LA BATALLA DE TRAFALGAR
21 DE OCTUBRE DE 1805
Investigación,
resumen y producción de Jorge Serpa
Erazo
Napoleón idea un plan para invadir Inglaterra. Mandar una
escuadra franco-española a las Indias Occidentales, y cuando los ingleses manden
sus fuerzas navales allí, la escuadra debe volver inmediatamente para unirse con
otros barcos del Ferrol, Rochefort y Brest, y dirigirse al Canal de la Mancha
donde controlará el desembarco, de 160.000 hombres en 2.000 buques de transporte, en Inglaterra.
La primera fase de la misión se
cumple. El almirante francés Villeneuve logra salir de Toulon, donde estaba
bloqueado por la escuadra al mando de Nelson, la flota francesa la componen 12
navíos de línea: Plutón, Neptuno, Mont Blanc, Atlas, Berwick, Bucentaure,
Formidable, Intrépide, Swiftsure, Indomptable, Scipión y Aigle. El 10 de abril
llega a Cádiz y se le incorporan los navíos españoles Argonauta, Terrible,
España y Firme. El 14 de mayo llegan a la Martinica y el 16 de mayo llega el San
Rafael que había salido de Cádiz con un día de retraso. Pero a la vuelta de las Indias Occidentales, la escuadra
franco-española se encuentra con Sir Robert Calder y parte de la Flota del
Canal, que estaba a la espera de la escuadra, días antes un navío había divisado
a la escuadra y llevó la noticia a Inglaterra. El encuentro se efectúa a 25 leguas de distancia del cabo
Finisterre, pero a pesar de la superioridad numérica, la ineficacia del
Almirante Villeneuve, que está al mando de la escuadra, permite a los ingleses
capturar dos navíos españoles: Firme y San Rafael.

Almirante Horacio Nelson
La escuadra tiene que dirigirse a
Vigo, donde entra el 27 de julio, para reparar algunos barcos y atender a
los heridos. Una vez repuestos se encaminan al Ferrol, pero tienen que dejar en
Vigo los navíos España, América y Atlas para su reparación. El Atlas se
destina como hospital provisional para 800 individuos. El 2 de agosto entra Gravina en Ferrol,
pero Villeneuve continúa hacia la Coruña. En Ferrol la escuadra se refuerza con los navíos
que estaban esperando: Príncipe Asturias, Neptuno, Monarca, San Agustín,
San Fulgencio, San Francisco Asís, San Juan Nepomuceno, Montañes y San
Ildefonso. Villeneuve recibe la
noticia de la pronta llegada del Contra-Almirante francés Lallemand al puerto de
Vigo con cinco navíos. Manda a la fragata francesa Didon que avise a Lallemand
para que se dirija á Brest, donde el tiene orden de Napoleón de ir para unirse a
la escuadra que allí se encuentra.
La fragata Didon es apresada y no llega a
contactar con Lallemand. Villeneuve decide salir el 13 de agosto, sin esperar a
unirse a Lallemand, pero el 15 cambia de rumbo y toma la decisión de ir a
Cádiz, pues teme que en el Canal de la Mancha le esté aguardando una fuerza
considerable de barcos enemigos. Llega a Cádiz
el 20 de agosto de 1805. Napoleón monta en
cólera al enterarse, levanta el campamento donde estaban las tropas que debían
desembarcar en Inglaterra, y se encamina a Austria. Manda a Villeneuve que salga de Cádiz y se dirija a
Cartagena en busca de refuerzos y de allí que parta a Nápoles. Pero los ingleses
ya han bloqueado la salida de
Cádiz.
El 28 de septiembre se une a la
fuerza de bloqueo inglesa Horacio Nelson, quien toma el mando. En los días siguientes Nelson invita a cenar a todos los
capitanes. Estas cenas tienen un carácter informal y en ellas Nelson aprovecha
para exponer su plan. Dividirá su flota en dos
divisiones, una de ellas atravesará la línea del enemigo entre la retaguardia y
el centro y se concentrará en el tercio de la retaguardia.
La segunda división cortará la
línea entre el centro y la vanguardia, concentrándose en los barcos del centro,
de esta forma la vanguardia del enemigo tendrá que dar un círculo para volver y
auxiliar al resto de la flota. Collingwood
dirigirá la división que atacará la retaguardia, y Nelson comandará el ataque
por el centro, los demás capitanes tienen total libertad para causar mas daños a
la escuadra franco-española. A este plan
Nelson lo llamó "El toque de Nelson".
" Si se descubre la escuadra
enemiga al viento en línea de batalla, y que las dos columnas y la división de
vanguardia pueden alcanzar esa línea, esta probablemente tendrá tal extensión,
que la cabeza no podrá acudir al socorro de la cola. Por tanto es verosímil que
haré la señal al segundo comandante de cortarla hacia el duodécimo navío,
contando desde la cola, ó por donde pueda, sino puede llegar a esa altura. Yo con mi columna atacaré
hacia el centro y la división de vanguardia atacará dos, tres ó cuatro navíos
mas arriba del centro, de manera a tener la seguridad de atacar el navío del
comandante en jefe de la escuadra enemiga, buque que es preciso apresar a todo
trance. El plan general de la escuadra británica debe ser el de estrechar todos
los buques enemigos desde el segundo ó
tercero mas allá del comandante en jefe (suponiendo a este en el centro) hasta
la cola de la línea
".
Mientras, en Cádiz, Villeneuve no
tiene muy claro lo que ha de hacer y el 8 de octubre celebra un consejo a bordo
del Bucentaure donde intervienen: Villeneuve,
los Contra-Almirantes Dumanoir y Magon, y los capitanes de navío Cosmao,
Maistral, Villegris y Prigny todos por parte francesa, y los tenientes Gravina y
Alava, jefes de escuadra Escaño y Cisneros, y brigadieres Galiano y
Churruca, por parte española. Desde el
principio Villeneuve pretende que la escuadra salga de Cádiz, pero Gravina
sensatamente le replica con las siguientes palabras: " No apruebo, la salida del puerto de la escuadra
combinada, porqué está muy avanzada la estación, y los barómetros anuncian mal
tiempo, no tardaremos en tener vendaval duro, y por mi parte creo que, la
escuadra combinada haría mejor la guerra a los ingleses fondeada en Cádiz, que
presentando una batalla decisiva. Ellos tienen con qué reponer las naves que les
destrocemos en un combate; pero ni España ni Francia cuentan con los recursos
marítimos de guerra que la Inglaterra posee. Además: el reciente combate sobre
cabo Finisterre ha hecho ver que la escuadra francesa es espectadora pasiva de
las desgracias de la nuestra: sus buques han visto que nos apresaban los
navíos San Rafael y Firme, y no
hicieron ni un movimiento para represarlos, no pudiendo hacerlo los nuestros por
las muchas averías que sufrieron de resultas del encuentro, y me temo mucho que
en la acción que vamos a tener suceda otro tanto...¿Por qué salir el almirante
francés de la bahía de Cádiz?. Aquí obligaríamos á los ingleses á sostener un
estrecho bloqueo, otro en Cartagena, donde hay armados fuerzas navales, y sobre
Tolón también otro. Para estos bloqueos tendrían que hacer grandes sacrificios:
con el sostenimiento de tres escuadras en un invierno que está próximo, y con
las averías que forzosamente han de tener, conseguiríamos ventajas equivalentes
a un combate".

Este comentario termina
convenciendo a todos, y se acuerda permanecer en Cádiz hasta que las fuerzas
inglesas disminuyan.
Nelson ordena atacar
todo barco de avituallamiento que se dirija a Cádiz, lo que agrava los
problemas de la escuadra, que tiene dificultad de aprovisionarse al estar España
recuperándose de la epidemia de fiebre amarilla que había matado a miles de
personas y gran parte del ganado. En cambio la
flota de Nelson se prepara minuciosamente para el combate, las tripulaciones
diariamente hacen prácticas de tiro, y la comida es generosa para todos.
Los ingleses sitúan las fragatas a
pocas leguas de Cádiz para controlar todos los movimientos de la escuadra y así
no ser vistos los navíos que forman la flota británica y evitar que se pueda
determinar el número de navíos que la componen. Villeneuve recibe una carta del ministro francés Decrés
informándole que se tiene que presentar en París y dejar su cargo a Rosilly que
se encamina hacia Cádiz para relevarle. El 17
de octubre Villeneuve recibe información del servicio de inteligencia: 4 buques
británicos salían al mediterráneo desde Gibraltar escoltando un convoy, y que
otros 2 buques se hallaban en Gibraltar reaprovisionándose y sometidos a
reparaciones. Al día siguiente Villeneuve ,
pensando que la flota de Nelson se ha debilitado con las bajas de los barcos
antes indicados, se decide sacar la escuadra de Cádiz y así intentar conseguir
la reconciliación con el emperador. El 19 hace
las convenientes señales para darse al mar toda la escuadra. Está compuesta por
33 navíos mientras que los ingleses tienen 27.
A las 06.00 horas aparece la
señal "Izar las velas y adelante", al mediodía, con solo 7 barcos, el
viento desaparece y reina la calma; es necesario utilizar botes para remolcar el
resto de la escuadra. Al mediodía del 20, toda la escuadra se encuentra en mar
abierto; en Cádiz se teme la catástrofe y en la iglesia del
Carmen es tal la cantidad de gente que acude a rezar, que se tienen que
formar grupos para entrar. El largo
tiempo que había permanecido la escuadra en Cádiz había restado habilidad a
los miembros de las tripulaciones, además los navíos no estaban suficientemente
equipados. Los españoles se temen lo peor.
El 19 a las 9'30 horas el Mars
repite la señal ' El enemigo empieza a salir del puerto ' , entonces desde el
Victory se iza la señal ' Persecución general, sudeste '. Nelson establece un
sistema de seguimiento de la escuadra, manda colocar dos fragatas cerca del
enemigo para que comuniquen los movimientos al Defence, este al Colossus, este
al Mars y por fin desde el Mars al Victory. Las comunicaciones durante la noche se hacen con luces.
Durante el 20, la escuadra se dirige al sur, hacia el
estrecho de Gibraltar, alejándose del cabo de Trafalgar. La formación es de 3
columnas, pero muy irregulares debido a la poca experiencia de las
tripulaciones. A última hora de la tarde el viento sopla del oeste, lo que
permite que los barcos giren y se encaminen directamente al estrecho, pero esta
maniobra termina de desordenar la formación. Pierre Charles
Villeneuve.

Almirante
Pierre Charles Villeneuve
al mando de la escuadra
franco-española
A las 19'00 horas en el Redutable se
ven luces de señal de los barcos de Nelson, y se lo informa a Villeneuve, pero
las comunicaciones en la escuadra combinada se hace mediante altavoz y hasta las
20'30 horas no llega el mensaje; Entonces Villeneuve ordena que la escuadra se
coloque en línea de batalla. Al amanecer del día 21, las dos flotas se distinguen
claramente. A las 5'45 desde el Victory se transmite el mensaje para que la
flota se divida en dos columnas. Entonces el General Gravina pide a Villeneuve
permiso para obrar independientemente de la línea con la escuadra de observación
que está á sus ordenes, el francés lo desaprueba, previniendo a Gravina que
permanezca en la línea de batalla y subordinado á los movimientos
generales.
Villeneuve ordena una virada por
redondo á un tiempo en toda la línea, el efecto fue hacer la vanguardia
retaguardia, y la retaguardia vanguardia. La línea se había roto dejando grandes
claros al enemigo. Este movimiento lo realizó Villeneuve para tener Cádiz bajo
el viento en el caso de una derrota. Mientras,
en el Victory, Nelson está en cubierta observando la escuadra combinada, el
cirujano del barco observa que Nelson lleva las condecoraciones cosidas a la
chaqueta, siendo un blanco fácil, pero antes de poder comunicarselo a Nelson,
este se vuelve al grupo de oficiales para desplegar un mensaje a toda la flota. "Inglaterra
espera que todo hombre cumplirá con su deber y atacad al enemigo de
cerca"
En el San Juan Nepomuceno,
Churruca mira por el telescopio el mástil del Bucentaure a la espera de una
solución, como no se produce, sacude la cabeza y se dirige a su segundo al mando
" Nuestra vanguardia será aislada del cuerpo principal y nuestra retaguardia
se verá abrumada. La mitad de la línea estará obligada a permanecer inactiva. El
almirante francés no lo entiende. Sólo ha de actuar con osadía, sólo ha de
ordenar que los barcos de la vanguardia viren de nuevo a sotavento y se sitúen
detrás de la escuadra de retaguardia. Eso colocaría al enemigo entre dos
fuegos",¡Perdidos! ¡Perdidos! ¡Perdidos!.
A las doce menos cuarto el San
Agustín dispara un primer cañonazo, siguiéndole otro del Monarca. El Royal
Sovereing manda la columna de sotavento, que es la primera en tomar contacto con
la escuadra combinada. El Royal Sovereing
descubre una abertura entre el Santa Ana y el Fougueux, se introduce por ella y
descarga una andanada contra el Santa Ana y contra el Fougueux. Ambos se reponen
y responden al fuego. El Santa Ana entonces se
entabla con el Royal Sovereing, Alava, conociendo que su enemigo quiere pasar a
sotavento, pone toda su gente a estribor. Mientras, el Victory se lanza entre los navíos Santísima
Trinidad y Bucentaure, pero el general Cisneros junta el Santísima con el
Bucentaure y no deja hueco por donde pasar, entonces el Victory se lanza contra
el Bucentaure y el barco que tiene en popa, el Redoutable. Villeneuve comienza a hacer señales a la división de
vanguardia para que vire y venga a reforzar el centro de la línea de batalla,
pero Dumanoir no quiere hacer caso de la orden.
Desde el Redoutable se intenta
lanzar los garfios de sujeción por encima del Victory, para intentar el
abordaje, pero el Victory es mas alto. Mientras en las cofas del navío francés
los francotiradores barren la cubierta del Victory. Uno de ellos consigue dar a
Nelson, que gravemente herido es bajado a la cubierta de
sollado.
Nelson agonizante
El Victory está a punto de ser
tomado, pero en su ayuda viene el Temeraire, por el costado desprotegido del
Redoutable, y lanza una descarga de sus cañones que produce una carnicería en el
barco francés. El Fougueux, maltrecho tras su
primer encuentro con el Royal Sovereing, acude a socorrer al Redoutable. Se
juntan los cuatro barcos que quedan enganchados por sus
costados.
El Redoutable pierde el palo mayor
y el de mesana, desaparece su castillo de popa y cinco sextas partes de su
tripulación están fuera de combate; Tiene que arriar la bandera y es remolcado
por el Swiftburne. El Bucentaure se queda
junto al Santísima Trinidad rodeado de barcos enemigos. Mas de la mitad de su
tripulación y oficiales están heridos ó muertos, Villeneuve recorre la cubierta
diciendo " Entre la carnicería que me rodea, ¿No hay una bala destinada a mí?
". Poco después arría su bandera.
El Santísima Trinidad se queda
solo rodeado de siete navíos ingleses, pero todavía sostiene el fuego, el
capitán del África envía un oficial a aceptar la rendición del navío, pero es
cortésmente escoltado de vuelta a su bote y se reanudan los disparos por
más de una hora, que ni para las bombas de
achicar, ni para los cañones, hay hombres. Entonces el barco se rinde. Es un bamboleante casco
gigantesco y sin mástiles. Se niega a hundirse durante casi tres días, mientras
los tripulantes de los barcos británicos Ajax y Revenge tiran a los muertos por
la borda y bajan todos los heridos que pueden a los botes, pero el día 24 se
rompen los cables de remolque y se hunde, de las escotillas asciende un aullido
espantoso, es de los desgraciados que hay en la cubierta inferior.
La columna de observación, que
cubre la retaguardia de la escuadra combinada, se ve envuelta por navíos que
siguen a Collingwood. El principal objeto es el apresamiento del buque insignia
del general Gravina, el Principe de Asturias. Este tiene que luchar contra los
navíos Defiance y Revenge. El San Ildefonso, que se haya delante de Gravina,
vira en redondo para equilibrar la pelea, pero al notarlo los navíos inglese
Dreadnought, Poliphemus y Thunderer arriban á todo trapo sobre los españoles,
teniendo el San Ildefonso que arriar la bandera después de una defensa
desesperada.
El Príncipe de Asturias se queda
solo, el brazo de Gravina a sido arrancado, y los palos mesana y
mayor amenazan con venirse abajo. Pero el San Justo y Neptune consiguen llegar
hasta el. Gravina indica a la fragata Thémis que lo remolque y dá instrucciones
a los demás barcos que puedan navegar, que lo sigan hasta Cádiz. Con 11 navíos casi destrozados pone rumbo a Cádiz. Atrás
queda el San Juan Nepomuceno, desarbolado , acribillado, y muerto su comandante
Cosme Damián Churruca. Una bala de cañón lo derribó, pero el se
levantó diciendo "Esto no es nada, siga el fuego", al poco tiempo muere
desangrado. El San Juan Nepomuceno es apresado al no poder seguir a
Gravina.
Cosme Damián Churruca de Elorza al
mando del navío español
San Juan Nepomuceno, donde halló una muerte
gloriosa
Nelson a muerto y Collingwood
manda ahora la flota británica. La última orden de Nelson es que la flota
anclara ante el temporal que se avecina, pero Collingwood no ancla la flota.
Durante casi una semana, la tempestad que azota la costa de Cádiz fue peor que
el combate sucedido. El Redoutable, que es
remolcado por el Swiftsure, se hunde con muchos de los heridos todavía
abordo. El Bucentaure, sin mástiles, encalla
en la playa cercana al puerto. Los tripulantes son británicos que conducen la
presa hacia Gibraltar. Estos son acogidos con hospitalidad por los gaditanos
(que diferencia con los pobres miembros de la Armada Invencible, que siglos
atrás, naufragaron en las costas inglesas y fueron asesinados).
Desde Cádiz salen varios navíos
para intentar recuperar a los apresados. Son: Asís, Montañés, San Justo y
Rayo que salen en busca del Santa Ana; Más adelante se les une dos navíos
franceses. El Santa Ana es recuperado pero debe ser remolcado a causa del mal
estado del casco por la fragata Themis. El
rayo es arrastrado a la costa y allí se encalla, igual que el San Francisco,
Monarca y Neptuno. Las perdidas españolas fueron de 1.022 muertos y 1.383
heridos. Las británicas de 1609 muertos ó
heridos, y los franceses perdieron más de 3000 hombres y más de 1000 fueron
heridos. El número total de capturados, entre
franceses y españoles, sumaba unos 8.000. La
victoria sobre el combinado franco-español permitió a Inglaterra tener la
supremacía naval en los siguientes 100 años. Napoleón no consiguió volver a tener una escuadra capaz de
asegurar un desembarco en Inglaterra, y su objetivo jamás se
realizaría.
España no perdió su armada aquí,
sólo perdió 10 navíos que quedaron contrarrestados con los 6 navíos que se
capturó a Francia en el inicio de la guerra de la Independencia. Pero para poder
dotar a todos los barcos que participaron en el combate fue necesario
utilizar recursos externos y de la iglesia (sobre las fincas
pertenecientes a la iglesia) concedidos al Rey por el Papa, un empréstito de
cien millones de reales y el producto de algunos impuestos nuevos. Además
no se recibían rentas de América por el cerco inglés. Sin dinero se empezaron a desguazar los barcos para poder
equipar a otros, e incluso para leña. En 1805
España tiene 41 navíos de guerra, en 1811 tiene 26 navíos de guerra, en
1820 se tiene 17, y en 1835 sólo 3 navíos para defender las costas
españolas y mantener las pocas colonias de ultramar.
e Nelson
Fuentes consultadas y resumidas :
Trafalgar:
Countdown to Battle 1803-1805, Michael Joseph
Nelson's
Navy: The Ships, men and Organization 1793-1815, Conway Maratime
Press.
Fondo
musical: Wellington´s victory, Op. 91 (F.Battaglino) {¶}
A los marinos de Colombia se dedican los
resúmenes, las crónicas y las biografías de
aquellos que combatieron por todas las causas, navegando cargados de
ilusiones y tiñendo el mar con su sangre. Los INSTRUCTIVOS NAVALES, son un homenaje
al pasado que como el mar, es infinito e inescrutable, pretendiendo rememorar la
historia, convirtiendo la pluma en espada, los argumentos en un cañón y la
verdad en un acorazado.