos del Contingente XXIV, unos embarcados en la Tono y otros en la Brion, asunto que intensificaba nuestra curiosidad al borde del nerviosismo. Un Oficial cuyo nombre no recuerdo, a la sazón a órdenes de la Dirección de la Escuela Naval en Bocagrande, luego de ponernos alto y saludarnos, lista en mano procedió a comprobar nuestra presencia. Lo que vino luego fue tan sorpresivo para todos nosotros, que nos dejó mudos por un largo rato, más aún cuando en nuestras caras brotaban claras señales de alta complacencia, por la sencilla razón de hacernos sospechar de un procedimiento completamente diferente de aquellos en los que se repartían "chicharrones" poco populares.

- Ustedes han sido preliminarmente seleccionados por el Comando de la Escuela, como candidatos a una comisión en el exterior.

Cortas y claras palabras con un mensaje que nada tenía en común con la continuidad de nuestro crucero hacia las aguas de Cuba, como estaba programado. Lo primero que se me vino a la cabeza, refrescada a la sombra de un bote salvavidas asegurado e esa altura por el costado de estribor, fue la esperada repartición de las becas antes mencionadas, pero mirando a mi rededor pronto me di cuenta que entre los presentes, se encontraban compañeros que yo supiera, nunca se habían expresado interesados en aquél certamen. Una aclaración a este fenómeno no se dejó esperar. El portavoz de la grata noticia, sin duda buen conocedor de nuestras hojas de vida, pronto nos dejó aclarado que los destinos antes señalados para becas en el exterior, habían sido eliminados en esta ocasión. Lo vigente ahora con máxima prioridad, seguía las especificaciones de la llamada Operación Firpo, que en nuestro caso de aceptar la oferta, y de individualmente resultar seleccionados, los estudios se cursarían en la Escuela Naval de Suecia. Muy importante era la aclaración de que para la selección preliminar de los candidatos, que nos encontrábamos allí congregados, se había partido de una minuciosa evaluación de nuestra competencia académica, siguiendo los resultados de los últimos exámenes semestrales, junto con las calificaciones de nuestro servicio militar y conducta personal. En otras palabras, y muy placentero en anotarlo con toda la humildad del caso, a la sazón se nos estaba considerando como los cadetes mejor calificados de nuestro Contingente, sin preferencia alguna.

Dos (2) importantísimas condiciones se nos amonestó a tener presente y observar a priori, antes de dar respuesta sobre nuestra voluntad y disponibilidad aceptando o declinando la nominación como candidatos a ser becados con destino a Europa: la primera trataba sobre la alta clasificación confidencial con la que se nos exigía tratar todo en conexión con esta Operación Firpo, y la segunda sobre una duración aproximada de cuatro (4) años en el exterior, sin incluir viajes de vacaciones o visitas no oficiales de vuelta a Colombia. Más información se nos daría en la Escuela en Cartagena a los que aceptásemos, debiendo desembarcar en las horas de la tarde este mismo día domingo.

Puestos a discreción se nos dio oportunidad para un diálogo abierto entre nosotros mismos, con la posibilidad de formular preguntas. La primera expresión que se oyó, casi al unísono a forma de una auto corroboración de lo que estábamos escuchando fue "…Suecia…", acompañada de numerosas miradas que decían más que cualquier pregunta. En verdad fue muy poco lo que se trajo a colación, y en caso de precisar de alguna aclaración, la respuesta que se nos daba era aquella misma de que en la Escuela se nos daría toda la información de rigor.

Pronto a iniciarse el chequeo de nuestras respuestas, se nos ilustró responder con un "…Positivo…" al escuchar nuestro nombre en caso de querer continuar en el concurso, o con un "…Negativo…" en caso contrario. Llegándome el turno en un chequeo que me parecía avanzaba vertiginosamente, tremendamente emocionado se me enredaron las palabras exclamando "…Positivo mi Teniente …Firmes…". Todo era válido en aquellos momentos de efervescencia y calor, más aun cuando segundos antes había escuchado una respuesta negativa de mi compañero que se encontraba a mi lado, que me había dejado estupefacto. Se trataba de uno de los mejores estudiantes y camaradas de nuestro Contingente. Él no se había anotado para ninguna de las alternativas mencionadas anteriormente, y en esta ocasión no dudó en agregar un elegante "…Positivo mi Teniente…" sin dar mayor explicación, cuando el Oficial le indagara por segunda vez si estaba seguro del "…Negativo…" que acababa de dar. Su nombre lo mencionaría yo más que encantado, pero estoy seguro de que apreciaría mi discreción, limitándome en agregar que él se luciría siendo el más premiado de los Oficiales de la Promoción XXIV, graduados dos y medio (2½) años más tarde en Cartagena (1957.12.07).

- Sólo los positivos permanecen en la formación. Los negativos pueden retirarse recordando la discreción ordenada.

Así de claro, sencillo y determinante fue el proceso que cambiaría la vida de los siete (7) cadetes que permanecimos allí mirándonos atónitos en la cara. De pronto alguien dio un amable puñetazo en el pecho del compañero al lado, otro par se abrazaba dándose fuertes palmadas en la espalda. En segundos nuestra alegría se tornó en jolgorio cargado de apretones, risas y expresiones de sorpresa empapa de gratitud, ahogando las preguntas que sin esperar respuesta nos hacíamos sobre Suecia y el por qué precisamente ese país.

En las horas de la tarde de aquel feliz domingo (1955.06.05) desembarcamos los siguientes cadetes mencionados por el apellido en orden alfabético:

  1. Bermúdez Cunha, Edgardo.
  2. Campos Castañeda, Alvaro.
  3. Fernández Tovar, Oscar.
  4. Gomez Lecompte, Roberto.
  5. Schroeder Soto, Luis Eduardo.
  6. Torres Herrera, Jorge Alfredo.
  7. Trujillo Gomez, Camilo.
De éstos yo era el "Benjamín", cumplidos diecisiete (17) años el 1º de octubre del anterior año 1954, seguido en mayoría de edad por "Tico" Gómez Lecompte cumplidos los (17) el 19 de agosto del mismo año.

El viaje en bus de regreso a la Escuela en Cartagena fue veloz, feliz, cortísimo y sobrecargado de sensaciones de todo género, entre otras la de poderme duchar apenas llegando, y esa noche dormir en una de las rígidas literas en cualquiera de los ranchos que seguramente se encontrarían vacíos, con sus ventanales abiertos de par en par. Al día siguiente lunes 6 en las horas de la mañana, formamos temprano ante la Dirección de la Escuela, los ahora llamados Cadetes Firpo. El Sr. Director Capitán de Fragata Julio Cesar Reyes Canal salió en persona a saludarnos, y después de resumirnos la agenda tentativa que nos esperaba, nos dejó en manos de su ayudante para una sesión de información general, previa a una entrevista individual con cada uno de nosotros. Informados en términos generales sobre la construcción de un par de destructores en astilleros en Suecia, y el plan de entrenamiento de personal en todas las categorías para su tripulación, me tocó el turno de mi entrevista personal con mi Capitán Reyes. Muy amable me dejó entender que quería asegurarse de mi conformidad y disposición para continuar mis estudios en la Escuela Naval en Estocolmo, y mi concepto sobre la posible reacción y consecuente aprobación de mis padres a quienes él informaría personalmente antes de que yo lo hiciera. También me dejó debidamente aclarado el gran compromiso que se iniciaba entre las partes, y la prolongada ausencia en el exterior durante los cuatro (4) años de estudios y entrenamiento. Igualmente quedó sentado que el proceso definitivo para la comisión tomaría algunos días más, calculando que para fines de junio o principios de julio se podría entrar a concretar una fecha tentativa para el viaje de quienes salieran favorecidos. Este mismo lunes 6 a las 9 y 41 P. M., se trasmitía el siguiente mensaje "Vía Marconi" destinado a mi Padre:

SENOR AUGUSTO SCHROEDER CAICEDO

CALLE 63 A NR 19-18 BOGOTA

REQUIERESE SU AUTORIZACION EXPLICITA FIN CADETE EDUARDO SCHROEDER SOTO FORME PARTE CONCURSO SELECCION COMISION ESTUDIOS CUATRO ANOS PAIS EUROPEO Y SI CASO SALIR FAVORECIDO ESTA DISPUESTO FIRMAR NUEVA FIANZA LA RESPUESTA CON CARACTER URGENTE DEBE DARLA POR CABLE O TELEGRAFO

CAPITAN DE FRAGATA JULIO CESAR REYES CANAL

DIRECTOR DE LA ESCUELA NAVAL DE CADETES

Temprano al día siguiente martes 7, contestaba mi Padre con el siguiente cable:

CAPITAN DE FRAGATA

JULIO CESAR REYES CANAL

DIRECCION ESCUELA NAVAL MILITAR

CARTAGENA

COMPLACIDO AUTORIZO MI HIJO CADETE EDUARDO SCHROEDER SOTO FORME PARTE CONCURSO SELECCIÓN COMISION ESTUDIOS PAIS EUROPEO STOP ESTOY DISPUESTO OTORGAR NUEVA FIANZA STOP ATENTAMENTE

AUGUSTO SCHROEDER CAICEDO

Recibida esta respuesta afirmativa de mi Padre se me autorizó mantenerme en contacto con él en conexión con los adelantos del concurso. Me supongo que los trámites y correspondencia relativos a mis compañeros, serían similares. Como decía con anterioridad, de mi parte yo conservo un valiosísimo tesoro comprendido por los originales y copias de todos los documentos producidos en estas diligencias, junto con mis anotaciones y cartas personales además de cantidad respetable de fotografías tomadas por mí, que cubren los años de mi gran aventura en Suecia, y que felizmente resultó de gran utilidad a estas horas de la vida.

En un comienzo, esperando los resultados del concurso me parecía que el tiempo transcurría velozmente. Pasábamos los días ocupados con estudios adicionales haciendo foco especial en el país de destino, su historia y geografía, recobrándonos en inglés, y haciendo deportes para fortificar nuestro estado físico, no faltando las remadas en ballenera a la playa del Club Naval en Castillo Grande, y los trotes a lo largo de los entonces desérticos acantilados de Bocagrande. Obviamente no faltaron los correspondientes exámenes médicos.

Pasando las semanas sin acaecer gran cosa en el frente de nuestra retenida "selección preliminar", que ya empezaba a originar en mí incómoda incertidumbre, ni mucho menos tener noticia alguna sobre una fecha para el tentativo viaje a Europa, el tiempo empezaba a marchar con extremada lentitud. Terminándose el mes de junio, los siete (7) cadetes desembarcados en Barranquilla fuimos retirados del servicio, pasando a vestirnos sólo en camisa y pantalones kaki, sin gorra alguna. Entrando el mes de julio, siendo los planes de la Armada que el grupo de cadetes a ser becados con destino a Suecia fuera de diez (10), se determinó completar el número seleccionando tres (3) cadetes del Contingente XXV presente en la Escuela sin haberse embarcado. Los siguientes cadetes pasaron a formar parte de nuestro grupo de los Firpo, dependiendo directamente de la Ayudantía de la Dirección de la Escuela:

Acuña Patiño, Raúl;

Beltrán Gutiérrez, Jorge Enrique;

Laborde Restrepo, Antonio.

Transcurridos un (1) mes y veintitrés (23) días, contados de la fecha de nuestro desembarco en Barranquilla (1955.06.05-Do.), súbito empieza a ocurrir cosas en conexión con el concurso y el viaje a Europa. El Sr. Director de la Escuela escribía a mi Padre las siguientes líneas:

…Cartagena, julio 28 de 1955.

Nr 00910 / ENC-CBC-106

Señor

AUGUSTO SCHROEDER

Bogotá.

La Dirección de la Escuela Naval se complace en participar a Usted que su hijo el Cadete EDUARDO SCHROEDER SOTO, ha sido seleccionado para continuar sus estudios en el Reino Unido de Suecia.

Además, informo a Usted que debido a que el viaje debe realizarse en la próxima semana, es imposible que los Cadetes se despidan personalmente de sus familiares como esta Dirección lo desearía, pero tiene mucho gusto en comunicarle que su hijo se encuentra muy contento de haber salido favorecido, se halla en excelentes condiciones, y va dispuesto a aprovechar la oportunidad que le da la Armada de seguir sus estudios en el exterior para satisfacción de Usted, de la sociedad y de la Patria.

Capitán de Fragata Julio Cesar Reyes Canal

Director de la Escuela Naval…

En este mismo día jueves 28 de julio recibo mi Pasaporte Oficial expedido en Cartagena por la Gobernación del Departamento de Bolívar, válido por dos (2) años hasta el 28 de julio de 1957. Además, informándosenos a última hora sobre una estadía nuestra en cursos preparatorios en la ciudad de Gotemburgo, antes de nuestro ingreso en la Escuela Naval sueca al Norte de la capital Estocolmo, la Dirección de la Escuela nos recomienda llevar con nosotros ropa de civil propia para aquellas latitudes, asunto por el cual envío urgentemente el siguiente cable a mi Madre en Bogotá:

BETTY SCHROEDER CALLE 63 A 19.18 BOGOTA

VUELO MARTES SUECIA REMITANME 2 VESTIDOS PANO CHAQUETA CUERO ZAPATOS MARRON BUFANDA DEMAS PRENDAS TIERRA FRIA TIO LUIS AQUÍ LLAMARALES MANANA TELEFONO ABRAZOS EDUARDO

El día lunes 1º de agosto, el Cónsul de Suecia en Cartagena registra en mi pasaporte la siguiente Visa de Cortesía:

…Visado en este Consulado para viajar a Suecia en misión Oficial de Estudios del Gobierno de Colombia…

La carta del Sr. Director de la Escuela llegaría a manos de mi Padre el día miércoles 3 de agosto cuando ya estaríamos volando destino a Europa, por lo que mi cable les llegó como una bomba, pero gracias a que un tío mío se encontraba en negocios de paso por Cartagena, y felizmente se le había ocurrido visitarme en la Escuela, complacido se hizo cargo de colaborarme en todas las diligencias para informar a mi familia los detalles de mi viaje, coordinar localmente las urgentes maniobras para proveerme de la ropa que estaba solicitando urgentemente de Bogotá, junto con algunos importantes utensilios personales que me enviarían de mi casa, entre ellos la cámara fotográfica, que me acompañarían durante los largos años de destierro voluntario que tenía por delante. Era lamentable que habiendo pasado casi dos (2) meses en una parsimoniosa espera, no se hubiesen planificado estas importantes operaciones de logística con más holgura y menos costos.

A propósito de la prolongada espera, que llegaría a un total de dos (2) meses completos [1955.06.05-1955.08.03], quedaba prácticamente demostrado que nosotros los siete (7) Cadetes del Contingente XXIV que muy optimistas respondiéramos con un patente y jubiloso "…Positivo…" a bordo del ARC Capitán Tono, salíamos todos en un santiamén premiados a continuar estudios en Suecia, en un proceso de selección "sui géneris", que obviamente dejaba indelebles huellas en nuestras almas, y en la de nuestros padres, que se acentuaban con los efectos de la rigurosa condición de los cuatro (4) años sin derecho a regresar de Suecia en vacaciones, y la súbita abolición de la posibilidad de despedirnos personalmente. De esta última determinación felizmente se libraban tres (3) compañeros que tenían sus hogares en las proximidades: un cartagenero, un barranquillero y un samario.

Queda en su lugar incluir un modesto balance de los años que en total yo llegaría a completar, "…desprendido…" de un hogar persiguiendo aquello de "…poder ser lo que yo debiera llegar a ser…": a los cuatro (4) años recluido en un requi-internado, agrego uno y medio (1½) en la Escuela Naval de Cartagena, más cuatro (4) tentativos en la Escuela Naval de Suecia, dando la módica suma de nueve y medio (9½) años. ¿No sería éste un factor que llegaría a influir drásticamente en lo que a fin de cuentas yo llegara a ser? ¡Claro que sí! …pero para estas sabias conclusiones no había cupo en aquellos tiernos abriles completamente henchidos de ambición y de optimismo. Ya veremos además los efectos de otras sorpresas que por el camino me esperaban, ocurriendo la primera extravagantemente pronto.

Gratos fueron de todas maneras esos sesenta (60) días en que se fundió entre nosotros un compañerismo que se convertía en la mejor herramienta y arma que llevaríamos con nosotros, compartiéndola fraternalmente con los tres (3) compañeros del Contingente XXV que se nos unían en la gran empresa de nuestras vidas con una misma meta: la de convertirnos en Oficiales de nuestra Armada Nacional, sirviendo en ella para "…satisfacción de nuestros padres, de la sociedad y de la Patria…", como escribía mi Capitán Reyes.

Terminando este primer capítulo de mi relato Yo Cadete Firpo, me es muy grato compartir las palabras que mi Padre escribiera al Sr. Director de la Escuela Naval, en respuesta a su nota de fecha 28 de julio citada anteriormente.

…Señor

Capitán de Fragata

JULIO CESAR REYES CANAL

Director de la Escuela Naval

Cartagena.

Muy apreciado señor Director:

Tengo el honor de acusar recibo de su atenta nota número 00910 de fecha 28 de julio próximo pasado, con la cual se sirve comunicarme que mi hijo el Cadete EDUARDO SCHROEDER SOTO, ha sido seleccionado para continuar sus estudios en el Reino Unido de Suecia.

Mi familia se une a mí para expresar a la Dirección de la Escuela Naval, al digno cargo de Usted, nuestra viva complacencia por esta honrosa distinción y nuestra absoluta confianza en que EDUARDO sabrá corresponder, Dios mediante, con indefectible sentido de responsabilidad y con verdadero ánimo patriótico a esta excelente oportunidad que le ha brindado la Armada para perfeccionar su carrera Naval.

Me place suscribirme de Usted, con mi más distinguida consideración y aprecio,

Atento y seguro servidor,

Augusto Schroeder Caicedo…

Terminado con las máquinas.



EXPERTOS DE 12 PAÍSES CONTRA EL NARCOTRÁFICO MARÍTIMO SE DIERON CITA EN CARTAGENA

El 9 de septiembre se realizó en Cartagena una reunión del Grupo de Expertos sobre Narcotráfico Marítimo, organismo perteneciente a la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas (CICAD) que convocó a miembros de 12 países para abordar problemas específicos y tendencias generadas por el problema del narcotráfico.

La CICAD invitó a los Estados miembros para que designaran expertos y que estos hicieran parte de esta cumbre, con el objetivo de lograr una mayor integración y fortalecer los acuerdos de cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico, así como garantizar la interoperabilidad entre las marinas y agencias regionales.

A la cumbre, que se realizó en las instalaciones del Club Naval de Castillogrande hasta el día viernes 11 de septiembre, asistieron más de 80 representantes de las marinas y agencias de seguridad de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Nicaragua, Guatemala, Haití, Honduras, Venezuela, México y Colombia. Así mismo asistió una delegación de la Organización de Estados Americanos - OEA.

Durante las plenarias se analizaron las tendencias y características actuales del narcotráfico, intercambiando experiencias operacionales y lecciones aprendidas de operaciones reales desarrolladas por las naciones participantes; también se abordaron temas como la cooperación internacional para la aplicación de la ley, los desafíos de la lucha antidrogas por vía marítima, el fortalecimiento de capacidades para la lucha antidrogas y los acuerdos para el procedimiento de coordinación interagencial, entre otros.

La Armada Nacional ratificó su compromiso de fortalecer los lazos de cooperación y de amistad con los países amigos con el fin de combatir los efectos del narcotráfico, así como para la preservación de la seguridad marítima y el uso legal de los mares del hemisferio.



ARMADA NACIONAL SE PREPARA PARA LAS OPERACIONES DE PAZ.

En el Centro de entrenamiento y capacitación para operaciones de paz (CENCOPAZ) de la Base de entrenamiento de Infantería de Marina, ubicado en Coveñas, Sucre, la Armada Nacional clausuró los cursos de Observador militar y básico de operaciones de paz, realizado con el apoyo de instructores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) procedentes de Brasil, Perú y Chile.

Fueron 22 los Oficiales de la Armada Nacional que adelantaron el curso de Observador militar, al mismo tiempo que 37 alumnos terminaron el curso Básico de operaciones de paz en su segunda versión, entre ellos un oficial de la Policía Nacional, 20 suboficiales de la Armada Nacional y 16 alumnos de la Escuela de formación de Infantería de Marina.

El entrenamiento y la capacitación de los cursos se dirigió principalmente al desarrollo de habilidades prácticas que acreditan un desarrollo eficiente y eficaz de las actividades propias de las operaciones de paz, conforme a las normas y estándares básicos fijados por la ONU para militares expertos en misiones de paz, que incluye entre otras temáticas, la política nacional en operaciones internacionales, introducción a las operaciones de paz, funcionamiento, mandatos del Consejo de seguridad, importancia del Derecho internacional humanitario y protección de los DD.HH. en las operaciones de paz.

El CENCOPAZ tiene como función principal, el entrenamiento y la capacitación de los integrantes de las Fuerzas Militares de Colombia, la Policía Nacional y personal civil de las demás instituciones del Estado, para desempeñar los roles operacionales y administrativos propios de este tipo de operaciones, con el propósito de entregar a los educandos conocimientos y destrezas que le permitan desarrollar en forma segura y eficiente sus tareas en atención a las normas y altos estándares fijados por la Organización de Naciones Unidas u otras organizaciones internacionales.

Para Colombia es fundamental fortalecer esta capacidad de los miembros de su Fuerza Pública, que además de prepararlos, los certifica para participar en futuras misiones de mantenimiento de la paz, bajo el auspicio de la ONU, cuando ello se requiera.



EL ÚLTIMO POSTE: SI ERES HIJO DE MILITAR…

- Muchos pensarán que tu padre es de los más exigentes, siendo que en realidad, él formará parte de tus travesuras.

- De pequeño, es probable que tengas un traje de militar… claro con el respectivo grado de tu padre!- Aprenderás a empacar y verás en las cajas de cartón una excelente herramienta de traslado; aprenderás a guardar vasos y cosas frágiles utilizando con efe

- A lo mejor vivirás temblores, inundaciones, explosiones, huracanes, zonas de conflicto… pero tu papá siempre estará ahí para cuidarte.

- El papá militar se perderá momentos especiales: confirmaciones, comuniones, fiestas, cumpleaños, graduaciones, navidades, años nuevos etc. pero nunca dejara de pensar en ti y en cada momento.

- ¡Te enseñará grandes cosas y te dará excelentes consejos! Por ejemplo:

- No hay que aferrarse A las cosas.

- que mientras estén juntos serán felices.

- Que el tiempo pasa y éste no regresa, por eso hay que aprovecharlo pues el hubiera no existe.

- La vida hay que vivirla sin complejos, ni tristezas, porque si no es así no estás viviendo plenamente.

- A no vivir en el ayer, más en el presente porque no podemos predecir el futuro, pero sí ayudar a mejorarlo.

- A querer a nuestra madre y a tratarla como una reina porque ella siempre estará a nuestro lado además que ¡Madre sólo hay una!

- A ser fieles A nuestros sueños y que nos esforcemos por cumplirlos ya que estos nos darán una vida llena de plenitud.

- El "¡no puedo!" no existe en nuestro vocabulario, simplemente porque somos hijos de un militar.(Improvisa, adapta y supera…) Te la tendrás que ingeniar para cumplir la misión. Además de un sin fin de consejos que vienen de una persona que tiene experien

Todo esto te lo dirá porque quiere lo mejor para ti.

- También si eres hijo de un militar verás el color verde (o azul o blanco) como algo muy familiar, ya que casi toda tu vida la regirá ese color, por lo que dejará de ser uno de los que menos uses (o el que más).

- Disfrutarás cada momento con tu padre, exprimirás cada segundo que estés con él, te divertirán sus historias, te sentirás parte de sus triunfos y anhelos.

- Aprenderás que no solo se siente "Supermán" es eso y más, ya que él sí es real, y te darás cuenta que no conoce límites y nada puede detenerlo, hará lo que creías imposible por ti y por su familia.

- Te darás cuenta que en cualquier problema siempre estará ahí para ayudarte y que con solo decirte "hijo no te preocupes, estoy contigo" te sentirás con la fuerza para resolverlo.

- Aprenderás que su vida está marcada por el trabajo duro, la disciplina y el ejercicio, pero no por eso significa que también seguirás sus pasos (aunque claro eso sería lo ideal).

- Te sentirás orgulloso día con día porque te ha dado una vida fuera de lo normal, has viajado, conocido, aprendido, disfrutado, tendrás amigos por todo el mundo… harás y verás cosas que el hijo de un civil jamás se hubiera imaginado.

- Te darás cuenta de los sacrificios de su trabajo, pero te sentirás orgulloso de él, tanto que las lágrimas se te saldrán solo de recordar todo lo que ha hecho por ti.

- Vendrá un momento en que tendrán que estar alejados porque los estudios no permiten seguirle los pasos, sentirás tristeza… pero será un momento de enseñanza y valoración que te dará poco a poco la madurez para poner en práctica sus consejos y enseñanzas

Entenderás la razón de las cosas, de aquellos ratos en que sentías que te decía las cosas por molestar, es ahí donde te darás cuenta de que si a momentos te exprimió como persona fue para hacerte una persona capaz que no tiene limitaciones. Pero sobre todo aprenderás la importancia de disfrutar los momentos juntos.

- Aprenderás que aunque la Patria es primero, su esposa y su familia también lo son y todo su amor es para ellos.

- Esperarás darle a tus hijos una mínima parte de lo que él te ha dado y hacerlos sentir tan orgulloso de ti, como tú lo estás de él.

Y a lo mejor a los civiles se les dificultara comprender tu manera de razonar y de actuar. La milicia para muchos es un mundo desconocido porque es: Rambo y el soldado Ryan, armamento y municiones, muerte y asesinatos, uniformes y obsesión con la limpieza, órdenes y obediencia… Pero tú sabrás acerca del increíble sentido humano que sale de un soldado pues habrás visto y vivido de cerca todos los desafíos y sacrificios que hizo por ti y los miembros de una nación. Para él, el amor a su patria, son los rostros de aquellos desconocidos que piden su ayuda cuando nadie más puede. Eres parte de un mundo único y solo aquellos que lo viven lo entienden.

Y la regla más importante de este manual- Nunca lo dejes salir de la puerta sin antes decirle que lo amas o estando enojados ya que te darás cuenta que por la naturaleza de su trabajo existe la posibilidad de que no regrese. No te arrepientas de no haberle expresado tu amor.

* Artículo enviado por Cyber-suscriptor anónimo.



VISITA A LA ESCUELA NAVAL

CC [R] JAIRO QUIÑONES/38-080

A mediados de agosto pasado, tuve la oportunidad de volver a visitar la ESCUELA NAVAL, la encontré bastante cambiada después de visitarla en el año 2008, con ocasión de la celebración de los 40 años de la graduación de nuestro curso, el curso 38.

La visita tuvo dos motivos, uno el de llevar a mi hija INGRID, su esposo MARC y sus tres hijos, ISABELLE, JEAN MARC y CAROLINA.

Ella tenía deseos de conocer la ESCUELA y MANZANILLO, ya que ella nació, estando nosotros viviendo allí, en la CASA 46.

Fue así como recurrí a mi gran amigo y compañero de curso el CALM JAIRO CARDONA, quien gentilmente gestionó y logró la coordinación de los dos eventos que registro acá.

El objetivo netamente familiar se cumplió, la coordinación de un pequeño pero muy agradable tour se realizó a la perfección con la amable guía del Sr TNI RAFAEL TORO, de la Facultad de Ingeniería. Tuve la oportunidad de mostrarles a mi hija y su familia estos aspectos que les agradaron especialmente, por ser ella "gomoza" en conocer el pasado de la familia.


LUGAR DE LA CEREMONIA


LUGAR DE LA RECEPCION


CASA 46


EX-COMANDANTE DE LA ESPARTANA

En las fotos están los temas que le interesaban a ella y al mismo tiempo mostrárselos a mis nietos, como el lugar de nuestro matrimonio, sus abuelos, creo fue el único o uno de los pocos matrimonios que se celebraron en la vieja capillita, localizada al fondo del coliseo. La recepción se hizo en la piscina (la programación original la dañó el Presidente de la República que se le ocurrió visitar a la ENC, precisamente el día y hora en que estaba programado todo, por supuesto fuimos… "desplazados").

Otra pequeña circunstancia pero que le agradó mucho a mi hija INGRID, fue la casualidad que la unidad a flote que pusieron de monumento es la ARC ESPARTANA, de la cual, en mi tiempo de TK fui su comandante. Por último le mostré la casa donde ella vivió sus primeros días de vida, la CASA 46. Desde mi punto de vista encontré cambios que para ellos no les podía significar como a mí, especialmente:


EDIFICIO INTELIGENTE


PLAZA DE ARMAS

Estos dos cambios son de mencionar por lo voluminoso de su estructura y el significado que cada uno tiene, el Edificio Inteligente por la tecnología que va a albergar y la Plaza de Armas, localizada en un lugar, yo diría, emblemático que se inició con el complejo deportivo, obra del profesor GEZA DENESFAI.

Otro detalle del que me enteré es que ya la Escuela tiene su propio texto de ESTABILIDAD. Por mucho tiempo se dio esa material utilizando el texto de un buque, el US FARRAGOT, que por su naturaleza y tiempo no estaba acorde a la materia y menos al avance o cambios prácticos de buques de carga y puertos. Era y estaba obsoleto.

El otro motivo de la visita, de importancia para la historia de la Escuela no se logró, tenía una cita con el Sr Director de la Escuela, pero por sus ocupaciones de última hora, no se pudo dar. La reunión era para exponerle personalmente los motivos de mi oficio de solicitud que le escribí por un reconocimiento al Sr ALM (H) JAIME ERASO ANEXXI, quien siendo Capitan de Fragata, se propuso aprovechar su tiempo de Comandante de la Armada para obtener los fondos, el terreno para la construcción de la Escuela que ahora todos hemos disfrutado, cada uno en su época. Envío una comisión para que visitaran las Escuelas Navales de Suramérica para tener bases y crear un proyecto sólido que se realizara en el tiempo menor posible y lo logró, entregó la Escuela Naval, entre otros proyectos tanto en Cartagena, como Bogotá y Barranquilla. Creo la Armada está en mora con la historia de nuestra alma matter y en rendir un homenaje al Sr ALM (H) JAIME ERASO.



ACCIÓN SOCIAL NAVAL:
BRAZO SOLIDARIO DE LA ARMADA NACIONAL

Se complace en comunicar a la Familia Naval, que el carro Chevrolet Sail LS SA, modelo 2016, jugado con el premio mayor de la lotería de la Cruz Roja el día martes 06 de octubre de 2015, el feliz ganador fue el SJ Wilmar Pájaro García, con el bono de donación No 7570. El ganador del TV LG de 47", fue el señor Hugo Valencia, con el bono No 5731. Se le agradece a todas las personas que participaron en este evento comprando el bono, cuyos frutos serán invertidos en el bienestar de todo el personal de nuestra Institución.




BUQUE DE LA ARMADA DE COLOMBIA PARTICIPÓ EN LA OPERACIÓN "OCEAN SHIELD".

Más de 14.370 millas náuticas ha navegado el buque ARC "7 de Agosto" desde su zarpe de Cartagena, Colombia, el pasado 27 de junio hasta los Emiratos Árabes Unidos, visitando cinco puertos en Europa, Asia y África.

El buque ARC "7 de Agosto" de la Armada Nacional, arribó por primera vez al puerto de Emirato de Fuyaira en los Emiratos Árabes Unidos - EAU, donde recibió las instrucciones finales para el inicio de su participación en la Operación "Ocean Shield", concluyendo así su intervención en la Operación "Atalanta".

Durante su participación en la Operación "Atalanta", el ARC "7 de Agosto" recorrió más de 6.550 millas náuticas realizando patrullajes de vigilancia, reconocimiento y búsqueda de superficie con todos los medios disponibles, para la seguridad del tráfico marítimo legal en el Golfo de Adén, el cuerno de África y el Océano Indico, monitoreando 237 buques mercantes que transitaron en estas zonas.

Como parte del entrenamiento y sostenimiento de las capacidades operacionales con que cuenta esta embarcación, se realizaron ejercicios navales con los buques "Hyäne" y "Erfurt" de la Marina Alemana; "Galicia" y "Meteoro" de la Marina Española, concluyendo de manera sobresaliente las tareas asignadas durante la participación de la Armada Colombiana, por primera vez en la Operación "Atalanta".

El 14 de septiembre el buque retornó al área de operaciones en el Océano Índico, en el marco de la Operación "Ocean Shield" para continuar sus labores y protección de motonaves vulnerables para la seguridad del tráfico marítimo legal y a los buques del Programa Mundial de Alimentos - PMA.

Durante la visita al puerto de Emirato de Fuyairah, el Embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, Faihan Alfayez Chaljub, visitó la unidad resaltando el sentimiento patrio que embarga a los colombianos residentes en este lugar del mundo, manifestando la importancia de este tipo de acciones realizadas por Colombia en operaciones internacionales para la proyección de país, posicionándose como un aliado importante en las estrategias mundiales.

La Armada Nacional cumple cuatro meses de navegación, surcando los mares del mundo, presentando la experticia y sus capacidades en la lucha contra amenazas asimétricas al servicio de la comunidad y seguridad internacional.





DECANO ACADÉMICO DE LA ESCUELA NAVAL DE CADETES RECIBE PREMIO DE INVESTIGACIÓN HENRY VON PRAHL

El premio Henry von Prahl a la investigación en Ciencias y Tecnologías del mar fue otorgado al decano académico de la Escuela Naval de Cadetes "Almirante Padilla", Capitán de Navío Rafael Ricardo Torres Parra, en reconocimiento a su compromiso y entrega en el desarrollo de investigación como aporte a la construcción de país marítimo.

El trabajo de investigación "Variación del nivel del mar en el Caribe durante el último siglo", realizado por el decano académico de la Escuela Naval de Cadetes como su tesis doctoral, fue el más sobresaliente de los tres que concursaron. De acuerdo con el veredicto de los jurados "puso al día el conocimiento acerca de diferentes procesos que modulan el nivel del mar en el Caribe y se divulgó a la comunidad científica internacional a través de una revista de alto impacto.

Parte de los resultados del estudio realizado por el galardonado, fueron usados por Colombia ante la Corte Internacional de Justicia en la definición de la disputa territorial y marítima entre Colombia y Nicaragua, razones de peso para ser meritorio de este reconocimiento.

Este premio fue creado en el año 2013 y desde entonces se entrega en cada versión de SENALMAR, en memoria del doctor y docente Henry von Prahl Bauer, reconocido por iniciar la generación de conocimiento científico sobre el mar en Colombia. Su objetivo es reconocer la importancia creciente de las tecnologías en la conservación y mantenimiento del mar, la importancia de la investigación básica y aplicada como premisa fundamental para la correcta gestión de los recursos marinos para su sostenibilidad, así como la necesidad y conveniencia de los lazos de cooperación internacional y nacional para el fortalecimiento de la capacidad científica.

El galardón fue entregado en la ceremonia de clausura de la versión XVI del Seminario Nacional de Ciencia y Tecnologías del Mar y del Congreso Latinoamericano de Ciencias del Mar realizado recientemente en la ciudad de Santa Marta, donde 28 personas entre oficiales, docentes, alumnos de los semilleros de investigación y funcionarios no uniformados de las diferentes facultades de la Escuela Naval de Cadetes participaron con 13 ponencias.

CAPITÁN DE NAVÍO RAFAEL RICARDO TORRES PARRA

Egresado de la Escuela Naval de Cadetes "Almirante Padilla" en 1993. Luego de 20 años de servicio como Oficial de la Armada Nacional de Colombia fue ascendido al grado de Capitán de Navío en junio del 2015.

Es profesional de Ciencias Navales, Oceanógrafo Físico, especialista en Política y Estrategia Marítima y Magíster en Oceanografía de la Escuela Naval de Cadetes. Especialista en Ingeniería y Administración Hidrográfica del Naval Oceanographic Office en los Estados Unidos. Doctor en Ciencias del Océano y la Tierra de la Universidad de Southapton en el Reino Unido. Su interés en investigación se encuentra en la oceanografía en el mar Caribe, con énfasis en el nivel del mar y oleaje.

Ha dirigido varios grupos de investigación. Es profesor militar de cuarta categoría en la rama de Ciencias exactas. Perito hidrógrafo y oceanógrafo clase A de la Dirección General Marítima. Cuenta con más de 20 publicaciones entre nacionales e internacionales. Ha representado a Colombia en grupos intergubernamentales y ha participado como expositor en varios congresos nacionales e internacionales. Participó en el año 2012 en la audiencia del caso Nicaragua contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya como asesor técnico. Desde el año 2013 se desempeña como Vicerrector Académico de la Escuela Naval de Cadetes "Almirante Padilla".

Entre los cargos más representativos que asumió dentro de su carrera militar se encuentran: Comandante del ARC Magangué y ARC Cothue, responsable de las áreas de hidrografía y oceanografía del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe y Director del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico.



ZAFARRANCHO GRAFICO

REENCUENTRO CONTIGENTE 37

Los días tres y cuatro de Julio de 2015 en la ciudad de Cartagena, se realizó un reencuentro de compañeros del contingente Naval N° 37, quienes ingresaron a la Escuela Naval la primera semana del mes de enero de 1963.

Reunión de bienvenida, en la terraza del Club Naval, el día viernes 03 de julio 2015. (De Iz. a Dr.) Gustavo Fajardo Méndez, Alfonso Calero Espinoza, Calos Rivera Rojas, Hernando Trujillo Pérez, Álvaro Barrera Herrera, Ignacio Ochoa Acevedo, Rafael vivas Mendoza, Gustavo Ramírez García, Jorge Páez Escobar, Joaquín Mosquera Rodríguez, Ciro Álvarez Villabona, Pablo Tamayo Medina, Daniel Lorza Pitt, Orlando Rodríguez Quiroga, Tanios Esguerra Feres, Héctor Useche Escobar, Rafael Bermúdez Mora, (Arriba) Carlos Arjona Gómez, Jairo Cardona Forero.

Visita a las instalaciones de la Escuela Naval, el día sábado tres de julio 2015. (De Izq. A Dre.) Tanios Esguerra Feres, Joaquín Mosquera Rodríguez, Jorge Páez Escobar, Orlando Rodríguez Quiroga, Rafael Bermúdez Mora, Gustavo Fajardo Méndez, Alfonso Calero Espinoza, Gustavo Ramírez García, Hernando Trujillo Pérez, Sr. Sub-Director ENAC, Rafael Vivas Mendoza, Ciro Álvarez Villabona, Álvaro Barrera Herrera, Ignacio Ochoa Acevedo, Daniel Lorza Pitt, Héctor Useche escobar, Carlos Rivera Rojas, Pablo Tamayo Medina, Ricardo Muñoz Rosas, Carlos Arjona Gómez, Jairo Cardona Forero.



RECORDATORIO

Matrimonio de Mabel Angulo Estarita y Jesús Castañeda Chacón realizado en la Iglesia de Manga el 7 de dic /1974. La foto fue tomada en el Club Naval y el actor principal no aparece en la foto de acuerdo a las tradiciones.

De izquierda a derecha, de pie: Tenientes Jaime Plazas, Víctor Silva C., Héctor Useche, Eduardo Puentes P., Gabriel Velásquez C., Ramiro Salazar L., Capitán Elberto Ramírez Posse, Tenientes Guillermo Díaz D., Mabel Angulo de Castañeda, José R. Calderón Z., Capitán Roberto Montoya, Pablo Martínez, Capitán Manuel Avendaño G. Tenientes Fernando Quintero, Luis Gutiérrez C., Lázaro Del Castillo O., Rafael Vivas, Julio C. Cáceres, Humberto Cubillos P, Alonso Franco B.

Acurrucados de izquierda a derecha Humberto Umaña, Vélez, Jorge Navas y Jaime Otálora C.



ALMUERZO AL PRESIDENTE NACIONAL DE ACORE

El 28 de Agosto, Acore Bolívar, atendió en los salones del Club Naval al señor Mayor General Jaime Ruíz Barrera, Presidente de Acore Nacional, quien visitó a Cartagena con los socios que asistieron al paseo al hotel DECAMERON de Barú..



CELEBRACIÓN CUMPLEAÑOS CAPITÁN GONZALO PARRA

El pasado 24 de septiembre, en la sede de Acore Bolívar, la mesa redonda que preside el señor Almirante (RA) Holdan Delgado V. invitó a una Sagrada Eucaristía, por la salud del capitán Gonzalo Parra S y celebrar su cumpleaños con una deliciosa torta, a la cual asistieron su señora Mercedes, sus hijos y gran número de socios de Acore Bolívar.



ALMUERZO ACORE "AMOR Y AMISTAD 2015"



GRADO EN HARVARD

En la foto Victor Silva Maldonado, quien se graduó el pasado 21 de agosto de 2015, en el programa de Presidentes de empresas en Harvard Business School. Víctor es hijo del CR IM Victor Silva y Edith Maldonado. Cyber-felicitaciones al graduando y a su apreciada familia.



ARMADA- ASN



CYBER-CORREO DE LA ARC "LULU"

enfermero@cybercorredera.com


Aveces …



¡Atención! (30.10.2015 08:00Z)

"ARC7deAgosto" participa en operación de búsqueda de náufragos en Mar Mediterráneo.


CYBER-MASCARON DE POPA



Cyber-Corredera

E-mail:enfermero@cybercorredera.com

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