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diferentes delitos transnacionales que se puedan presentar en el mar, además de reafirmar los lazos de amistad y cooperación.

El buque ARC “07 de Agosto” arribó a puerto seguro en Bahía Málaga, donde fueron recibidos por sus familias y compañeros, quienes dieron una calurosa bienvenida al buque y a su tripulación.

“El objetivo de dicha operación era desarrollar ejercicios navales en el mar, con armadas amigas, afianzar los lazos de amistad con las marinas participantes. Tuvimos el honor de desarrollar las operaciones con 71 tripulantes de la Armada Nacional, de los componentes naval de superficie, guardacostas y aeronaval, con excelentes resultados para la armada nacional y para Colombia”, expresó el Capitán de Navío Wilson Andrés Monsalve Agudelo, Comandante del Buque ARC “07 de Agosto”.

La Armada de Colombia, continuará participando en operaciones internacionales que permitan fortalecer la cooperación multinacional y la capacidad para responder a las necesidades de seguridad comunes a los países de la región, ratificando con esto el compromiso de salvaguardar los Intereses Marítimos de la Nación.

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LEYENDAS DE LOS TIEMPOS DE LA

INDEPENDENCIA POR EL LADO NAVAL

Por David Escobar Gómez / NA 42-044

Además de las notas bélicas relacionadas con la Independencia, en Leyendas Históricas, también hay notas que tratan de amores fugaces y bellas mujeres en la vida, tanto del Libertador, como en la de otros oficiales y de suboficiales; hasta ahí, porque para abajo nada; la soldadesca se conformaba con lo que encontraba a la vera del camino escondida entre piedras y hondonadas, amores pasajeros en puertos y albarradas. Uno que otro redoblón y paren de contar, que no estamos para recodar tanta salvajada, más bien repasemos o ponemos sobre el mesón la vida de un militar del que poco se habla, y que desaparece: Luis Capella Toledo, samario y general quien fue Presidente del Estado

Soberano del Magdalena, escribió Leyendas Históricas sobre otros próceres, veamos la siguiente nota que incluye a más desconocidos.

Este señor, con ese apellido que se ha perdido, Capella, se dedicó a mostrarle a los colombianos y americanos del sur, en su libro que les digo, varias anécdotas de la vida de los próceres de nuestra independencia; era sobrino del general Carlos Díaz Granados y nació el 17 de diciembre de 1838 y murió en Bogotá en 1896.

Tanto que se habla hoy en día de tener menores de edad en el uso de las armas, y Luchito entró al batallón de Santa Marta a la edad de trece años reclutado por un tal general Borrero, sacado del seminario con otros niños. Pero no crean que de tiempo completo en acuartelamiento con todo y alimento, nada: estaban tan pobres las arcas del Estado Soberano que las practicas militares eran los domingos; pero eso sí, Lucho siempre llegaba puntual y bien peinado a la formación, hasta llegar a ser ascendió a Sargento Primero por su habilidad en el manejo de las armas; pero el uniforme y las botas iban por cuenta de la familia, que con toda seguridad le arreglaron un uniforme del tío Carlos, porque no hay que olvidar que, si se estaba viviendo en el siglo de las guerras civiles, también estaban en plena era del remiendo y zurcido. Lo que nos indica que, a los pobres, les daba mucho trabajo ascender en la carrera militar. El fusil de instrucción lo mandaban hacer con cualquier carpintero, preferible culata de carreto o roble negro, y para las prácticas de esgrima el machete de la casa servía al recluta hasta que le soltaban las armas de verdad. Tenía 16 años cuando estalló la revolución del General Melo y, exactamente el 22 de julio, defendiendo la ciudad de Santa Marta por los lados de Pozos Colorados, el pelao se distinguió por su valentía y arrojo. Pues por eso mismo es que les gusta a los dirigentes, de todas partes del mundo: usar a la juventud, porque se vienen con todo en busca de la gloria o por no quedar mal quedando por fuera de la moda combatiente. Ya se lo pueden imaginar, pasado el suceso, por el camellón con su arrogancia pasada la escaramuza y enmedallado, saludando y recibiendo el aplauso de las niñas o señoritongas de esos momentos de paseo playero en las tardes samarias. Desde luego se le concedió, por su entereza y desempeño por su intrepidez en el encuentro que tuvo por Gaira con el ejército invasor, el grado de Alférez.

Digo yo, que por haberlo puesto el regimiento como ayudante del general cartagenero Joaquín Posada Gutiérrez, que si escribía sabroso, Capella lo quiso imitar.

Según lo que nos dejó Luis Capella Toledo, general de la republica quien quiso quedar como historiador militar, hubo mucho cuento. Veamos de una vez lo que escribió con el título: LO QUE LA PATRIA LLAMA UN NAUFRAGIO,

Pero de refilón y en Cyberacomodo.

Dice Capella, que el 10 de julio de 1815 se hallaba en el puerto de Kingston, lista para hacerse a la mar con el uso de la vela, la goleta Isabel María. Con destino a Colombia y con el objetivo de participar en alguna vaina para evitar que el Pablo Morillo hiciera de las suyas para recuperar las colonias de España, como en efecto intentó con las matanzas, venganzas y ejecuciones que nos dicen los cronistas y la misma historia en distintas formas. Entonces, varios patriotas que estaban en ese puerto caribeño, fletaron la embarcación velacha y, a escondidas de las autoridades, la rellenaron de pertrechos de guerra tipo intendencia, que le dicen ahora.

El mando se lo dieron a un francés: Alberto Serpente. Este mister ya lo habían visto en Plato, y en muchas ciénagas circundantes al lado de Labatud y bailando porros por los lados de Lorica y Ayapel. Mejor dicho, un aventurero que se las buscaba. Al pasar por Cartagena, se enamoró

enquistadamente de una jovencita cartagenera llamada Paulina Lequerica, y se supone uno que…¡ de una belleza!…de esas que puso a muchos a delirar con repercusión cardio-manual. Entre esos estaba también un militar cachaco llamado Juan José D’Elhuyar y Lubize, quien llegó a la Región Caribe bajo el mando del general Antonio Baraya, siendo un joven oficial con ganas de luchar con fervor y pundonor patrio. Al mismo tiempo dar con su media naranja para darle hijos al cielo y a la patria, porque fue jefe

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de la plaza de Cartagena. Cuando vio a la hermosa Paulina, pues le soltó los perros y hasta le hizo llegar notas amorosas, las que le fueron aceptadas para no quedar mal con la familia la pretendida; y para que la rabia de Serpenter entrara en alboroto de primer grado de celos, pues tenía el míster la certeza que podía llegar a feliz término con la misma muchacha.

“Una vez a bordo, mandó levar, y las lengüetas del cabrestante relincharon hasta el ancla a la serviola. Luego, con el petifoque y la mayor, principió a sotaventar, orzando y derribando hasta salir del puerto; izó foque y trinquete, velacho y juanete, la trinquetilla, y por último la escandalosa mayor; y aquel barco sobre las aguas intestinamente removidas, corría en popa como si quisiera anticiparse con el presente que a la ciudad amenazada hacían muchos de sus ausentes hijos.”

Ya con sus tulas en la Isabel María, y en alta mar, el capitán, mira con rabia marinera a D’Lhuyar como si fuera un vulgar polizonte, y con solo imaginar que podía quedarse con Paulina, dicen, que se enloqueció de tal manera, que hizo zozobrar la embarcación; pero antes, que se dieran cuenta toda la tripulación que hacía agua, retó a duelo a su adversario de amores. Aun a sabiendas que no iba a vivir le dijo Serpenter a su rival:

-Pues bien, ya que todo lo he perdido, patria, familia y amor; ya que no puedo formarme un hogar con la sola cuya esperanza de posesión me había dado fuerzas para estar aquí, ¿para qué vida?- dijo con rabia al tiempo que desenfundaba su espada dispuesto a batirse el francés en su lengua gala a la criolla y agregó- si Paulina no es para mi, que tampoco sea de ninguno de los dos.

-Ni menciones su nombre, ¡maldito!…- le contestó el bogotano enfurecido y se batieron el par de

“pintosos”.

Dice Capella, o se la imagina, que la batalla fue violenta y de mucha sangre regada por la cubierta hasta que las aguas del mar la diluyó para el goce de los tiburones que terminaron por finiquitar la historia de un amor sin consumo, y la nave, no pudo llegar a colaboración en la causa libertadora. Se fue a pique.

Igualmente dejamos así las cosas con Lucho con sus leyendas de militares, para encontrarnos con la vida del coronel Aureliano Buendía, y más cerca: la vida de los paracos, pues la guerra sigue, por lo que se ve en el ambiente de dolor y venganza. Pero se prefiere llegar a la verdad, al perdón, y a la no repetición. Que si no es así, el virus que nos encierra, más el odio, que tampoco respeta pensamiento alguno distinto ni parecido, no nos complique lo que nos queda por vivir.

Leyendo a Capella, en verdad que valoro más a la Cybercorredera: Veinte años editando el libro del recuerdo en el cual cada lector suscriptor hace parte del canto, y, por su grandeza, en homenaje grande: se le declara patrimonio cultural marino para orgullo de los contingentes por venir.

HABLANDO DE HISTORIA …

Por CN(ra) Jorge Enrique Quintero Ruiz

Recuerdo una vez la respuesta que mi mama abuelita me dio cuando le pregunte por la historia de su vida. Me dijo: “Mira mi nieto adorado, la historia, como dijo Porcela, es la mentira encuadernada”

-Como así, le respondí…

Ella es algo realmente inaprensible. Es tratar de contar, ya sea verbalmente o por escrito, un “algo” que en su momento se vivió o que sucedió y nosotros, a nuestra manera y conveniencia, lo tratamos de contar y explicar.

Si me preguntas por mi historia, te puedo responder que es tan evasiva como las cosas que ella significa.

-Le dije, ´no lo entiendo´…

Mijo, es tratar de contar a mi acomodo lo bueno y lo malo que viví en un momento determinado de mi larga vida. Es tratar de acomodar lo que me conviene contar.

Es, a la larga, tratar de disfrazar un pasado ya vivido para hacerlo más aceptable cuando se hable de él, teniendo en cuenta que, en ese pasado ya vivido, todo en él no fue malo. Y eso, precisamente, es lo que hace cualquier ser humano al que se le pregunte por su historia, ¿me comprendes?

Por eso cuando me dicen que escriba sobre historia, yo respondo, ¿qué debo hacer? ¿Qué debo decir? Es decir, ¿Que desea que escriba? Se me dice: Pues hágalo haciendo una investigación. Y es cierto. Y sé que, esa investigación, estará basada en otras investigaciones ya realizadas por otros y que a la larga serán una copia arreglada al acomodo y punto de vista de quien la escriba.

De ahí que cada persona que se tome la molestia de escribir sobre un pasado inmediato, debe hacerlo investigando; es por eso que la historia, como historia, es una investigación. Y esa investigación se basa en tratar de desentrañar los acontecimientos pasados ocurridos en la vida de una persona o de muchas de ellas. Es un escrito que realiza una persona que se funge como un posible historiador sobre un determinado acontecimiento ocurrido pero no vivido por él.

Y es por eso qué, si un hecho trascendental sucedido en un determinado momento no se escribe de inmediato en forma detallada, este pasará a la historia para que en un futuro cercano “alguien” escriba

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a su acomodo y desde su punto de vista, una serie de palabras y hechos que ´posiblemente´ se ceñirán o aproximaran a la verdad de lo realmente ocurrido.

Por ello podemos decir que la historia como historia, se escribe sobre hechos humanos y el entorno que en ese momento lo rodeo para que existiera ese hecho. Hecho que afecto su vivir y el de quienes lo vivieron. Por eso la historia es objetiva y a la vez subjetiva, ya que sin un objeto no puede haber una investigación, y a la vez, sin un investigador no pude haber ningún objeto o, por lo menos, ningún objeto puede llegar a ser conocido por el ser humano como no sea a través de la observación de un investigador.

Así que mi abuelita, muy inteligentemente, me hizo ver su historia a su acomodo, tratando de que ella perdurara en mi mente como una vida alegre y de muchas experiencias positivas; claro, omitiendo en ella pasajes desagradables o los problemas que en ella tuvo que vivir y que, por ser niño, no quería causarme una mala impresión o una tristeza sin razón alguna.

Escribir sobre historia, como lo hace el historiador, es contarla a través de otros ojos lo que ´posiblemente´ si ocurrió, es estar dentro de esa historia que se observa y se registra, porque, como lo expresó Toybee, aun cuando un historiador no esté escribiendo la historia de su propia época ni de su propio país, si está escribiendo sobre hechos y acontecimientos humanos ocurridos en alguna fecha determinada y en algún lugar del país o del planeta.

Teniendo en cuenta lo anterior, debemos dentro de nuestras Fuerzas Militares, tener personas dedicadas a investigar y escribir sobre cada uno de los hechos y sucesos vividos por nuestros hombres en su momento de accionar, porque si no lo hacemos, ellos, el enemigo soterrado, lo va a hacer a su acomodo y para la historia, la verdadera historia, pasaremos de ser víctimas a ser victimarios. Y debemos tener historiadores honrados que no pretendan tener algún prejuicio, sino que diga la verdad y, si es que lo hay, evitar que ese prejuicio se presente para que no distorsione la verdadera verdad.

Y, ojo, eso se está viendo y viviendo ahora, desde que -así lo creo- se firmó una mentirosa paz acomodada a unos intereses personales y políticos que, a la larga, en nada han favorecido al pueblo colombiano y mucho menos a sus Fuerzas Militares.

Por eso, hablando de historia…, es hora que despertemos más de lo que muy ´posiblemente´ lo estén haciendo algunos ya.

“ANECDOTAS DEL HOYO 19”

(Del Grupo de Golf “ARRECIFES”) Por: Cronista Golfístico.

Es bien sabido, desde tiempos inmemoriales, que los días jueves es nuestro encuentro semanal, iniciando en el hoyo 19 para jugar los 18 hoyos del maravilloso campo de golf. Antes de la “Peste Blanca” o Calamidad, producida por el Covid-19 desde las 05:30 llegábamos graneados y nos anotábamos ante los eternos anotadores que ya estaban en el hoyo 19, quienes, preparados para su control, “sorteaban” los “Foursomes” o “Threesomes” de los que iban llegando y así cumplido el primer requisito de registro, empezábamos tipo siete de la mañana, por los hoyos 1, 8, 10 y 15. Con esta facilidad

de salidas, nos “rendía” y estábamos terminando “tipo” medio día, para reunirnos a tomar el refrigerio, que nuestro “Secretario se craneaba y nos ofrecía”, después del toque magistral por el marino de turno al dar las “Cuatro Campanadas dobles”. Distingo que hay rima: rendía, día y ofrecía, que alegría.

La anterior tradición tuvo una pausa de casi 5 meses y necesidad de adaptarla a la nueva normalidad. Hoy día, durante la prolongada e interminable “Pandemia”, la cosa cambió y desde el martes tempranito, inician los jugadores a anotarse a través del “WhatsApp” (WA); igualito a las “Elecciones anticipadas” en los EE.UU. y el colaborador voluntario CALM Benjamín Manzanera, va tomando atenta nota y haciendo listas parciales para conformar los grupos de juego y por supuesto resultan los “ciegos”, quienes dicen “no me veo”, los que invitan amigos, los que dicen “de pronto voy o de pronto no voy”, los navales “firmes”, los más experimentados que dicen “anóteme este foursome”; al final de este trajín, ha habido alrededor de 35 registrados, lo cual es una cifra abundante y demuestra la necesidad de respirar aire puro, hacer ejercicio y mejorar el estrés al conversar con los amigos de siempre.

Es de registrar que como el WA es de uso libre, sale el “gomoso deportista” que nos mantiene al día con las competencias mundiales, como las carreras en bicicletas: “Le Tour de France”, el “Giro de Italia” y la “Vuelta a España”; excelente y muy necesaria información, que nos evita sentarnos frente al TV a ver dichos eventos y escuchar la “gritería” cuando un colombiano, gana una escalada, o se cae o gana una etapa o está dentro del top 10, a tantos “segundos” del primero. Otro, de pronto envía un mensaje que a la letra dice: “1-0 Dodgers, Batazo de circuito completo abriendo la primera”; alguien me puede descifrar este código, alemán o japonés, cifrado con la maquina “Hagelin” (¿recuerdan??). Sospecho hablan de “base ball”.

En el Ocaso del dichoso martes, en lugar de “bajar estrellas” para la posición astronómica, se hace el “sorteo para la posición de los Foursomes”, pues “Manzano”, el CALM Benjamín Manzanera, tiene las fichas y hay una auditoria, que es doña “Clarita” quien avala la actividad. Nadie “mete la mano” ni propone grupo ni hora, ni hoyo. Es de anotar que hoy solamente se puede salir para jugar por el hoyo

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1 y por el hoyo 10 o si no, la Secretaria de Salud de la Alcaldía de Sopo, nos puede “cerrar” el Club de por vida por no cumplir el protocolo de bioseguridad diseñado para el deporte de golf. ¡Toca!

El miércoles, la “Escuadra de Anotadores”, que más parece una “Fuerza de Tarea”, hace la “complicada” labor de ubicarnos (separarnos), para el “foursome”, el hoyo y la hora. Eso no es nada fácil, me explico, pues no es recomendable hacerlo con el celular, y si con el PC en la “casita”, pues con el teléfono es harto complicado, porque la señal normalmente se cae, y cuando vas a digitar un número, con los dedos que no son de “pianista de concierto”, es decir largos y suaves, la cosa no funciona, pero a la postre lo logran para beneficio de todos. A la media mañana, ya sabemos con quién jugamos y a qué hora nos encontramos en el hoyo, para iniciar el golf.

Pero no faltan los “ciegos” que dicen “no me veo” y la preguntadera de “los despistados” qué cual color es la camiseta, blusa o straple (“estraple”, la llaman otros) para el juego del jueves. La semana pasada, recuerdo una frase del TK Felipe Ramírez, alias “Patacón” Felipe, quien decía simpáticamente “En estos días, celebramos la travesía de la Pinta, la Niña y la Santa María…. y mañana, cual es la Pinta?”. Al

Valm Gabriel Mercado, cuando le informaron que la camiseta era el “Azul de la Bandera”, el manifestó que había nueve camisetas de color azul: la de “Escudo pequeño”, “lado izquierdo” “sin vivos ni rojos ni amarillos”, “manga larga”, “bordes del cuello sin redondear”, “Azul turquí, no azul pepe, ni azul ñato”, “dos botones” y preferiblemente de la talla del Usuario. Algo complicado, pero al final casi nadie falla en ese tema, pues hay “ponchera”, típica tradición marinera y los anteriores que preguntan son los encargados durante el juego de “echar al agua” a los despistados, lo cual queda registrado en el libro del “Canciller del

Vino”, quien los “almacena” para el almuerzo del mes.

Y ese día jueves ansiado llega, los jugadores se dirigen al hoyo correspondiente y empieza la “competencia”. Durante el juego y en beneficio del tiempo y acelerar un poco la actividad, hay una “medida golfística de distancia” usada en

los greenes, que nunca aprendimos cuando estudiamos Geometría Analítica ni Trigonometría Esférica y es el “largo de un grip del putt” al hoyo para considerar una bola

embocada y se sabe de algunos grupos, que, dependiendo del grado y la antigüedad, la bola se “da”, como embocada a diferentes “trechos al hoyo” ; me explico, si es almirante u oficial de insignia, a tres grip del hoyo (90 cm); si es Oficial superior a dos grip (60 cm) y si es subalterno a un grip del hoyo (30 cm) y si es “civil” el personaje, a dos dedos o no se da. Se debe cantar “Dada la estrella polar y el logaritmo de Pi, dime si es aquí donde se debe embocar”; nuestros amigos del Ejercito dice: “Cuqui” (Cuente y Quite). He escuchado que algunos jugadores que

no se les “da”, se van a quejar ante el Comité Mundial de Golf o la PGA. Vaya uno a saber que nos espera con tanta desconfianza.

Como toda competencia al final del juego viene la contabilización para conocer los ganadores y hoy día los “Semilleros” están arrasando con los premios en sus categorías, lo cual es estimulante y como volvimos a los “refrigerios”; no en la mesa en forma de “U” que integraba, sino en mesas de 8 puestos para cuatro personas, y con tapabocas al cuello, se disfruta haber terminado vivo.

Fin de mes, se establece el “Almuerzo de Compañeros” y celebrar el cumpleaños de quienes les dio por nacer en ese mes.

Digno de mencionar, que tenemos un “Uniforme para el Almuerzo”: está la camiseta blanca, con suéter azul y está la camiseta azul o roja, con suéter blanco. “Cójame ese trompo en la uña”, decíamos en la “cuadra” cuando éramos niños. El secretario nos informa sobre dicho almuerzo, dice que para jugar es una “Pinta” y para almorzar, es otra “Pinta” y por supuesto va con su Tablet, anotando quienes fallaron por “despistados”, para cubrir el “Consumo del Vino”.

Los almuerzos son el cuarto jueves de cada mes, pero en este mes no se hizo el jueves 22 de octubre, por la “Minga” caucana y por el “Paro” de maestros y sindicalistas, sin saber que hubiera podido ocurrir, pero si se hizo el quinto jueves 29 de octubre y “un botón basta de muestra, los demás a la camisa” (decía la canción) ……………….

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Además de los ganadores de la jornada, se hizo un muy rápido “Concurso de Tapabocas”, por parte de Martica Aldana y hubo dos ganadores; en categoría “Más Original” y el ganador fue Julián Herrera, con una “careta” que parece más un “soldador” y en categoría “Bruja”, por aquello del “Halloween”, Adelita Albarracín, quien no tuvo competencia.

En el grupo, contamos con una persona entusiasta a morir y es Nancy de Pinilla, quien contrató para la ocasión a un “saxofonista”, quien nos amenizó el típico y delicioso ajiaco “santafereño”, que hacía tiempo no degustábamos.

Se celebró de manera especial el cumpleaños de nuestro gran colaborador y patrocinador “Patacón” Felipe, recibiendo el obsequio por parte de Nancy y “paquete” de bolas (nuevas) por parte del Grupo “Arrecifes”.

El jueves, víspera del “Viernes 13” (el de los Templarios y día de la derrota de Colombia ante Uruguay), tuve la oportunidad de jugar en un “foursome” con Gabriel Mercado, gran filólogo, conversador y brazo fuerte, Roberto Sáchica, esforzado jugador y la “perlita” de Julián Herrera, quien tiene nexos familiares con la Federación Colombiana de Golf, campeón de marras y apostador; desde que lo conozco, nunca le han bajado el “Hándicap”; se pasea orondo con sus 32, cuando juega 20 y claro, siempre gana en su categoría. Propone la modalidad de jugar el “Robin” en cada “Foursome”; el “Comité” está estudiando la solicitud, pero no le auguro buenos alcances, en vista que el juego se demora; cuando lo intentamos ese jueves, en lugar de las cinco (5) horas normales, nos tomamos seis horas y media; llegamos “joches” al refrigerio y a toda carrera nos tocó integrarnos a la reunión.

Nuestro Secretario, nos anunció que el último jueves de noviembre, tendremos el “Torneo Recordación”, en conmemoración de los socios que “soltaron amarras terrenales” y que la clausura del año, será el 17 de diciembre, por aquello de que la mayoría, no hará uso de “vacaciones recreativas”, debido a esta “pandemia” que, como las lluvias, tormentas tropicales y huracanes, no termina aun.

Si hasta aquí llegaron los amables lectores, les doy las gracias ¡¡¡¡ y no se diga más!!!!!

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154 CADETES JURARON FIDELIDAD A LA

BANDERA COLOMBIANA

Los jóvenes continuarán con la primera singladura de su proceso de formación en la Escuela Naval de

Cadetes, para ser Oficiales de la Armada de Colombia.

154 jóvenes Aspirantes, que ingresaron a la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”, en el mes de septiembre, recibieron las armas y juraron fidelidad a la bandera colombiana, en ceremonia militar presidida por el Capitán de Navío John Henry Ruiz Murcia, Director encargado de la escuela naval y universidad marítima.

El grupo está conformado por el Contingente Naval número 165, de Infantería de Marina número 109, Profesional de Infantería de Marina 110 y Profesional Administrativo número 54.

Durante el evento marcial, en un acto simbólico que reafirma su vocación y servicio, los jóvenes recibieron las armas bendecidas, con las que prometieron defender la Patria y a sus instituciones. Así mismo, juraron fidelidad a la bandera colombiana, incluso dar la vida por ella y no abandonar a jefes, superiores, compañeros y subalternos.

Los primeros tres meses de adaptación a la vida naval militar culminan con este importante evento, en el que los jóvenes Aspirantes pasan a ser Cadetes, para continuar con la primera singladura de su proceso de formación como futuros Oficiales de la Armada de Colombia.

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76 ALUMNOS DE LA ESCUELA NAVAL DE

CADETES CULMINARON SU ENTRENAMIENTO

A BORDO DEL BUQUE ARC GLORIA

Luego de 42 días de navegación, el buque ARC “Gloria” regresa a puerto cartagenero.

El buque ARC “Gloria” atracó en el muelle de embarcaciones mayores de la Base Naval ARC “Bolívar”, en ceremonia presidida por el señor Capitan de Navío Ibo Plazas Moreno, Director del Hospital Naval de Cartagena, al terminar la primera fase del crucero de entrenamiento, en donde participaron 76 alumnos, entre ellos 7 mujeres, de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”.

Este crucero incluyó el tránsito por cuatro puertos del Pacífico colombiano y dos puertos extranjeros, en Panamá.

Durante este período, los cadetes navales, que se forman para ser Oficiales de la Armada de Colombia, afianzaron las competencias básicas para la navegación costera y de altura, navegación astronómica, maniobras de cubierta y de velas, operación de equipos de maquinaria principal y auxiliar, operación de equipos de navegación y de comunicaciones.

El 5 de noviembre el buque insignia de Colombia zarpó en su segunda fase de crucero de entrenamiento de cadetes, con la participación de 74 alumnos de la Escuela Naval, para surcar mares; experiencia invaluable en su formación como futuros Oficiales de la Armada de Colombia.

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