Unidos
por el mar
y
exhaustos por el último poste
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No 75
Agosto /
2006
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Informativo
virtual
para
integrar la familia naval colombiana
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Queridos compañeros, mejor queridos hermanos, este momento es trascendental, es el final de nuestra época en nuestra querida ARMADA, permítanme hacer esta reflexión.
Vimos la luz a mediados del siglo pasado cuando terminaba la guerra mundial y en una época convulsionada por la violencia política y la guerra fría, aún jóvenes y niños se inició en Colombia el proceso en que se sentaron las bases para hacer el tránsito a la vida de concordia, de la controversia política sin violencia y nace el movimiento guerrillero que estamos combatiendo y que tanto daño le ha hecho a nuestra tierra. En esa etapa de la vida Nacional ingresamos a la Escuela Naval, donde de oídas supimos de épocas pretéritas de pocas restricciones. Nos graduamos e iniciamos nuestra carrera con la Nación empobrecida y por ende la Armada Nacional, tuvimos que trabajar poniendo mucho de si con mucho ingenio y un gran espíritu de cuerpo. Nuestra querida Armada puso su cuota de sacrificio entregando el astillero con el propósito de que naciera una gran industria marítima, pero con el tiempo, y ya con nuestra carrera en más de la mitad del recorrido tuvimos que recoger los escombros para de ahí volver a empezar.
Pareciera ser que esta situación fuese causa para ser merecedores de lástima, pero no, creo que la providencia nos puso en esa situación y no fuimos inferiores a las necesidades. Las unidades a flote viejas, de tecnología obsoleta en esa época, fueron operadas, maniobradas y mantenidas con éxito, siendo nosotros parte del equipo que enfrentaron y vencieron las dificultades. Son muchos los esfuerzos que hicimos para lograr mantener nuestra marina en constante recuperación. Vino la época de los buques nuevos, de la tecnología de punta y estuvimos haciendo el tránsito y esta, también, en la Armada ha sido un éxito.
La Marina de hoy tiene aeronaves construye buques con tecnología propia adecuados para navegar en las corrientes fluviales, opera con eficiencia en el mar, en tierra y en los ríos atendiendo la guerra que desafortunadamente vivimos y ahí esta Mauricio, nuestro comandante, nuestro Almirante dirigiendo y conduciendo la Armada con éxito rotundo.
Con la entrega del comando que hace Mauricio podemos decir que termina nuestro transito por la marina y el balance del actuar de nuestra promoción hace que nos sintamos orgullosos de lo que hicimos.
La Nación se levanta para pedirle al Almirante que no deje el bordón que se necesita de su liderazgo, pero el comandante considera que la singladura que le correspondió está cumplida, que el timón lo deben tomar los que siguen y deben seguir en el puente de comando. Entonces Colombia se pone de pie para despedir al líder que con paso seguro ha conducido a la Armada por el camino cierto sin ruidos de egolatría y con la sencillez de lo fundamental.
En Enero de 2001 nos reuníamos en este mismo lugar para celebrar la llegada de nuestro compañero al comando de la Armada, hoy después de mas de cinco años de labor ejemplar nos reunimos para recibirlo en el seno de los retirados, bajo la mirada serena de los que están presentes en la eternidad. Darío, José David y Eduardo; con ellos, nosotros y nuestras familias queremos brindarle esta copa de vino y este homenaje y decirle desde lo más hondo de nuestro espíritu… Mauricio, Gracias por lo que ha hecho por Colombia.
DAVID RENÉ MORENO
MORENO / 40-009
Desde el 10 de noviembre de 2004 se desempeña como Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor de la Armada Nacional.
Durante su carrera ha ocupado diferentes cargos a bordo de Unidades de guerra de la Armada, destacándose los de oficial de deberes generales de los destructores ARC “Antioquia” y ARC “7 de Agosto”, Segundo Comandante del ARC “Malpelo”, y ARC “Gloría” y Comandante del ARC "Riohacha" y ARC "Cartagena", Comandante ARC "Providencia", Comandante Buque Escuela ARC "Gloria".
En el campo académico y docente ha ocupado varios cargos tales como Decano de la Facultad de Oceanografía y Jefe de Ciencias Navales de la Escuela Naval Almirante Padilla, Director de Cursos de Aplicación de Oficiales, Director Centro Entrenamiento del Pacífico y Jefe Departamento Armada Escuela Superior de Guerra. A nivel directivo se ha desempeñado como Jefe Estado Mayor Fuerza Naval del Atlántico, Director Escuela Naval "Almirante Padilla", Jefe de Estado Mayor Naval, Jefe de Operaciones Navales, Inspector General de la Armada Nacional y Segundo Comandante de la Armada Nacional.
Obtuvo los títulos de pregrado como Oceanógrafo Físico y Profesional en Ciencias Navales en la Escuela Naval "Almirante Padilla" y a nivel postrado adelanto estudios como medios de simulación, integración océano atmósfera, Especialista en Defensa Nacional, análisis y Solución de Conflictos de la Universidad Nueva Granada, Alta Gerencia de la Universidad de los Andes, y de la Escuela Superior de Administración Pública, Diploma de Estudios D.E.A. en Sedimentología y Doctorado en Oceanología de la Universidad de Burdeos (Francia), graduado del Colegio de Guerra Naval de Newport, R.I., Estados unidos y de las Escuela de Guerra Antisubmarina y Centros de Información y Combate en San Diego y Norfolk, Estados Unidos.
Le han sido otorgadas más de 30 condecoraciones y medallas nacionales y extranjeras, entre las cuales se mencionan: "Cruz de Boyacá", Condecoración al Mérito Naval "Almirante Padilla" (tres oportunidades), Condecoración al Mérito Militar "Antonio Nariño" (dos oportunidades), Condecoración Cruz de la Fuerza Aérea al Mérito Aeronáutico, Medalla Militar "Francisco José de Caldas" (dos oportunidades), Medalla Servicios Distinguidos a la "Fuerza de Superficie", a la “Fuerza Submarina”, a la Aviación Naval, a la Infantería de Marina, Medalla a la Justicia Penal Militar, Medalla de los Derechos Humanos, Orden de la Democracia de la Cámara de Representantes, Medalla Fergusson de la Casa Militar de Palacio, Medalla Marco Fidel Suárez de la Fuerza Aérea, Medalla de la dirección General Marítima, Medalla al Mérito Empresarial de la Universidad Sergio Arboleda, Espada Almirante Brown" de Argentina, y Medalla al Mérito Naval Minerva de Chile.
Casado con Gloria Rodríguez de cuya unión hay dos hijos, Pablo Andrés y Juan David.
COMANDANTE ARMADA NACIONAL
Vicealmirante
GUILLERMO BARRERA HURTADO/ 42-017
SEGUNDO COMANDANTE ARMADA
NACIONAL
Durante los últimos años, con gran sentido de subalternidad y de mando, estuvo al frente de la Jefatura del Estado Mayor Conjunto. Admiré la manera discreta y dedicada como cumplió su tarea, como hombro a hombro, con el Director de la Policía, el mayor general Jorge Daniel Castro Castro, enfrentó el flagelo del secuestro.
Queda hoy el Comando General de las Fuerzas Militares a cargo de un gran General de la República, probado en todas las dificultades, con toda la determinación de que en esta hora suprema, como él la denomina, se despeje el camino para la recuperación total de la seguridad, que es el camino de la paz.
Ha asumido como comandante de la Armada Nacional, el almirante Guillermo Barrero Hurtado. Una larga y brillante carrera en la Armada, permítanme referir solamente a la experiencia que he vivido con él en los últimos años.
Asumió hace cuatro años la comandancia Naval del Caribe, una tarea muy difícil: el gran desafío para enfrentar el narcotráfico, guerrilleros y de los mal llamados paramilitares, en las aguas del Caribe, en el espacio aéreo y para enfrentar grupos terroristas de una u otra pelambre, bien fuera en el golfo de Morrosquillo, en los Montes de María, en las sabanas de Sucre y de Bolívar.
Me ayudó a cambiar la sede de la Armada, dejó de ser el Club Naval de Cartagena y empezó a ser el campo de batalla contra el terrorismo en el golfo de Morrosquillo y de los Montes de María. Asume hoy en medio de la esperanza de sus compatriotas.
Ha asumido hoy como comandante de la Fuerza Aérea colombiana, el general Jorge Ballesteros Rodríguez. Algo que debemos aplaudir los colombianos, es la desproporción entre la obsolescencia de las naves de la Fuerza Aérea y la disposición de batalla y de triunfo de quienes integran la Fuerza. Apenas llegarán para la Fuerza, a partir de noviembre, naves modernas.
Cuando veo las dificultades en nuestro parque aeronave, aplaudo con más intensidad de corazón la labor de nuestra Fuerza Aérea que ha tenido en todo momento ese apoyo tan importante de quien asume hoy como su Comandante, el general Jorge Ballesteros Rodríguez.
En esta hora de esperanza, asume como Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, el vicealmirante David René Moreno. Jefe de Estado Mayor Conjunto de todas las Fuerzas, un gran compromiso para la Armada.
Pienso, que desde la época, cuando el admirado almirante Colman Delgado, fue Comandante General de las Fuerzas, la Armada no tenía una responsabilidad general como la que hoy asume el vicealmirante David René Moreno.
Corresponderá a él, hombro a hombro, con el mayor general Jorge Daniel Castro Castro, director de la Policía, conducir la batalla eficaz para derrotar el flagelo del secuestro.
A quienes reemplazan, dentro de pocos días, con la ayuda de Dios, volveremos a reunirnos en este patio mítico de la Patria, para rendir un homenaje a quienes declinaron sus cargos, pidieron el retiro, cumplieron una magnífica tarea y salen del servicio activo por la puerta grande y con una corte que es el aplauso unánime de los colombianos.
Aquí nos reuniremos dentro de poco para expresar solemnemente con la solemnidad de la disciplina militar y con el entusiasmo del corazón agradecido, nos reuniremos para expresar el sentimiento de gratitud imperecedera a la labor de los comandantes salientes.
Quisiera ese día repetirle al general Carlos Alberto Ospina Ovalle, que ha sido un soldado superior de la Patria, un ejemplo de la mayor dimensión.
Su capacidad operativa, su vocación de acompañar a los soldados en todos los momentos, su eficacia para actuar en la selva, su acierto para intervenir con prudencia ante los medios de comunicación, su decoro para representar a Colombia ante la comunidad internacional, su sentido de compromiso para ganarse el cariño de sus subordinados, son, entre muchas, algunas de las virtudes que nos permiten proponer siempre al General Ospina como un soldado ejemplar de la Patria.
El almirante Mauricio Alfonso Soto Gómez: una obra extraordinaria de transformación de la Armada.
Esta Patria es muy extensa, su geografía muy accidentada, tenemos más de 1.600 kilómetros de costa en el Caribe, tenemos más de 1.300 kilómetros de costa en el Pacífico, nuestro Caribe con el archipiélago tiene una extensión que supera los 600 mil kilómetros cuadrados y es uno de los países con mayor cantidad de ríos y de volumen de agua dulce por kilómetros cuadrados de superficie.
El almirante Mauricio Alfonso Soto Gómez, en esa tarea de transformación de la Armada, la puso en condiciones de estar más presente en los mares y en los ríos.
Hace poco, con el Ministro, visitamos COTECMAR, el astillero de la Armada. Hace cuatro años, cuando emprendíamos la tarea de reformar instituciones del Estado, ese astillero era candidato para su liquidación. Hoy es candidato para su exaltación.
Cómo lo han transformado. Cómo es de eficiente. Además abriendo un camino, el camino de que las tareas de agregación de valor en materia logística y de infraestructura tengan un componente de ciencia, gran eficiencia y competitividad, para que la Fuerza Pública de la Patria no solamente provea sus propias necesidades, sino que también pueda contribuirle al desarrollo requerido en los sectores civil y comercial.
COTECMAR es un ejemplo. Nodriza que podrían costarnos, de adquirirlas, 70 mil millones (de pesos), fabricadas allí por 16, 21 mil millones (de pesos). Es una esperanza no solamente para completar el control de nuestros ríos, sino también para proveer el desarrollo de la economía colombiana. Al campesinado, a los pescadores de nuestros mares, de nuestros ríos, para vender servicios y logística a la comunidad internacional.
Eficientemente, el almirante Mauricio Alfonso Soto Gómez lideró ese gran proceso de transformación de la Armada.
Y pidió también el retiro del servicio el general Edgar Lesmes Abad. Tuve el privilegio de conocerlo desde cuando ambos estábamos muy jóvenes. Él, como mayor, jefe de operaciones de la Aeronáutica Civil y yo, como Director de la entidad. Y he tenido el privilegio de compartir con él durante estos últimos años, observando cada mañana y cada noche, su serena eficacia al frente de la Fuerza Aérea.
Tiene esa serenidad que le da eficacia a la firmeza. Cumplió una tarea de adquisición de logística para la Fuerza Aérea, que apenas empezará a llegar en los próximos meses y lo hizo con toda transparencia.
A ellos, la inmensa gratitud que, con rigor militar y con entusiasmo del corazón, habremos de reiterarles acá, en este campo, cuando nos reunamos de nuevo.
General Freddy Padilla de León, comandante general de las Fuerzas; general Jorge Ballesteros, comandante de la Fuerza Aérea; almirante Guillermo Barrera, comandante de la Armada; almirante David René Moreno Moreno, jefe de Estado Mayor Conjunto: llegan ustedes en una hora definitiva, en una hora en la cual el sentimiento de los colombianos dice, que no podemos extender más estos años de dolor, sino definirlos para que llegue la paz infinita para el bien de nuestros compatriotas.
Llegan ustedes rodeados de la esperanza del país, del más alto grado de confianza de la opinión en sus Fuerzas. Y llegan ustedes, por consenso que se siente en todos los integrantes de la Fuerza. No ha sido difícil para el Ministro (de Defensa, Juan Manuel Santos) sugerir ni tomar conjuntamente, conmigo, la decisión de que ustedes sean los comandantes y eso dice mucho. Dice que tenemos una Fuerza sin fricciones internas. Eso dice que tenemos una Fuerza solidamente unida. Una Fuerza solidamente unida y con gran respaldo popular, es una Fuerza con todas las condiciones espirituales para la victoria.
Permítanme decir: la paz no nace del discurso, la paz nace de la confianza que genera la eficacia y la transparencia de las Fuerzas legítimas del Estado.
Permítanme, al pedir a Dios que para el bien de Colombia, la tarea que ustedes emprenden hoy tenga todos los éxitos, hacer llegar este mensaje a mis compatriotas: deseo en todo momento cumplir con una norma, la paz no nace de la débil complacencia del gobernante a los delincuentes, la paz nace del firme apoyo del gobernante al ejercicio legítimo de autoridad.
Generales y Almirantes: el pueblo de Colombia espera ansioso del éxito de ustedes.
A ustedes muchas gracias y a sus familias, toda nuestra gratitud por la abnegada compañía que les han dado, por la calidez del hogar que les han brindado con tanto sacrificio y tanta abnegación, para que llegue el triunfo final de la Fuerza Pública de la Patria, que es la garantía de felicidad de las nuevas generaciones de colombianos.
Muchas gracias.
6. EL SEGUNDO AÑO ACADÉMICO
Tal como estaba programado, el 8 de noviembre de 1.955 se dio comienzo al segundo año académico. Entre los cadetes reclutas encontramos a dos venezolanos, que muy pronto se convirtieron en excelentes amigos nuestros: uno de ellos, Carlos Larrazábal, llegó a ser muchos años después Viceministro de Defensa de Venezuela. También había 3 reclutas de Nicaragua, 1 de Haití, y 6 de Irán. Recuerdo que uno de los nicaragüenses era Subteniente del ejército de su país y no pudo manejar el hecho de tener que empezar una carrera naval como recluta; a los pocos meses regresó a Nicaragua, agobiado también por el peso de la deficiente preparación académica.
En cuanto a las materias para el segundo año, continuamos con el pénsum del “biennio propedeutico” (equivalente a los dos primeros años de ingeniería en las universidades italianas). Las materias eran: análisis matemático II, Física experimental II, Mecánica racional con elementos de estática gráfica, navegación astronómica y ejercicios de náutica, armamento naval, Dibujo II, Laboratorio de física e Idioma Italiano (los Italianos estudiaban Inglés). Para acomodar el proceso de nivelación nos quitaron una materia de las que estudiarían nuestros compañeros Italianos: Mineralogía y geología; es conveniente precisar que la nivelación estaba orientada hacia dos aspectos principales: el aprendizaje de conceptos que desconocíamos, y el repaso de las clases que íbamos recibiendo para aclarar cosas que no habíamos entendido bien; ahora pienso que la dirección de estudios de la Academia fue muy sabia al sacrificar algunas materias durante los dos primeros años, materias que al fin y al cabo no resultaban esenciales para nuestra formación naval .
Por otra parte, a estas alturas ya hablábamos el italiano suficientemente bien como para hacernos entender sin mayores dificultades, y empezábamos a “pensar en Italiano”; considero que sólo se habla bien un idioma cuando los procesos mentales que preceden a la expresión verbal de las ideas, se ejecutan en ese idioma. Al empezar cada año académico se entregaba el “Distintivo di Onore” a los cadetes que habían reunido, durante el año anterior, una exigente serie de requisitos, tanto en el promedio académico como en la calificación de aptitud profesional: 5 cadetes Italianos y 1 cadete Colombiano recibieron el distintivo en nuestro curso en el año de 1.955.
En el segundo año se organizó en nuestro curso una especie de club social exclusivo, al cual se tenía acceso solamente por invitación directa de sus organizadores. Por alguna razón, que yo siempre asocié con la curiosidad, la mayoría de los colombianos hicimos parte de ese club. Allí pudimos relacionarnos con algunas livornesas y profundizar nuestra amistad con nuestros compañeros Italianos, además de gozar de las instalaciones cómodas y hasta lujosas de uno de los mejores hoteles de la ciudad.
Nuestro equipo de fútbol había ocupado el segundo puesto durante el primer campeonato. Siempre sostuve que eso se debió a respeto de recluta, y de ninguna manera a superioridad técnica alguna. Cuando comenzó el segundo año académico, dejamos atrás cualquier rezago de complejo y empezamos a ganar por goleada todos los partidos que se nos atravesaban en el camino. De ahí en adelante ningún curso pudo conformar un equipo que pudiera compararse con el nuestro, y fue así como ganamos 3 campeonatos sucesivos hasta terminar la carrera en la Academia.
En 1.956 recibimos la visita de los hoy Almirantes retirados Jaime Parra y Alfonso Díaz. Durante esa visita ellos pudieron conocer las instalaciones de la Academia y calibrar la calidad de la formación que estábamos recibiendo. El Almirante Director de la Academia, héroe de la segunda guerra mundial y portador de la medalla de oro al valor, invitó a los Oficiales Colombianos a una comida en la cual les manifestó su satisfacción con el desempeño de los cadetes Colombianos. Yo asistí a esa comida como invitado especial del Almirante Director, y en representación de todos mis compañeros; a pesar de que sinceramente me sentí un poco fuera de lugar ante la presencia de mis superiores Colombianos, que pudieron haber juzgado inapropiada la presencia de un cadete, hoy recuerdo la anécdota con satisfacción y orgullo. El día siguiente a la comida, el Almirante Director invitó a los entonces Capitanes Parra y Díaz al estadio de fútbol de la Academia para presenciar un partido que jugaba nuestro curso; sobra decir que ese día me rompí el alma jugando.
El profesor de Mecánica racional, a quien los cadetes italianos apodaron “baffino” (bigoticos), era uno de los mejores que tuvimos; sin embargo, su ego era tan grande que resultaba inversamente proporcional a su estatura; un día, mientras disertaba sobre la Teoría de la Relatividad, entró de lleno a nuestra colección de anécdotas inolvidables: nos dijo que esta teoría era tan compleja que solamente Einstein y unos pocos, entre los cuales se contaba él, podían entenderla. El autor del texto de Física y profesor de esta materia, el Doctor Tito Franzini, era un hombre menudito de baja estatura, y se destacaba por su enorme talla científica y su prestigio en la Academia; había sido condiscípulo del famoso Enrico Fermi, a quien se conocía en Italia como el “Papa” de la física moderna en ese entonces; un día hizo su ingreso al salón de clase, y mientras nos poníamos de pié en medio del silencio sepulcral y respetuoso que su mera presencia imponía, notamos que los gruesísimos lentes de sus gafas estaban totalmente humedecidos por dentro a causa de las lágrimas: “il Papa della física é morto”, nos dijo con voz entrecortada, y ese momento quedó para siempre grabado en nuestra memoria .
Livorno tiene un clima mediterráneo y casi nunca cae nieve durante el invierno; sin embargo al regresar de las vacaciones de fines de enero de 1.956 encontramos un paisaje en la Academia digno de una tarjeta postal: los prados, el patio de armas, el bergantín, y los techos de los edificios estaban cubiertos de abundante nieve; ese paisaje aún permanece fresco entre los recuerdos más hermosos.
La Marina Italiana poseía una flota de pequeños buques de guerra dedicados primordialmente al entrenamiento de los Oficiales que debían ejercer el comando de las otras unidades; allí los oficiales que reunían los demás requisitos para calificar como Comandantes se ejercitaban durante varios meses hasta lograr esa posición. En estas unidades la Academia realizaba embarques frecuentes de corta duración para el entrenamiento de sus cadetes y Guardiamarinas; durante nuestro segundo año, y los años subsiguientes, nos ejercitábamos allí en la navegación y demás oficios marineros para no dejarnos absorber por las teorías del pénsum académico.
Los días sábados por la tarde teníamos ejercicios de navegación durante varias horas en un salón de estudio. Cada uno tenía su carta náutica, además de tablas para el cálculo de la posición astronómica, publicaciones para la navegación costera, elementos para trazar el rumbo, y demás implementos necesarios. El instructor nos entregaba las variables requeridas para navegar entre el punto X y el punto Y, pero, al finalizar el ejercicio, teníamos que entregar la carta para la calificación del trabajo.
7. EL SEGUNDO CRUCERO DE VERANO.
Después de los 15 días reglamentarios de vacaciones, al término de los exámenes finales, el 10 de julio de 1.956 zarpamos una vez más en el Vespucci para nuestro segundo crucero de verano. Normalmente el Vespucci llevaba solamente los cadetes de primer año, y en el otro buque escuela, el crucero “Raimondo Montecuccoli”, se embarcaban los cadetes de segundo año y los Guardiamarinas de tercer año; sin embargo, en 1.956/1.957 el Montecuccoli tuvo un crucero alrededor del mundo para hacer presencia en las olimpiadas de Australia y cumplir compromisos diplomáticos del gobierno italiano (en la última etapa de este crucero visitaron nuestro puerto de Cartagena); por razones de tipo logístico nuestro curso no participó de ese crucero extraordinario. Zarpamos pues en compañía de los cadetes de primer año, ya como cadetes antiguos, para cumplir el itinerario: LIVORNO- CEUTA- PUNTA DELGADA (en las islas Azores)- DUBLÍN- LIVERPOOL- LE HAVRE- LEIXOEX (OPORTO)- GIBRALTAR- VALENCIA- PORTOFERRAIO (en la isla de Elba)- LIVORNO.
CEUTA era una ciudad Española situada en la costa norteafricana, al comienzo de la salida del mar Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar. Es difícil encontrar un sitio sobre la tierra que haya tenido una mayor cantidad de invasores: Fenicios, Griegos, Cartagineses, Romanos, Bárbaros (los vándalos), Bizantinos, Visigodos, Árabes, Portugueses y Españoles; antes de Gibraltar, Ceuta era la llave que abría el mar Mediterráneo, y eso explica el por qué de tanta lucha por su dominio.
De Ceuta navegamos hacia las islas Azores en pleno océano Atlántico y fondeamos en PUNTA DELGADA, para tomar un merecido descanso y hacer algo de turismo en esa hermosa tierra de constitución volcánica, llena de flores y paisajes, y uno de los mejores lugares del mundo para bucear.
La navegación hasta Irlanda, sin tocar tierra, fue la más larga de todos los cruceros que efectuamos en nuestra aventura Italiana: 15 días; no tanto por la distancia sino por requerimientos del programa de entrenamiento que exigía abundantes prácticas de maniobras a vela; fue interesante ver algunos de nuestros compañeros tomar el mando del buque y dar las órdenes de ejecución bajo la mirada atenta del comandante y el oficial de guardia. También hicimos muchas prácticas de remo en ballenera, en pleno océano. DUBLÍN, la capital de Irlanda del sur, localizada sobre la costa oriental de la isla, nos impresionó por su belleza, limpieza y orden. En esa época había una tremenda escasez de hombres en la isla debida a la emigración que hacían éstos hacia Inglaterra, particularmente para trabajar en las minas de carbón. Es obvio que esta situación nos favoreció, pues pudimos establecer fácil amistad con las muchachas que aceptaban nuestras invitaciones en los innumerables salones de baile. Lo que sí no nos gustó mucho fue la enorme paliza (6- 0) que le dio la selección de fútbol del ejército Irlandés a nuestro equipo (me imagino que sus jugadores se enteraron de nuestras conquistas amorosas y quisieron tomar una venganza contundente). En Dublín pudimos ver la casa donde en 1.856 nació George Bernard Shaw, el autor teatral más significativo de la literatura Británica posterior a Shakespeare , muy conocido por sus agudas críticas a las costumbres de la sociedad de su época , y por ser el creador de “Pigmalión”, la obra que inspiró la famosa película “My fair Lady”.
LIVERPOOL, localizada casi en el mismo paralelo que pasa por Dublín, sobre la costa noroccidental de Inglaterra en el Mar de Irlanda, fue nuestra siguiente escala. Esta ciudad, había sido fundada por los ingleses en el siglo XIII con el fin de proporcionar un punto de apoyo logístico a la conquista de Irlanda, que ya había culminado en forma exitosa. En el siglo XVIII, se convirtió en centro para el comercio de esclavos africanos, los cuales eran llevados a las Indias Occidentales y allí canjeados por el azúcar que llegaba a Liverpool. Durante la segunda guerra mundial cumplió un doble papel muy importante: centro de distribución de los alimentos y materias primas que llegaban a Inglaterra, y centro de operaciones para la detección de los submarinos del eje Berlín-Roma, que tanto daño causaron en la batalla del Atlántico al comienzo de las hostilidades. Durante nuestra permanencia en Liverpool logramos sacarnos el clavo de la derrota futbolística que habíamos sufrido en Dublín: allí nos enfrentamos a unos cadetes griegos que también se encontraban en crucero de entrenamiento, y los goleamos 7-0.
LE HAVRE es el mayor puerto oceánico que tiene Francia y está situado en la bahía del Sena, a dos horas de camino al noroeste de PARIS. Es un puerto fundamentalmente comercial, y se conoce por haber sido la ciudad francesa más destruida durante la segunda guerra mundial. Al poco tiempo de nuestro arribo se produjo un hecho que nos dejó gratamente sorprendidos a los cadetes colombianos: llegaron al puerto las fragatas Colombianas “Brión” y “Padilla”, que venían también en crucero de entrenamiento con los cadetes de la Escuela Naval de Cartagena. Ver el pabellón de Colombia ondeando en la popa de las fragatas, después de dos años de ausencia de la patria, nos puso la piel de gallina y nos arrancó una que otra lágrima de emoción y nostalgia. Lo primero que hicimos cuando las fragatas atracaron en el muelle fue correr a visitar a nuestros compañeros del curso XXII. Pero la atención nuestra no estaba enfocada hacia Le Havre sino hacia París. A esta ciudad viajamos por tierra varias veces para conocer los sitios de interés y asistir a varias reuniones sociales. El museo del Louvre, la torre Eiffel, la catedral de Notredame, el palacio de Versalles, el arco del Triunfo con el monumento al soldado desconocido, los campos Elíseos, los puentes sobre el río Sena, Montparnasse, los cabarets Lido y Moulin Rouge, el barrio Latino, y la infinidad de atractivos que tiene la Ciudad Luz, constituyen recuerdos inolvidables de nuestro segundo crucero. En una de las reuniones oficiales organizada por la alcaldía de París para agasajar a los visitantes de marinas extranjeras que se encontraban en visita oficial , nos encontramos con algunos oficiales del contingente XXI , que recientemente se habían graduado ; también hubo visitas de cortesía intercambiadas entre representantes del Vespucci y de las fragatas Colombianas .
Después de navegar hacia el sur llegamos a tierras Portuguesas, a LEIXOEX puerto de OPORTO; esta última era la segunda ciudad Lusitana después de Lisboa. Se dice que “Lisboa se divierte y que Oporto trabaja”, para ilustrar la idiosincrasia de las dos ciudades. Oporto era una ciudad de intenso comercio, elegantes barrios residenciales, y villas señoriales dispuestas junto a un centro comercial de estrechas calles y viejos callejones; ciudad multicultural llena de historia, arquitectura, y muchísimos cafés y restaurantes donde se sirve excelente comida. Recuerdo que participé en una visita a las bodegas del fabricante de los famosos vinos Oporto, donde nos dieron a catar muestras de las distintas cosechas, para así detectar la diferencia que se obtiene con los años de añejamiento; nos mostraron infinidad de cavas llenas de botellas, hasta que llegamos a una cava en la que en una especie de altar le rendían verdadero culto a una botella con vino de 1.810. En una de las recepciones que hubo en el Vespucci me enamoré a primera vista de una muchacha Portuguesa cuyo nombre era el más largo que había conocido: María do Rosario Guedes D´Almeida Moreira; nos juramos un “eterno” amor que el tiempo y la distancia se encargaron de borrar.
De Oporto navegamos hasta GIBRALTAR para nuestra segunda visita a esa ciudad, ya que durante el primer crucero en 1.955 también hicimos escala allí.
VALENCIA, nuestro siguiente objetivo, era una de las ciudades más grandes de España y una de las más animadas. Situada en la parte oriental de la península ibérica, sobre la costa mediterránea frente a Ibiza, contaba con hermosas playas y la celebración de las famosas “fallas” de San José que atraían mucho turismo. Las torres de Quart, las torres de Serrano, la Catedral, el barrio del Carmen, así como la gran cantidad de bares y restaurantes donde se sirve la legendaria Paella, constituían atracciones adicionales.
De Valencia
zarpamos hacia PORTOFERRAIO, pequeño puerto localizado en la
isla Italiana de Leva, y después de una corta permanencia
allí nos dirigimos hacia Livorno para dar por terminado el
crucero de verano el día 24 de octubre de 1.956.
A medida que las técnicas de caballería fueron
evolucionando, la simple procesión se elevó
al status de una parada o desfile. Con la
desaparición de la caballería montada de todas
las funciones oficiales, excepto unas cuantas ocasiones ceremoniales,
la 'cabalgata' pasó más bien como una
expresión figurativa para toda clase de procesiones
públicas con pompa y ceremonia, y a las paradas o desfiles.
Caballerosidad: Dícese que el Oficial
Naval es ante todo un "Caballero". Pero, de dónde
viene la caballerosidad que le debe caracterizar?
La 'caballerosidad' era el sistema de las épocas feudales,
que con sus observancias religiosas, morales y de códigos
sociales formaban el telón para muchas historias de valor y
heroísmo, marcadamente aquellas del rey Arturo y los
caballeros de la mesa redonda. La palabra inglesa es una
anglicanización de la palabra francesa chevalerie,
la cual se derivó del latín caballerius.
En Español, el efecto del Latín es
evidente.
(Saben por qué la mesa era redonda? Se decía que
a la cabecera de la mesa iba el más importante, y que al
final de la mesa el de menor alcurnia. Por lo general, a
quien le tocaba la sal de último, era el vasallo menos
importante de un grupo. Una mesa redonda no tiene "cabecera",
y no hay un último que reciba o pueda usar la sal).
Qué sabemos de "Despejar las cubiertas"?
O de "Cerrar filas"? .............. Hasta
la próxima. Entre tanto, viento largo y buena mar
...
HOMENAJE
AL ALMIRANTE SOTO
El pasado 11 de agosto, en el salón Presidencial del Hotel Tequendama, los compañeros del Contingente 38, rindieron merecido y cálido homenaje al señor Almirante Mauricio Soto y a su señora Carmencita. La reunión fue en todo sentido agradable, alegre y nostálgica. Fue un reencuentro con el pasado, donde el capitán de navío Enrique Torres Salamanca, pronunció un hermoso discurso que despertó los recuerdos y aumentó las palpitaciones de los presentes. La respuesta improvisada del Almirante, fue una sublime alegoría a la amistad, al pasado y al vínculo que une a los compañeros del 38. A muchos les rodaron las lágrimas y no fueron pocos los sollozos que se escucharon, incluyendo al orador. Con cuarenta y dos años de servicio, se retira Mauricio Soto. Ahora es objeto y sujeto de la historia. Mauricio Soto Gómez con su trayectoria de marino y comandante de la Armada Nacional, forma parte eminentísima de los anales de nuestra Marina de Guerra, donde dejó huella profunda y magistral. Partiendo de este enunciado, solo un verso hay que agregar a esta sentida evocación.
Enfermero
Pinto
Fue una velada
impregnada de sentimientos afectivos, lindas reminiscencias, calor
humano y amistad sincera, con especial aroma de cariño para
homenajear a Mauricio y a Carmencita por todos los merecimientos que
encierra ganar la cúspide institucional y llevar ese
timón con pulso firme, adornando esa travesía con
ejecutorias y realizaciones de alto bordo. Tenemos ese inmenso
privilegio de ofrendarnos en afectos indisolubles que se robustecen con
el tiempo y se aquilatan con la distancia. Que bella la
compañía de Cristinita de Boada; que tal el
parecido de Mauricio con su padre ??, a ese muchacho lo clonaron con
estatura, cabello peliparado y todo. Hacia 14 años que no
daba un abrazo al Maestro Bernal, 19 a Eduardo Gómez y 21 a
Chincho Suárez, y los encuentros con ellos fueron tan
cercanos al alma, como si junio de 1968 hubiese estado ahí
todas estas décadas. Gracias Lorito por la
gestión logística y organizacional, por ser tan
incansable y tan mamón... Gracias
Ricardo por tu gestión gerencial y los innumerables detalles
del hotel Tequendama, incluidas tarifas especiales. Que hermoso gesto
de Jacky viajar desde Estados Unidos para responder a lista. Que
sentidas palabras del Loco Torres propias de su corazón
talla "XL". Que edificante la disertación de Mauricio con la
sapiencia de su personalidad particular. Que ejemplar el viaje por
tierra de Yesid a escondidas de su geriatra quien le tiene prohibidos
cualquier tipo de agites y zangoloteos…….(por eso
sería que no vino Yolandita). Las Señoras estaban
bellísimas, y radiantes de alegría; tienen que
compartir esa formula de la eterna primavera con sus
maridos……….
Un inmenso abrazo para
todos
Jairo
Cardona Forero
En la reciente reunión de contis del 38 en homenaje a nuestro conti el señor Almirante Mauricio Soto, con nostalgia compartimos las palabras del Loquito Torres, Ingeniero Naval y hoy Jurisconsulto en potencia, que la era del 38 en la Armada terminaba ya, que el Almirante Mauricio fue un sello de excelencia y calidad de la norma mas estricta universal en el ejercicio de un cargo al servicio de la patria, y que con él terminaba nuestra figuración y el servicio de un grupo de compañeros, que desde el 4 de enero de 1964 iniciamos la correría en el mar, unos por mas tiempo y otros menos, pero siempre transitando por el camino de la vida con la rúbrica del contingente.
Por algo menos de un mes el Señor Almirante Mauricio no supero la permanencia como conductor de la Armada al Señor Almirante Jaime Parra; sus ejecutorias las evaluará la historia naval y el país, como la época de mayores transformaciones, la de mayor cantidad de hombres y mujeres bajo el mando naval y la de mayor reconocimiento internacional. Es un patrón muy alto como estimulo e incentivo para las generaciones venideras.
Dentro de todos los éxitos del Señor Almirante Mauricio, acertó en el apoyo y estimulo incondicional a la Corredera del 38 hoy Cyber-corredera, red integradora de la gran familia naval; y el especial impulsó el Consejo de Historia Naval, organismo donde el enfermero Pinto también tiene su participación, con la importantísima misión de escribir la Historia de la Armada Nacional con la seriedad y veracidad de sus aciertos y errores, así por la gloria de la Institución hoy la gran mayoría de sus actores y gestores estén vivos para ratificarla.
Espero estimado enfermero Pinto, que en retribución a sus chocolates Zero y panelitas o los escondidos en las cisternas de los baños cuando había fiestas, las nuevas directivas y mandos de la Armada, no dejen de estimular este esfuerzo que ya dejó de ser, por la fuerza de la "gravedad" del 38 y que estamos seguros esas nuevas generaciones empuñaran la timonera con mayores bríos y entusiasmo
QUE VIVA LA CORREDERA DEL 38
Carlos
H. Oramas Leuro/ 38
–046
BENDITO
ENTRE LAS MUJERES
Sentados:
Regina de Cardona, Cristina de Boada, los homenajeados
y
Vilma de Velandia. De pie: Luz Marina de
Gómez, Mary Laure
de
Calderón, Marcela de Díaz, Nena de
Torres, Tere de Ramírez,
Yolanda
de Oramas y
Gladys de Serpa
POSANDO PARA LA CYBER
Sentados: Cristina de Boada, Carmencita de Soto, Mauricio Soto, Carlos Oramas
y Tere de Ramírez. De pie: Guillermo
Díaz, Mary Laure de
Calderón,
Jairo Quiñones, Luís
Reynaldo Bernal, Gustavo Ramírez,
Lorenzo
Indaburu, Chepe Calderón, Yesid, Chincho
Suárez,
Germán
Rodríguez, SigIfredo
Velandia y Ricardo Wiesner
BRIOSA
ALGARABÍA
De
pie: Eduardo Gómez, Guillermo
Díaz, Jorge Serpa, Jairo Quiñones,
Ricardo
Wiesner, Chincho Suárez, Mauricio Soto y Chepe
Calderón.
Arrodillados:
Carlos Oramas y Yesid Sarmiento
ALMIRANTE Y ORADOR
El
señor Almirante Soto cuando respondía las
palabras del negrito Torres
y
agradecía, con envidiable opulencia verbal y
nostálgico donaire,
el
homenaje que sus compañeros le ofrecieron.
ELEGANCIA SILENCIOSA
Jairo Cardona
y su adorable señora Regina mientras escuchan
en
silencio las
palabras del
Almirante Soto
VILMA Y SU CÁMARA
Las
miradas de Yolanda de Oramas, Carlos Oramas, Jorge Serpa
y
Sigifredo Velandia pendientes de la cámara de Vilma
LAS "MADRES" DEL 38
´
Yesid,
el Charro, el Mono y el Negro, fueron verdaderas
"madres de
la
caridad" con sus subalternos, pero siempre que estaban
francos,
"rezaban" el rosario donde Juancho Rubio
LOS "CANÍBALES" DEL 38
El
Loro, el Maestro y el Perro, no se ganaron el
perdón de los
subalternos
y mucho menos el olvido
REALEZA "JOCHE"
Marie
Laure, Carmencita y el almirante homenajeado, en medio de Adelita viuda
de Acosta (madre de la actual señorita Bogotá
Diana Acosta) e Ignacio Ochoa (prometido de Adelita), cuando
llegaron "joches" al acto,
después
de la coronación en el Parque Simón
Bolívar.
ROSTROS CON APETITO
Ricardo
Wiesner, Yesid Sarmiento y Enrique Torres esperando las
deliciosas
viandas
SONRISA DE SATISFACCIÓN
El
almirante Soto en medio de Cristina de Boada y Gladys de Serpa
CYBER-CORRESPONSAL ATAREADO
Chepe
Calderón y Marie Laure pendientes de
las
fotografías para la Cyber-corredera
COMUNICATIVOS
Jairo
Quiñones trata de escuchar a Gustavito
Ramírez cuando
le relataba
a Chepe Calderón, sus voladas en la
Lulú
NOSTALGIA Y ALEGRÍA
Carmencita
de Soto, Guillermo Díaz y su esposa Marcela
NADIE MIRA A NADIE
Yesid
Sarmiento, Lorenzo Indaburu y Nena de Torres
ELOCUENCIA NAVAL
Luz
Marina Romero escucha a su esposo Eduardo Gómez
León cuando argumentaba con vehemencia que
el
Contingente 38 es "glorioso"
CIRCUNSPECTOS Y EXPECTANTES PERO
CON LOZANÍA
Luís
Daniel Abril, como buen médico pediatra, se autoformula para
mantenerse
siempre joven al
lado de Braks, que no tiene
arrugas, canas
y pecas.
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