4. VACACIONES Y EXÁMENES FINALES

Al regresar a Livorno entramos nuevamente de lleno a la rutina diaria de estudio y actividades del primer trimestre . Para entonces ya teníamos claro que el año académico incluía 6 meses de clases , mes y medio de exámenes , mes y medio de vacaciones (15 días al finalizar el primer trimestre , 15 días al término de los exámenes finales , y 15 días al finalizar el crucero de verano) , y tres meses de crucero . Nos pareció que un mes y medio para los exámenes finales era un tiempo demasiado largo ; después , cuando ya  pasamos por la experiencia de los primeros exámenes , entendimos la razón : en la Academia estos exámenes no eran escritos sino orales , lo cual implicaba un dominio profundo de cada materia , una enorme presencia de ánimo para contestar preguntas sin vacilaciones ante una comisión examinadora integrada por el profesor de la materia , el representante del Ministerio de Marina , el representante de la dirección de estudios , y uno o más oficiales encargados de cada curso ; también era permitido que un número grande de otros cadetes  presenciaran el examen en calidad de observadores ; esto incrementaba el grado de nerviosismo , pero servía para desarrollar el autocontrol , además de proporcionar una revisión de la materia para aquellos que aún no habían sido examinados . Para alguien que no esté acostumbrado a esta metodología , es alucinante el imaginar que un problema de alta matemática o de física pueda ser resuelto sin titubeos y en un tiempo relativamente corto (el examen duraba unos 20 minutos , y podía incluir no solamente varios problemas sino uno que otro desarrollo de fórmulas) . Para nosotros los extranjeros , el tener que expresarnos correctamente en Italiano era un desafío adicional que a la postre nos obligó a esforzarnos mucho más para quemar etapas en el proceso de aprendizaje del idioma .

En las primeras vacaciones que tuvimos entre el 30 de enero y el 14 de febrero de 1.955 , la mayoría de nosotros decidió viajar a un sitio donde pudiéramos aprender a esquiar . Fue una estimulante experiencia en un deporte que desconocíamos por completo . Para esta época ya el invierno era bastante intenso y empezábamos a familiarizarnos con la calefacción en recintos cerrados .

Al regresar a la Academia iniciamos el segundo trimestre de clases , y al finalizar éste se dio comienzo al temido mes y medio de exámenes finales . Durante este período pudimos vivir la inolvidable experiencia de la siesta obligatoria después del almuerzo : teníamos que empijamarnos , cerrar las persianas , y dormir durante aproximadamente hora y media para descansar el cuerpo y la mente . La preparación de un examen podía durar varios días , dependiendo de la complejidad de la materia . Al examen entraba el cadete examinado , en uniforme de franquicia ; se presentaba diciendo su nombre y curso al cual pertenecía , y a renglón seguido empezaban esos 20 minutos interminables que incidirían irremediablemente en la aprobación del curso y en el puesto que ocuparía cada uno entre sus compañeros . El orden de presentación a cada examen se definía en una especie de consenso entre los cadetes : algunos preferían salir rápido del asunto y se inscribían entre los primeros ; otros preferían escoger los últimos turnos para poder asistir al mayor número de exámenes y así detectar los temas que el profesor consideraba más importantes al formular sus preguntas , además del enfoque dado en las respuestas de sus compañeros .

Después de los exámenes finales tuvimos nuestro segundo período de vacaciones (1º al 15 de julio) , durante el cual los cadetes Colombianos nos dividimos en grupos para hacer turismo en diferentes lugares de Italia y prepararnos para la gran aventura de nuestro primer crucero de tres meses en un velero gigantesco  .

5. El PRIMER CRUCERO DE VERANO Y LA COLISIÓN DEL VESPUCCI .

El día tan esperado finalmente llegó . El 15 de julio de 1.955 nos embarcamos en el buque escuela Amerigo Vespucci que se destacaba majestuoso atracado en el muelle : su casco pintado de negro , con dos franjas blancas que se extendían de proa a popa , sus tres palos de velero mayor , sus velas recogidas y amarradas a las vergas , su bauprés , sus jarcias y toda su parafernalia de cabos de maniobra se nos ofrecían generosamente a nuestro incipiente espíritu marinero y a nuestros sueños recónditos de lobos de mar . Amerigo Vespucci había nacido en 1.451 en Italia y fue reconocido en todo el mundo como un gran cartógrafo navegante que dio su nombre al continente americano , pues era su nombre el que se mostraba en las cartas náuticas que iban apareciendo de las tierras descubiertas por el gran almirante Cristóbal Colón . Este buque escuela , tipo bergantín goleta de 3 palos , mascarón a proa , con foque , contrafoque y petifoque en el bauprés , era quizás el más grande entre los veleros existentes en esa época : 4.100 toneladas de desplazamiento , 100.5 metros de eslora , 15.5 metros de manga , 52.2 metros de altura total , calado de 7.3 metros , y 2.842 metros cuadrados de superficie vélica ; había servido para el entrenamiento de innumerables promociones de cadetes navales Italianos , y ahora nos acogía a nosotros que lo mirábamos con gran respeto y admiración . Allí recibiríamos durante tres meses el entrenamiento necesario para ir formando ese espíritu que requiere todo hombre que aspire a convertirse en oficial naval . Sabíamos , por supuesto , que ese crucero no sería suficiente para darnos el añejamiento requerido , pero estábamos conscientes de que era el comienzo en serio de la parte práctica de la carrera que habíamos escogido . Después de nuestro zarpe de Livorno empezamos a familiarizarnos con las instalaciones del buque : el dormitorio , que servía también de comedor y aula de clases , era un amplio espacio con soportes para amarrar las hamacas durante la noche , las cuales se bamboleaban sobre las mesas con su carga humana ; la cubierta principal , toda hecha en madera , era nuestro escenario para ejecutar la orientación de las vergas e izar las velas durante las maniobras de navegación a vela ; los primeros días las manos se nos llenaron de ampollas y luego de sanguaza al reventarse éstas , a causa del roce permanente con los gruesos cabos que debíamos halar en grupos ; la trepada por las jarcias hasta llegar a las vergas asignadas para soltar o amarrar velas , a pesar del entrenamiento previo recibido en el bergantín del patio de armas de la Academia , nos ponía la piel de gallina pues allí no teníamos las redes de protección ; además las alturas eran mucho mayores y el ejercicio debía ejecutarse a veces durante la oscuridad de la noche y con mar picado . El Vespucci tenía unos motores diesel de propulsión para facilitar las maniobras de zarpe y atraque , además de ayudar en la navegación cuando el viento no era suficientemente fuerte o cuando el tiempo apremiaba . Durante las guardias nocturnas , los cadetes que no tenían deberes que requerían atención permanente como los vigías , timonel ,  o ayudantes de navegación , podían dormir sobre cubierta utilizando los cabos de maniobra enrollados a manera de almohada ; el sueño era por supuesto interrumpido por el pito del contramaestre de guardia cada vez que se presentaba una maniobra . Todas las noches , y al medio día , teníamos que utilizar el sextante y el cronómetro para la navegación astronómica ; los que no estaban de guardia no podían irse a dormir hasta tanto no entregaran la hoja de cálculo con la posición del buque ; al día siguiente se publicaba una lista con la clasificación obtenida en relación con la posición determinada por el instructor y el oficial de navegación del buque .

LIVORNO- BARCELONA- TANGER- BRISTOL- BERGEN- LONDRES-GIBRALTAR- MARSELLA- LIVORNO : éste era el recorrido oficial de nuestro crucero . Después de varios días de navegación por el Mediterráneo , durante los cuales quedamos extasiados por el maravilloso espectáculo de ver cómo se desplegaban las enormes velas del Vespucci y luego se inflaban para impulsarlo , y cómo se efectuaban los primeros virajes , llegamos a BARCELONA . Lo  primero que avistamos en el muelle fue una réplica de una de las carabelas de Colón ; parecía una cáscara de nuez al compararla con el Vespucci , pero la miramos con respeto porque sabíamos lo que la carabela original había logrado en condiciones tan difíciles e inciertas . Barcelona se nos ofreció en todo su esplendor : el paseo de Gracia , las Ramblas , la iglesia de La Sagrada Familia , las extrañas edificaciones de Gaudí , el Pueblito Español , la iglesia de Monserrate , el parque Guell . Una noche de fantasía , las autoridades Catalanas , entusiasmadas con el embrujo que ejercía el Vespucci sobre la ciudad , autorizaron la puesta en funcionamiento de las fuentes de Montjuic : este espectáculo , que desafía la imaginación del artista más creativo , nos dejó mudos con esos chorros de agua que cambiaban su altura , forma , y color , al son de la música ; desde esa época no he visto nada que se le parezca , a pesar de los avances de la tecnología y los efectos especiales .

 Un día se apareció en el portalón de carga un señor que dijo ser el cónsul de Colombia : era el General (R) Amadeo Rodríguez , cónsul oficial de Colombia en Barcelona ; al darse cuenta del nivel del visitante , el Oficial de guardia personalmente lo hizo ingresar al buque por el portalón principal , le brindó los honores correspondientes , y nos avisó a los cadetes Colombianos para que le mostráramos el buque y lo atendiéramos en debida forma ; de ese encuentro salió una invitación a comer en su residencia , durante la cual pudimos sentir el calor de la patria lejana y dar nuestros primeros pasos en el mundo de la diplomacia . También visitamos el balneario de Sitges , sin sospechar que años después se reunirían allí Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo para darle vida al Frente Nacional ; al respecto , recuerdo que uno de nosotros propuso que visitáramos al ex –presidente Gómez como un acto de cortesía de los cadetes colombianos : menos mal que esa propuesta fue rechazada , pues no quiero imaginar cual habría sido la reacción del General Rojas Pinilla , quien lo había obligado a refugiarse en España después del golpe de estado . Claro que no faltaron las reuniones sociales y visitas a las autoridades y museos más importantes ; tampoco uno que otro incipiente coqueteo con las hermosas chicas barcelonesas . Nuestra primera escala del crucero terminó con una verdadera manifestación de gente en el muelle para darle la despedida al “Vespucio” .

Después de Barcelona navegamos hacia TANGER en el continente Africano . Esta ciudad Marroquí nos puso en contacto con una civilización diferente , con vestimentas que sólo habíamos visto en películas y enciclopedias , con una arquitectura que nos transportaba a la conquista de la península ibérica por parte de los moros . Tan sólo fueron unos pocos días que nos permitieron tomar las cosas con calma y descansar .

De Tánger zarpamos para BRISTOL en el sur-oeste de Inglaterra . Al ingresar de lleno al océano Atlántico se llevó a cabo una ceremonia muy emotiva , durante la cual se echó al mar una corona y el comandante pronunció un elocuente discurso , en conmemoración de los submarinistas italianos desaparecidos en la “batalla del Atlántico”, cuando las fuerzas navales Aliadas y las del eje Berlín-Roma se disputaron el control de las rutas de abastecimiento durante la II guerra mundial . Bristol era una ciudad situada a orillas del río Avon y gran centro económico con pujantes industrias química y aeronáutica ; se conocía como la ciudad de las iglesias , que con sus agujas y campanarios permitían distinguirla desde muy lejos ; tenía un hermoso puente que era el verdadero símbolo de la ciudad , y  poseía innumerables parques y jardines que hacían muy placentera la estadía de los visitantes . Allí pudimos disfrutar el excelente “roast beef” inglés con papas fritas y alverjas , e iniciar nuestra primera navegación por el Canal de la Mancha , en ruta hacia el próximo puerto .

BERGEN , la ciudad noruega , fue nuestro siguiente destino . Aquí la imagen es clara a pesar de los años transcurridos , pues el espectáculo de ver el Vespucci navegando por los bellos fiordos de aguas mansas y límpidas , con las cumbres de las montañas cubiertas de nieve , es algo difícil de imaginar y muy fácil de recordar . En Bergen tuvimos mucha afluencia de visitantes deseosos de pisar la cubierta del Vespucci y admirar de cerca los detalles que hacen de un velero un objeto exótico . Durante una de estas visitas tuve que servirle de guía a una pareja de turistas Norteamericanos , quienes entusiasmados por el tour  quisieron entregarme unos billetes , a manera de propina ; quedé tan sorprendido por el inesperado episodio que sólo pude balbucearles en mi precario inglés que los futuros Oficiales no podíamos aceptar este tipo de cosas ; el gringo , con aires de abuelo tejano , metió los billetes en uno de mis bolsillos y se alejó sonriente .

Felices con nuestra experiencia nórdica nos dirigimos hacia el sur para nuestra visita a LONDRES , tal vez la de mayores expectativas en el itinerario del crucero . Entramos por el histórico río Támesis y atracamos muy cerca del meridiano de Greenwich . Nuestra primera experiencia con las mareas de verdad (no esas pequeñas mareas que habíamos visto hasta ese momento) , que dejaban a los buques sentados sobre el lecho del río , fue en realidad memorable ; de esas cosas que se le graban a uno en lo que hoy llamaríamos “el disco duro” de la memoria . Londres nos pareció una ciudad sorprendente , llena de atractivos turísticos y de construcciones imponentes : el Palacio de Buckingham , la Abadía de Westminster , el Parlamento Inglés , la Plaza de Trafalgar con el monumento al Almirante Nelson , el Puente de Londres , los innumerables y hermosos parques , los buses de dos pisos , los prados de intensísimo verde y meticuloso arreglo , etc. ; de pronto nos encontrábamos como inmersos en la historia del gran imperio inglés y sentimos que la realidad era superior a toda expectativa .

Tomamos rumbo hacia GIBRALTAR , importante base naval inglesa que custodiaba el ingreso y la salida del mar Mediterráneo . La llegada a las aguas del puerto fue espectacular , ya que el Vespucci desfiló en medio de los buques de guerra ingleses , navegando a toda vela y sin motores , como haciendo ostentación ante los herederos de Nelson de su pericia marinera : los aplauso de todas las tripulaciones , el batir de pañuelos , y la cara de satisfacción de nuestro comandante nos indicaron  que los ingleses nos acogían con simpatía y admiración . La famosa “roca” de Gibraltar le daba personalidad a la base . El pueblo , donde conviven ingleses y españoles , alberga innumerables almacenes en los cuales pudimos adquirir souvenirs y alguna que otra cámara fotográfica . En Gibraltar pudimos apreciar en forma directa los  enormes buques de guerra que atestiguaban sobre el aún enorme poderío naval de Inglaterra . La principal anécdota que recuerdo de esta visita se ambienta en un partido de fútbol entre la selección del Vespucci y una selección de los marinos Ingleses : el partido se encontraba 1-1 a pocos minutos del final ; los ingleses habían demostrado ser un hueso duro de roer , y el campo , de una increíble aridez , resultaba difícil para nosotros que estábamos acostumbrados al tapete verde del estadio de la Academia en Livorno ; en un momento de inspiración pude ver al portero inglés salido del arco , yo me encontraba casi en la mitad del terreno de juego y sin pensarlo mucho disparé : la pelota describió una hermosa parábola , bañó al arquero y decretó el 2-1 final ; casi toda la tripulación del Vespucci estaba presenciando el partido , y fue tal la alegría que me llevaron en hombros hasta el buque .

Y de Gibraltar partimos para el último puerto extranjero de nuestra travesía : MARSELLA era la ciudad más antigua y el principal puerto de Francia . En la antigüedad fue colonizada por los Griegos y posteriormente pasó al poder de los Romanos ; aunque no quedaban muchos vestigios de la influencia que estas potencias ejercieron sobre la ciudad , sí existían algunas joyas arquitectónicas como su catedral , y muchas industrias tenían su sede allí . A nosotros Marsella no nos causó un impacto especial , y los días en el puerto transcurrieron sin acontecimientos dignos de recordar . Lo que sí nos impactó fue una visita que realizamos por tierra a la cercana Aix-en-Provence , ya que allí si pudimos apreciar las evidencias del paso de Griegos y Romanos .

Durante el último tramo de navegación se cumplió una de las tradiciones más bellas de la Academia Naval : la escogencia del nombre que habría de llevar nuestro curso . Se organizó una votación , con varios nombres de candidatos , y el seleccionado fue “DRAGHI” (Dragones) ; también se escogió el “grito de guerra” para asustar a los reclutas y a los rivales en las competencias deportivas : Aidakar !..Zighenesh daá.. zighenesh daá ! ; tanto el nombre como el grito de guerra fueron inspirados por reminiscencias de la permanencia en territorio Noruego . Según la tradición , este nombre del curso se conserva hasta la graduación como Oficiales , momento en el cual se toma el nombre del que ocupe el primer puesto de la promoción .

Y así llegamos a la última etapa de nuestro primer crucero . Nos dirigíamos hacia LIVORNO , donde se daría término oficial al crucero de 1.955 . Nadie presentía que estábamos a punto de ser los actores de una experiencia que todo hombre de mar sueña tener y poder contar :

Era nuestra última noche de navegación ; el Vespucci venía con todas sus velas desplegadas al viento , a unos 10 nudos de velocidad , con los motores apagados ; la luna le daba al mar un color plateado y la visibilidad era aceptable ; era como la una de la mañana y yo me encontraba de guardia en uno de los cargos de supervisión , conversando con el contramaestre del buque , un hombre corpulento de bigote poblado de color castaño y generosa panza : un verdadero pirata de los siete mares , con unas manazas enormes temidas por rodos los cadetes que no trabajaban bien en las maniobras ; su apellido era Cornelli . De repente empezó la acción : un buque mercante de bandera Sueca , de unas 12..000 toneladas , fue detectado con rumbo de colisión por nuestra amura de estribor  , mostrando la luz roja de babor . La distancia entre los dos buques se fue haciendo cada vez más corta y la marcación permanecía constante . A pesar de que el otro buque tenía la vía según las reglas de camino en condiciones normales (“si a estribor ves colorado , debes con cuidado obrar , cae a uno o a otro lado , modera , para o ve atrás” ; así rezaba el verso que aprendí en clase de marinería en Cartagena , y que recordé en ese instante) , el Vespucci tenía la prioridad porque estaba en navegación a vela . El comandante fue llamado al puente de combate , se pitó zafarrancho de maniobra , se intentó el contacto con el buque Sueco por radio , por destellos , con banderas , y  hasta se dispararon varios cañonazos con el cañón de salvas de saludo , y se iluminaron las velas con potentes reflectores . Todo resultó inútil . La otra tripulación no se daba por enterada ; aparentemente venían con piloto automático y todo el mundo parecía dormir a pierna suelta . Lo primero que hice cuando se pitó el zafarrancho fue bajar al dormitorio para despertar y apurar  a los cadetes que no estaban de guardia ; en ese momento ocurrió algo increíble : uno de los cadetes iraníes no se movía de su hamaca , y al sentir que yo lo empujaba para que se bajara rápido , me dijo : “pero si yo estoy excusado de ejercicio...!”. La segunda acción que tomé fue irme al cuarto de navegación  para ver la distancia y orientación a la tierra más cercana : estábamos a unas 5 millas de la isla de Cerdeña ; me tranquilicé un poco , me puse mi salvavidas , me coloqué entre el alcázar de popa y la caseta de máquinas para protegerme de la eventual caída de mástiles, vergas y demás accesorios ; también  me agarré de algo firme en espera del totazo . Junto a mí , noté que se encontraba el contramaestre Cornelli , pálido y nervioso por lo increíble de la situación . De pronto ocurrió : vimos el casco casi blanco del otro buque acercarse peligrosamente por la amura de estribor ; aún tengo en la mente los botes y balsas salvavidas que traía a babor ese buque ; como si se hubieran dado cuenta a último momento de lo que estaba a punto de suceder , vimos que el otro buque viró forzadamente a estribor mostrándonos la panza ; el oficial de guardia del Vespucci ordenó virar todo hacia babor teniendo a su lado al comandante , quien en ningún momento le quitó el control del velero , en una muestra de confianza difícil de olvidar . Me agarré firmemente con las manos , recé mis oraciones , y a medida que los segundos transcurrían escuché gritar histéricamente al contramaestre : “figli di puttana..., figli di puttana..!” . La colisión se produjo , pero no fue el impacto seco que esperaba : sentí que el Vespucci se inclinó peligrosamente a babor , y pude ver que su bauprés rasgaba primero el metal del puente de mando del otro buque y posteriormente echaba al mar algunos de sus botes y balsas salvavidas ; también oí el estruendo del bauprés al quebrarse , el ruido de las escotas de los foques al reventarse ,  y el aleteo de estas velas sueltas enloquecidas por el viento . Tan pronto se estabilizó el casco se efectuó rápidamente la maniobra para recoger el velamen e iniciar la evaluación de las averías ; el bauprés estaba totalmente partido y colgaba de sus amarres , junto con el mascarón de proa con la imagen de Amerigo Vespucci ; por el costado de estribor , hacia proa , se abrió un hueco bastante grande que por fortuna quedó un poco por encima de la línea de flotación , lo cual impidió que entrara gran cantidad de agua . No hubo muertos ni heridos , pero sí mucha gente asustada . Al buque Sueco se le ordenó reportarse a la capitanía de puerto en Génova , ciudad hasta la cual fue escoltado por un buque de guerra de la Marina Italiana . El Vespucci prendió sus motores y , aprovechando que el mar estaba muy calmado , se dirigió hacia Livorno para dar por terminado el crucero de verano el mismo día . 

Señora María Elvira Fonseca Murillo

Con cuanta satisfacción, respeto y admiración puedo hoy, en esta sencilla pero grata ceremonia, dar cumplimiento a la decisión del señor Presidente de la República de colocar las insignias de Capitán de Corbeta Honorario a un ilustre oficial naval, quien siendo muy joven fue eximio en las proezas del mar y  más tarde connotado artista y científico. 

El capitán Guillermo Fonseca Truque, es vástago de una distinguida estirpe, cuya cuna fue arrullada en San José de Costa Rica, cuando su señor padre, el ingeniero Joaquín Fonseca Silvestre, era el Embajador de Colombia en ese país centroamericano. Su infancia transcurrió en la añorada y tranquila Bogotá, de la primera mitad del siglo XX,  y sus estudios primarios y de bachillerato los realizó en el Liceo de la Salle, institución de los Hermanos Cristianos en la cual estudiamos muchos que nos hemos vinculado a la querida marina de guerra colombiana. 

Atraído por el mar, ávido por conocer el mundo y motivado por el entusiasmo de la juventud, ingresó a la Escuela Naval de Cadetes en 1946, donde fue recibido con la tradicional “salada”, habiéndose distinguido como estudiante, entre los mejores de su promoción; fue miembro destacado de la banda de guerra donde tocaba cualquier instrumento y hacía los arreglos musicales para convertir en tonadas marciales  canciones de nuestro folclor que la banda interpretaba en los desfiles y ceremonias navales. Fue director de la Corredera y formó parte del famoso trío FOC, integrado por los cadetes Guillermo Fonseca Truque, Alberto Ospina Taborda y Héctor Calderón Salazar, quienes crearon una pequeña emisora para transmitir música seleccionada a la hora del almuerzo.  En noviembre de 1949, en ceremonia que se realizó en el muelle de la Base Naval, recibió su espada de oficial y el grado de Teniente de Corbeta. De esta promoción llegaron al grado de Almirante Héctor Calderón, quien fue Comandante de la Armada, y Mario Clopatofsky. 

De oficial fue comandante de la ARC Espartana; profesor e instructor de la Escuela Naval de Cadetes y  gestor de la biblioteca a través de una exitosa campaña que motivó a diferentes instituciones oficiales y empresas particulares para el envío de libros y textos, logrando en corto tiempo una dotación significativa y valiosa.

Cuando el 13 de junio de 1953, el Teniente General Gustavo Rojas Pinilla asume el poder, formó parte de la oficina de información y propaganda del Gobierno Militar, bajo las órdenes del señor capitán de navío Oscar Herrera Rebolledo, habiendo diseñado y realizado para la televisora nacional el famoso e inolvidable programa ”Mares y marinos de Colombia”, el cual despertó en muchos jóvenes colombianos el deseo de ingresar a la Armada Nacional. En ese programa, los televidentes de entonces, escucharon por primera vez, la hermosa música y las estrofas del himno de nuestra marina de guerra.            

Seis meses después de terminar el Gobierno del General Rojas Pinilla, se retira de la Armada Nacional con el grado de Teniente de Fragata y se dedica  a cultivar diferentes aficiones como participar en regatas,  dedicarse a la pintura y al modelismo naval; pero la obra que lo destaca, en la cual plasmó para la posteridad su simbiosis de marino, científico y artista  fue el diseño y construcción en la Escuela Naval Almirante Padilla del famoso Calendario Solar, que es orgullo de nuestra “Alma Mater”.

Así ha transcurrido la vida del marino y del artista Guillermo Fonseca, pero ha preferido la informalidad a la etiqueta, lo cual se ajusta a su manera de ser y a la vida sencilla pero feliz que siempre ha llevado, al lado de su adorable esposa, Doña Elvira Murillo de Fonseca, con quien comparte su vida desde 1952.

Señor Capitán de Corbeta Honorario Guillermo Fonseca Truque, hace 49 años usted se retiró de la Armada Nacional de Colombia, pero la Armada que nunca se retiró de su corazón, en este acto de gratitud y reconocimiento a su vida y trayectoria le confiere estos merecidos galones. 

Mil gracias,

Le dijeron que al terminar el bachillerato entrara a la  ENC. y el OB se marchó a la ENAP en donde ocupó el primer puesto y le nombraron Brigadier.Pero por una diablura de sus compañeros, el Cdte de la Compañía lo envió a la cola y al graduarse de oficial lo envió a la cola del escalafón que el OB ocupó sin protestar. Entonces le ordenaron ir a la Amazonía a recoger las partes componentes de un cañonero que se quedaron esparcidas en las selvas, mientras el casco vacío quedó en Manaos. El OB viajó a la selva,recogió las partes, las llevó a Manaos, las montó en el casco y navegó el cañonero hasta la BN, cuando se desataba la 2GM.

Cartucho: Los cartuchos de hoy en día pueden ser los convenientes recipientes de tinta que se usan en las impresoras, para llevar rollos de película para fotografía, al igual que la munición para armas de fuego.
Sin embargo, fue esta última acepción en la que "cartucho" llegó al idioma Español, proveniente del latín, vía Italiano y Francés:
Cuando la pólvora llegó a la Europa Medieval, procedente de el Medio Oriente y la China, era esta una mercadería valiosa que necesitaba ser medida y almacenada muy cuidadosamente.
La carta, un tipo de papel grueso desarrollado en Italia,  se utilizaba para envolver una cantidad pequeña de pólvora , en lo que pronto llegó a llamarse  cartoccio. Esto pasó al Francés como cartouche, al Español como cartucho, y al Inglés como cartridge.
Catapulta: De uso tanto como sustantivo ó como verbo. Originado del Griego katapeltes, término que combina las palabras 'abajo' y 'lanzar'.
Las catapultas se usaron en los tiempos del mundo antigüo. (Los Romanos llamaron a su versión: Catapulta) Y aunque de diseños variados, todas ellas llevaban a cabo la misma función de lanzar piedras, rocas, flechas, u otros proyectiles. 
En el siglo XIX, un palito en forma de "Y" armado de una banda elástica, se conoció como la catapulta de mano.  En el siglo XX, ya el término se usó más ampliamente para indicar el "lanzamiento forzado".
Qué sabemos de "Cavalgata"?
O de "Caballerosidad"? ..............  ("Un oficial naval es ante todo un Caballero", era una orgullosa expresión de mis días de Escuela ...)
Hasta la próxima.  Entre tanto, viento largo y buena mar ...

Al celebrar hoy un año mas de la creación del cuerpo de infantería de marina, quiero expresar un testimonio de gratitud a los hombres que la conforman, por su voluntad, valor, gallardía y permanente esfuerzo, para lograr el cumplimiento de las misiones que la patria nos impone.

Desde su creación,  fruto de la necesidad de proteger los ríos costas y lugares mas alejados del país, la infantería de marina ha afrontado retos impensables, que ha convertido en éxitos. Basta con recordar las hazañas de la compañía Antares, el desarrollo de las operaciones de la flotilla avispa, el progreso y evolución de las unidades fluviales, sin olvidar el compromiso en la seguridad de las bases y complejos económicos del país, axial como su responsabilidad en la guerra antiterrorista en la jurisdicción terrestre asignada.

Se ha evolucionado de manera tal, que sus forjadores nunca llegaron quizás a imaginar, convirtiéndose hoy por hoy en una de las instituciones mas eficientes y mejor entrenadas de las fuerzas militares y baluarte de la democracia.

Su constante crecimiento y desarrollo, unido a la acertada dirección de sus comandantes, como al sacrificio decidido de sus hombres, han hecho de la infantería de marina una organización moderna, eficiente y altamente competitiva ante la constante amenaza del terrorismo y las exigencias del pueblo colombiano que cada DIA clama y exige mas resultados de sus fuerza militares.  

Es la infantería de marina de hoy, una institución valiosamente entrenada en el respeto y defensa de los derechos humanos y cuidadosa del derecho internacional humanitario, logrando con esto no solo el respeto de la población civil, sino también el reconocimiento de las organizaciones internacionales  encargadas de su supervisión.-

No podemos olvidar el DIA de hoy a todos esos héroes de la patria , oficiales, suboficiales, infantes de marina profesionales , regulares y personal civil que han ofrendado su vida en defensa de la nación, hombres que como muchos de nosotros han elegido sacrificar su vida por sus compatriotas y que en el cumplimiento de su misión han sacrificado todo por la tranquilidad de los colombianos y la gloria de la infantería de marina, para ellos paz es su tumba y que el dios todo poderoso les de el lugar que se merecen en el olimpo de los héroes 

Señores oficiales, suboficiales e infantes de marina somos responsables de seguir fortaleciendo nuestra gloriosa im., no podemos ser inferiores a las expectativas y responsabilidades que nuestros héroes, la patria y dios nos han impuesto, debemos ser los garantes de una infantería de marina comprometida y decidida en brindar seguridad y tranquilidad a todo el pueblo colombiano, somos axial mismo, parte fundamental en la formación integral de un país que se encuentra en crecimiento y desarrollo, y que a pesar de las restricciones que le ha impuesto la guerra, esta en capacidad de afrontar los desafíos que le depara el mañana.- 

La armada nacional esta segura de la responsabilidad de los hombres que conforman la infantería de marina, axial como de nuestro compromiso, formación y convicción de entrega a la nación.    La patria  hoy mas que nunca necesita de infantes de marina  con vocación que juren defenderla y consagren su vida para convertirse en ejemplo permanente, sobreponiéndose a las dificultades, logrando hacer de ellas: fortalezas  para el logro de la victoria en el campo de batalla.-

No me puedo olvidar en este DIA de aquellos que a pesar de no portar el uniforme brindan respaldo y aliento constante a quienes con orgullo lo llevamos, nuestras  familias; ellas son base fundamental en la vida del infante de marina y motivo especial de sacrificio y esfuerzo; gracias a todos los que las componen por que sin ellos, no tendríamos ese animo constante, real y necesario para el cumplimiento de nuestra misión.-

De igual forma me permito presentar un saludo de felicitación al personal que fue condecorado el DIA de hoy: con la medalla al valor, servidos distinguidos en orden publico, servicios distinguidos a la infantería de marina  y al personal de sargentos mayores que le fue impuesto el distintivo de asesor de comando, quienes se han destacado en su ardua, abnegada y desinteresada labor por la patria.  Hoy la institución les reconoce su constancia, sacrificio y entusiasmo. Son ustedes representantes de una infantería de marina cada vez mas fortalecida, gracias a su experiencia y su profesionalismo; siéntanse orgullosos y dignos de portarlas; son el reconocimiento a su trabajo.-

Antes de terminar quiero agradecer la presencia de aquellas autoridades y población civil que constantemente nos brindan su apoyo, ustedes son parte importante de la historia y evolución de la infantería de marina.-

Que el Dios de los ejércitos, bendiga la gloriosa infantería de marina y a todos los que formamos parte de ella.   Estaremos siempre dispuestos a sacrificar lo mejor de nuestras vidas en pro del bien común y seguiremos  siendo fieles representantes de todos aquellos que por estandarte llevamos el ancla y el fusil, con el  lema que nos caracteriza, “la voluntad todo lo supera”

Muchas gracias