La Corredera del 38 

Queridos compañeros y amigos:

Jenny era una linda niña de cinco años de ojos relucientes. Un día mientras ella con su mamá visitaban una tienda, Jenny vio un collar de perlas de plástico que costaba 2.50 dólares. Cuánto deseó poseerlo!! Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo: Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar. Y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un dólar!, está bien? Jenny estuvo de acuerdo y su mamá compró el collar de perlas.
Jenny trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su cumpleaños. En poco tiempo Jenny canceló su deuda.
Jenny amaba sus perlas, las llevaba puestas a todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua le pintarían el cuello de verde! Jenny tenía un padre que la quería muchísimo.
Cuando Jenny iba a su cama, el se levantaba de su sillón para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "Jenny, tú me quieres?" "OH si papá,tú sabes que te quiero!". Entonces, regálame tus perlas". "OH, papá! No mis perlas!" dijo Jenny. "Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. La recuerdas? tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños. Y te doy su ajuar también, está bien papa?" "OH no hijita, no importa".
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento "Jenny, tú me quieres?", "OH si papá, tú sabes que te quiero!". "regálame tus perlas". "OH, papa! No mis perlas!, pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas. Tu puedes tenerlo si quieres papá". "OH no hijita," le dijo su papá dándole un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".
Algunos días después, cuando el papá de Jenny entró a su dormitorio para leerle un cuento, Jenny estaba sentada en su cama y le temblaban los labios,"toma papá" dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual entregó a su padre.
Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita habían unas hermosas Perlas Genuinas. El las había tenido todo este tiempo, esperando que Jenny renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor. Y así es también con nuestro Padre Celestial. El está esperando que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros.
No es bueno el Señor? Esto me hace pensar las cosas a las cuales me aferro y me pregunto qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar? Le pedí al Señor que te bendijera cuando oré por ti hoy para que te guíe y te proteja cuando vayas por tu camino. Su amor siempre está contigo sus promesas son verdad, Y cuando le damos a Él todas nuestras inquietudes tú sabes que Él verá por nosotros. Así que cuando el camino por el que viajes parezca muy difícil... Sólo recuerda que yo estaré aquí orando y Dios hará el resto.
Pasa este mensaje a todos quien que tu quieras que Dios bendiga,y no olvides enviárselo de regreso a la persona que pidió a Dios que te bendijera primero!

USTED SE DA CUENTA QUE ESTÁ CERQUITA  O  YA HA PASADO LOS 55, CUANDO...

... se encuentra con sus contemporáneos de Escuela Naval y de repente le parece que ya están muyyy... viejitos... porque nota que tienen “unos kilitos de más”, “unos pelitos de menos”,  “les falta agudeza visual y acústica”, algunos “arrastran un poquito los pies al caminar”, “se duermen con pocos tragos”, empujan y pisan duro al “bailar como trompos el pirulino” y sus conversaciones giran sobre “el yo-yo, la religión, la política o el sexo”, temas poco recomendables para una reunión.

... se siente que tiene mas pasado que futuro pues: “el trabajo le da más placer y el placer le da más trabajo”, le toma “toda la noche tratar de hacer lo que anteriormente podía hacer toda la noche” y el 96% de su dinamismo sexual y sus aventuras, solo las puede desarrollar mentalmente o practicando en la cama el “sexo oral” bla, bla, bla.

... deja de buscar “excusas sobre su funcionamiento sexual” y se da cuenta que en realidad está cansado... Apaga las luces solo por razones económicas y en lugar de buscar en la oscuridad una cómplice de sus fantasías eróticas, se hace o se queda dormido.

                                                                     ... la mayoría de sus amistades se han divorciado o están en camino de hacerlo y ahora se encuentran en pleno ímpetu de un nuevo estilo de vida, en cambio Usted sigue con la misma y le importa más la estabilidad, de la que piensa depende su verdadera felicidad.

... se levanta por la mañana y se siente como si hubiera estado de juerga la noche anterior, pero en realidad no ha salido de su casa, ni se ha tomado un “traguito” que pudiera “justificar esa maluquera general y esas agrieras particulares”.

... en el vestuario del club se cubre con una toalla y se sienta para quitarse o ponerse los calzoncillos... y mientras los otros lucen boxer multicolores y a la moda, Usted sigue usando el clásico pantaloncillo blanco, que para colmo de males está “vaciado, amarillento, con manchas como de nicotina” y hasta tiene el número de contingente.

... se siente tranquilo luego de una noche de parranda con sus compañeros pues “se portó muy bien”: tuvo buenos tragos, fue condescendiente, no devolvió atenciones y    simplemente se quedó dormido en el “sanitario”... No recuerda que se pegó una “pea de camionero”, que le buscó camorra a uno de sus amigos, que bailó sobre las mesas, que se cubrió con los manteles, ni que tuvieron que llevarlo a que vomitara al baño...

... aprende a controlar la bebida y hasta empiezan a gustarle cosas que son buenas para su salud, entre otras: la avena le parece deliciosa, “comienza a prestarle atención al índice del colesterol, los triglicéridos y la glicemia”, no come chicharrones ni fritanga, usa zucarinas para endulzar el agua aromática, no toma tinto y procura dejar el cigarrillo.

... deja, entonces, que los otros gocen en “las juergas”, mientras Usted no se toma un trago, y por abstemio y aparentar ser el hombre sobrio, siempre resulta ser “el conductor elegido” o bobo encargado al final de la parranda de llevar seguros a la casa a todos los participantes que sí verdaderamente se divirtieron.

... acude a su mente la fantasía acerca de un cambio en su carrera o trabajo, pero no se atreve a dar el paso, a pesar de que su jefe ya es mucho mas joven que Usted, y lo peor del caso, puede “no ser él sino ella”.

... se da cuenta que todos sus contemporáneos disfrutan y ganan más que Usted, ya sea porque aún trabajan o se hallan divinamente “pensionados” y entonces comprende que su padre tenía mucha razón cuando le decía que “no daba lo mismo enamorarse y casarse con una pelada rica que con una pobre”.

... examina las metas y los logros que se ha propuesto en la vida y encuentra que algunos no se han hecho realidad y no le queda tiempo para cumplirlos, pues ya le parecen “jovencitos” los que no han cumplido 50.

... al radicarse en tierra fría encuentra que las corbatas y las solapas de sus vestidos son brillantes, algunas anchas y otras angostas, costándole trabajo quitarles el penetrante olor a “naftalina”, saber cuál está de moda y cuándo y dónde se deben usar.

... comienza a interesarse en los avisos acerca de productos para “alivio de las hemorroides, del estreñimiento, de la pérdida de cabello, de la flacidez y de otros achaques propios de su edad...” Usted compra esas cosas y con tristeza comprueba que la mayoría “no surten el efecto deseado”.

... ya nadie en la casa se atreve a decirle que le baje el volumen al equipo de sonido,  exceptuando a su mujer, y hasta puede darse el lujo de tomarse con ella unas vacaciones anuales en lugares “realmente exóticos y lejos de la civilización”.

... el venerable trato de “señor”, por parte de los más jóvenes, le produce una “ambigua sensación”, la cual se acrecienta enormemente cuando una joven de 17 años le sede el puesto en el Transmilenio.

... ya no se come todo el postre por el solo hecho de tenerlo enfrente suyo y que le encantó, sino deja la mayor parte pues estuvo calculando la cantidad de calorías que contiene.

... se da cuenta que no todas las comidas son compatibles con su sistema gastrointestinal y comienzan a gustarle las comidas sosas, con poca sal y sin una pizca de condimentos y entiende con agrado que su madre, sin ser la mejor cocinera del mundo, es la única que recuerda que hay un “tipo de comida" que no le gusta a su nené y otra que lo enloquece.

... se decide dar una mano en la cocina y aprovecha los descuidos de los demás para “picar a hurtadillas”, pero su estómago no tarda en cobrarle su travesura o se fija en el menú en un restaurante, antes de someter a un minucioso estudio “radiográfico y antropométrico” a la camarera.

... siente la necesidad de tomarse un trago antes de las 6 de la tarde, pero en realidad si esto ocurre antes de las 4 p.m., es mucho mejor; aunque prefiere el programa de tomarse un tinto con un buen amigo en la cafetería frente al Ley de Unicentro que queda al lado de las escaleras por donde suben y bajan peladas muy lindas en minifalda.

... en lugar de peinar su cabello, comienza a “arreglarlo” y se da cuenta que aún tiene “un pelo lindo”, pero uno solo; nota, además, que le quedan mas pelos en su pecho que en su cabeza y que algunos de sus amigos comienzan a lucir una blanca barba... para disimular la calvicie de sus “brillantes cabezas”.

... su figura cambia y Usted se siente conforme del estilo que adquiere... y hasta encuentra atrayente su perfil y extremadamente disimulada, elegante y saludable su “barriguita”.

... su ropa ya le queda bien a sus hijos, quienes no aceptan ponérsela, pues no gustan de la “pinta” y piensan que las bufandas, pañuelos, sweters cuello de tortuga y chalecos, contrario a lo que Usted cree, les parecen una moda obsoleta que es una “mamera”.

... sus hijos lo aventajan en altura y los comienza a sermonear con el consabido “cuando yo tenía tu edad”, eso que Usted tanto odió que su padre le dijera, ya no puede ayudarlos con las tareas y en las materias que se arriesga a hacerlo, prefiere que no le comenten de las notas que obtienen.

 ... sus hijos comienzan a ganarle en el deporte que mas dominó e intenta practicar y entonces ellos buscan excusas para no tener que jugar con Usted, pues, por su parte, necesita demasiado tiempo de “descanso”.

... los profesionales y deportistas lucen cada día más jóvenes, al igual que los oficiales subalternos y superiores,  y Usted se siente viejo al ver a esa juventud vistiendo uniforme... y suspira pues después de todo, son unos “jovencitos” como lo era Usted hace “xx” años.

... siente un molesto dolor de espalda y se hace examinar por médicos, ortopedistas, osteólogos, kineciólogos, masajistas (como Mónica Yuritza), sobanderos, etc, cambia su colchón, usa tenis especiales, faja reductora, camina todas las mañanas, hace ejercicios, toma pastillas, chuchuguaza, se unta cremas... y a pesar de todo, su espalda le sigue doliendo.

... la salida a la ciclo-vía o la práctica deportiva de los fines de semana, dejan sus secuelas por lo menos hasta el miércoles de la semana siguiente y su lucimiento personal representado en sus escudos, diplomas, trofeos estudiantiles y deportivos, ya no impresionan a nadie por lo que prefiere guardarlos en un closet que exhibirlos.

... es lo suficientemente inteligente como para no intentar sacar toda la basura en un solo viaje, ni a levantar pesos bajos y cuando va a trastear, contrata a una compañía para que le empaque y se encargue de  todo.

... comienza a prestarle atención a los anuncios que indican los límites de velocidad, procura irse por el carril lento, hace caso a todas las señales de tránsito y le parecen “guachísimos y atarbanes” los pelados que pegados a la parte posterior de su carro, le pitan desde muchas cuadras atrás para que se mueva o los deje pasar.

... se le olvida que era lo que estaba tratando en una conversación, pierde el hilo, deja de pensar y en más de una oportunidad simplemente corta la conversación y se queda mudo o hace referencia a “cierto alemán” a quien culpa de su mala memoria.

... se adormece frente al televisor con el control en las manos, pero no permite que se lo apaguen o cambien de canal porque en seguida se despierta y quiere después comentar con sus amigos, los últimos incidentes de las telenovelas de turno, lo “bobandoso” que es Mirando Zapata... o la “pinta loba” de Pedro el Escamoso.

... se “aplasta” en su sillón favorito a leer el periódico y no hay poder humano que logre distraerlo o desalojarlo pues empieza a mirar los obituarios en busca de gente conocida y en las secciones de “Hace 50 años” y “Hace 25 años”, encuentra noticias que ya conoce pues de una u otra forma las vivió.

... sin razón alguna  y ante el silencio sepulcral de su mujer se le pone la mente en blanco, fija su mirada en el vacío o en el fondo del plato, estando a la mesa  o en esa velada romántica a la luz de una vela... y lo peor de todo, no sabe explicarle el porqué de su “englobamiento”.

Alguien decide organizarle una fiesta sorpresa de cumpleaños y al principio se siente feliz pero luego se incomoda internamente cuando los amigos asistentes le hacen bromas y chistes que en la mayoría de los casos tienen como blanco los “viejitos” y varias partes de su estilizada anatomía.

... al participar en competencias de su club o grupo de amigos, se da cuenta que lo tenían inscrito en la “categoría senior” desde hacía mucho tiempo y se aterra al ver la cantidad de viejitos que pertenecen a esta categoría a la cual Usted, sin darse cuenta y sin querer aceptarlo, ya está sobrado de méritos y condiciones.

... al leer “USTED SE HA DADO CUENTA QUE ESTÁ CERQUITA O YA HA PASADO DE LOS 55, CUANDO...”, encuentra gracioso, real o picante el tema, y socarronamente se sonríe, se pone triste o se le sale la piedra... y piensa “que simpático, pesado o pendejo es este tambor mayor reflexivo ...” Definitivamente me siento que soy con letras mayúsculas, todo un “H. P.” (Honorable Pensionado “sus mercedes”).

1. Cn42 - Fernando Sánchez
2. Cn42 - Luis Guillermo Serna
3. Cn42 - Francisco Arango
4. Cn42 - Juan Manuel Ballesteros
5. Cn42 - Michael Bancelin
6. Cn42 - Guillermo Barrera CN 42-017
7. Cn42 - German Campos
8. Cn42 - Jaime Correa
9. Cn42 - Andrés De Laspriella
10. Cn42 - Sergio Espinosa
11. Cn42 - Jaime Forero
12. Cn42 - Hernando Galvis
13. Cn42 - Javier Guzmán
14. Cn42 - Henry Judex
15. Cn42 - Omar Lesmes
16. Cn42 - Amaury Mogollón
17. Cn42 - Jorge Ocampo
18. Cn42 - Carlos Piñeros
19. Cn42 - Guillermo Plazas
20. Cn42 - Gustavo Pulecio
21. Cn42 - Fernando Quintana
22. Cn42 - Andrés Ramos
23. Cn42 - Horacio Rodríguez
24. Cn42 - Gilberto Rodríguez
25. Cn42 - Guillermo Sánchez
26. Cn42 - Claudio Vanegas
27. Cn42 - Eduardo Villamizar
28. Cn42 - Álvaro Leal
29. Cn42 - Guillermo Martines
30. Cn42 - Eduardo Pizarro
31. Cn42 - Rafael Riveros
32. Cn42 - Christian Schrader
33. Cn42 - Enrique Indaburo
34. Cn42 - Fernando García
35. Cn42 - Gilberto Guerrero
36. Cn42 - Carlos Jiménez
37. Cn42 - Juan Manuel Santos
38. Cn42 - Gonzalo Merchán
39. Cn42 - Lucio Arenas
40. Cn42 - Jorge Méndez
41. Cn 42 - Hernán Martínez